¿Los has contado, Muerte?
Son muchas cabecitas, brazos que parecen ya los tuyos, los ojos entornados, sin
esperanza, bajo un sol abrasador y unas olas hambrientas. ¡Vas a llevarte un
botín de criaturas famélicas como no habías visto nunca! Y con el mismo esfuerzo
– poco, apenas nada –, te llevarás a los hijos y a las madres, a familias
enteras enviadas directamente a tus brazos por voluntad de los seres humanos. ¿He
dicho humanos? Disculpa, ha debido ser el ardor que calienta mi cabeza: por
voluntad de una raza egoísta y maldita, aquella que Júpiter quiso borrar de la
faz de la tierra.
NOTA: Mi indignación por lo
que está ocurriendo en el sureste asiático. El mundo, en manos de gobiernos
corruptos, parece haberse quedado sin corazones compasivos. Aquí, una de las noticias
Ojalá se resuelva pronto.
Ojalá se resuelva pronto.
*Foto sacada de internet.
Unas líneas llenas de sensibilidad y solidaridad hacia una situación tan terrible. Bravo, Isabel.
ResponderEliminarUn beso.
Más casos para la historia de la infamia.
ResponderEliminarVale, Isabel.
Gracias, Isabel Martínez Barquero. No me explico cómo somos tan bestias...
ResponderEliminarLo peor, Dhyego, es que hoy en día sabemos muy bien qué hacemos y por qué lo hacemos. Infamias de esta clase no deberíamos permitírnoslas...
ResponderEliminarStalin decía que un muerto era una tragedia, pero que un millón de muertos sólo era una estadística. En las estadísticas que formulan los gobiernos corruptos se esconden y se excusan los corazones desprovistos de compasión que acatan y callan por miedo, acomodo, aburrimiento o por cualquier otra cosa incluido el propio interés.
ResponderEliminarSaludos
Ni compasión, ni sensibilidad, ni empatía. El primer mundo -la humanidad entera- dejó el corazón olvidado en alguna parte, muy lejos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Entre todos aparte de estos gobiernos corruptos por nuestro afán de acumular más comodidades nos hemos hecho cómplices o sino miramos hacia el otro lado como si a mí no me toca para qué me preocupo.La presión que estaba sufriendo,Italia,España y un poco Alemania(porque ellos escogen aun lo que les interesa...).Pero ya que nos ponen de ej.Suecia y los del Norte que les dejen un poco de este problema que ya es de todos a ver si tienen tan buenas ideas y son tan refinados...a ver...
ResponderEliminarUn abrazo feliz día Isabel.
Cierto, Cayetano Gea, lo difícil es imaginar cómo podrá vivir la humanidad sin corazón... Un abrazo.
ResponderEliminarHola Berta, los americanos tenían una expresión para eso: "yes, but not in my backyard", sí, pero no en mi patio trasero. Incluso entre los más refinados, como muy bien señalas, a veces se rasca y no sale lo que esperábamos. Un abrazo.
Un mar entero como cementerio de nuestras conciencias.
ResponderEliminarBesos.
Bien sepultadas están, Pedro Ojeda Escuedero, a juzgar por lo que ocurre...
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ResponderEliminarSaludos, el peletero, disculpa que no me había dado cuenta de tu comentario. Muy oportunaas tus palabras, no solo porque hacen referencia a la frialdad de las estadísticas que deshumanizan la realidad del sufrimiento y la muerte, sino también porque la corrupción hace una daño enorme a las sociedades y las naciones, corrompe todo. Saludos cordiales.
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