- Dime, ¿qué te parece Roma?
La muchacha se quedó pensando en la respuesta mientras jugueteaba con el borde del mantel de la mesa en la que terminaban de comer. El café recién servido elevaba hasta ella su humeante aroma. Al fin, alzó la vista y se encogió de hombros.
- No sé qué decirte - respondió -. Es, sencillamente, un pozo de sabiduría.
NOTA: En la fotografía, el pozo central del claustro renacentista de la basílica de San Pietro in Vincoli. Vasari lo atribuiba a Giuliano da Sangallo. Actualmente forma parte de las dependencias de la Facultad de Ingeniería de la Universidad alla Sapienza y, quizá por ese motivo, los turistas que visitan la basílica e ignoran su existencia pasan por delante de la puerta de acceso sin ocurrírseles entrar. Yo tampoco lo sabía: es, sencillamente, que soy curiosa y allá donde veo una puerta abierta atravieso el umbral. Así fui descubriendo muchos lugares desconocidos de Roma.
* Foto: Isabel Barceló.
Muy apropiado un pozo "de la sabiduría" dentro de un recinto universitario.
ResponderEliminarUna sorpresa más para el visitante.
Un saludo.
Ostras, Isabel, que gran sorpresa. Cuando vuelva a Roma no me pierdo el claustro y el pozo. Gracias por enseñarnos tantas cosas.
ResponderEliminarCierto, Cayetano Gea. Y, además, Sapienza significa "sabiduría", así que el juego de palabras está hecho. Siempre digo a mis amigos que van a Roma que no dejen de asomarse a cualquier portal que tenga a puerta abierta. Te llevas gratísimas sorpresas y, en general, nadie te impide pasar a echar un vistazo. Este claustro lo descubrí así y cuando luego busqué información sobre el edificio de la universidad, me enteré de que su claustro era el de la basílica. Cambios fruto de la desamortización de bienes eclesiásticos. Es un claustro muy grande y muy sereno. Saludos cordiales.
ResponderEliminarGracias, Dolors Jimeno. La verdad es que estos descubrimientos fueron posibles gracias a estar viviendo allí un larga temporada, ya que es factible entretenerse y curiosear sin prisas, algo más difícil de hacer cuando vas a pasar unos días. Fue una estupenda sorpresa. Un abrazo.
ResponderEliminarQué bien que la curiosidad te pueda y que luego nos transmitas lo que encuentras.
ResponderEliminarSobre todo, una luminosa forma de mirar un pozo.
ResponderEliminarGracias, NáN. Es muy grato hallar cosas que se te presentan como un descubrimiento. Beszos.
ResponderEliminarHola Pedro Ojeda Escudero, no se me ocurre otra manera de mirar un pozo. Besazos.
ResponderEliminarBendita curiosidad por lo menos has descubierto algo digno de verlo y tienes razón que una manera de encontrar las cosas es ir observando.
ResponderEliminarUn beso Isabel feliz día.
Pues sí, una manera muy acertada de describir Roma puede ser " un pozo de sabiduría".Muchas gracias Isabel, por mostrarnos y compartir tan bellas fotografías y "conocer más " tan interesante ciudad, me encantaría visitarla.Muchos besos.
ResponderEliminarES que se ha de traspasar el umbral de todas las puertas para "Saber"
ResponderEliminarNo hay que negarse a aprender nada.
Un abrazo, Isabel.
Querida Isabel:
ResponderEliminarNo hay nada mejor para la imaginación que una puerta abierta con secretos escondidos y precisamente un pozo imboliza esa inmensa capacidad e inquietud por encontrar mensajes ocultos para nuestra psique.
Un placer visitar Roma de tu mano. Tú sí que eres un pozo de sabiduría, querida. Un abrazo.
Hola Bertha, los descubrimientos que se hacen por azar - si es que puede llamarse así - son muy gozosos, producen una alegría y una satisfacción especial. Besazos,
ResponderEliminarSaludos, yolanda carrasco. Roma puede enseñar en un día muchas cosas, si se la quiere mirar con los ojos de la cara y de la mente bien abiertos. Da para reflexionar una vida entera. Espero que algún día la visites, te fascinará. Besazos.
ResponderEliminarCierto, tecla, tener el espíritu presto para aprender de todo cuanto nos rodea es, casi, la única condición. Besos.
ResponderEliminarPara la imaginación, querida Elena Clásica, no hay barreras: eso es lo que tiene de hermoso, de liberación de tantas ligaduras que nos atan. Y tienes mucha razón al señalar que el pozo simboliza ese asomarse a los lugares profundos de nuestra psique. Quizá por ello nos inspiran miedo. Un abrazo muy fuerte, querida amiga.
ResponderEliminarRoma... la definiría como una ciudad en la que conviven presente y pasado, en la que se respira el aroma de un imperio que se fue...
ResponderEliminarUn beso
Sin ninguna duda, un pozo de sabiduría al que nos asomamos siempre cogidos de tu mano Isabel. Gracias por ello. Un beso.
ResponderEliminarY aunque hace mucho que no te escribo...siempre te sigo, ya lo sabes.
Gracias Isabel por mostrarnos estos rincones poco conocidos de Roma. Visité hace años esta hermosa ciudad, fue como una peregrinación a mis orígenes, nuestra cultura, nuestra lengua, los sistemas legales y de gobierno...en fin, todo lo que consideramos vivir en una sociedad civilizada se lo debemos principalmente a Roma.
ResponderEliminarSaludos.
Sergi.
La nota se las trae, dice que hizo el modelo del palacio de san pietro in Vincoli, y, se le supone por descartes, que estaba en lo que es ahora el claustro que está adosado a un edifico más moderno, tu foto lo refleja, así que me la voy a quedar si no me dices los contrario
ResponderEliminarhttp://www.historia-del-arte-erotico.com/vasari/giuliano_de_san_gallo_antonio.htm
Hola, Carmen Gascón, esa convivencia entre pasado y presente es uno de los rasgos característicos de Roma, sí. Incluido su aire de decadencia... Besazos, querida amiga.
ResponderEliminarSé que estás ahí, Bagoas. Gracias por seguirme y gracias por tu afecto. Besazos.
ResponderEliminarHola, Sergi Torrens, entiendo que fueras a Roma en busca de los orígenes. También yo lo hago, incluso creo que busco los orígenes remotos de mí misma... Alguno de mis átomos fue romano, estoy segura. Un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminarClaro que puedes quedarte la foto, Anarkasis. Y si quieres otra que se vea mejor el claustro, me lo dices y te la envío. Faltaría más... Besazos.
ResponderEliminar