Levántate apenas amanezca. Reparte leche y besos,
medicinas; contémplate en los ojos de quien sufre; estrecha la mano encallecida
del que, a falta de azada, arranca el fruto de la tierra con las uñas; suelta,
uno a uno, los dedos aferrados al gatillo o al cañón de un arma y pon en su
lugar un trozo de pan y dignidad, o un oso de peluche; deja correr el agua
cristalina que sacia las gargantas y no destroza vientres. Exige, implacable,
una justicia que ampute la codicia y las barreras. Solo entonces germinará la
paz y sus espigas sanarán la tierra.
NOTA: Este es el texto escrito y leído por mí en el Festival Internacional de la palabra celebrado ayer en Valencia -y en otros lugares del mundo- y que este año 2015 giraba en torno a la paz.
*Foto sacada de internet. Atlas sosteniendo el mundo. Museo de Nápoles.
Una belleza de texto, a cuyo espíritu me uno letra a letra.
ResponderEliminarEnhorabuena!!
Y este abrazo
Cuando los aplausos sinceros y merecidos duran más (a mí me ha pasado al leerlo) que lo que se tarda en escuchar o leer el mensaje, es muy pobre decir que el autor o autora ha cumplido de sobra su objetivo.
ResponderEliminarNunca mejor dicho. "una justicia que ampute la codicia y las barreras"
ResponderEliminarSabias palabras Isabel. El mal de este mundo es el afan de acumular solo por acumular...
Que pases un tranquilo finde Bssos.
Celebro y aplaudo tus palabras... excelentes y conmovedoras!
ResponderEliminarUn abrazo
Buen reparto matutino, Isabel.
ResponderEliminarVale.
Me sumo letra a letra a todas las reivindicaciones. Y ojalá que la Justicia tuviera manos libres para amputar codiciosos.
ResponderEliminarUn beso Isabel
Muy bonito y acertado para los tiempos que corren.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Un saludo.
Ojalá todos practicasemos tan sabias palabras...
ResponderEliminarTe devuelvo el saludo, Isabel :D
Un abrazo enorme
Hermosos texto, Isabel. Cada una de sus frases es una idea a seguir. No hay palabra, ni punto ni coma que tenga desperdicio y no nos llegue a lo más hondo.
ResponderEliminarMe lo he guardado en mi archivo para leerlo cuando lo necesite. Tan sabios consejos nos proporciona.
Gracias, M.Regalado, es un placer encontrarte de nuevo por aquí. Un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminarGracias por tus palabras, NáN, me animan en una época en la que no tengo los ánimos precisamente por las nubes. Un abrazo muy fuerte.
Cierto, Bertha, la codicia de muchos, y los prejuicios de muchos más, tienen como consecuencia una sociedad llena de desigualdades dolorosas, tremendas e injustas. Un abrazo, querida amiga.
ResponderEliminarHola Neogéminis Mónica Frau, estamos muy necesitados de solidaridad y, sobre todo, de mirar a los demás como a humanos. Abrazos.
Gracias, Dhyego, fue un encuentro con poetas, artistas plásticos y prosistas muy enriquecedor. Besazos.
ResponderEliminarSaludos, Ana. El asunto, al final, es que las leyes las creamos nosotros, los ciudadanos, a través de nuestros representantes. Y quizá no hacemos bastante hincapié en la necesidad de que la justicia alcance a todos. Besazos, campeona.
Gracias, Cayetano Gea, un placer verte de nuevo por aquí. Besos.
ResponderEliminarSaludos, Laura Díaz, colega en los afanes clásicos... Besazos.
Gracias, Tecla, me alegra saber que que mis palabras son útiles a alguien. Besazos.