Los fenicios han montado toldos en la playa, apoyados en las naves, para proteger del sol sus bienes y donde acaba la arena, en el borde del bosque de pinos, han levantado varias tiendas bajo las cuales se cobijan y descansan de noche.
Junto a un promontorio rocoso que penetra en el mar y separa las dos playas, la vestal Crisea ha construido un altarcillo y lo ha consagrado a Juno. Cada mañana, al amanecer, le ofrece un sacrificio acompañado por la música de una flauta de caña que hace sonar Dada, una de las doncellas raptadas. Los sonidos armoniosos llegan hasta el campamento y, a su llamada, se levantan del lecho los fenicios y abre los ojos la diosa Juno.
Desde las alturas, la reina de las diosas contempla la hermosura de ese trozo de tierra que brilla como una joya en el mar. Dirige la mirada luego hacia la reina Dido y aprueba sus afanes y trabajos para fundar aquí la ciudad cuya protección le ha encomendado. Ve dos naves examinando por mar los contornos de la península y a un pequeño grupo explorando el terreno tierra adentro. En cuanto a los demás fenicios, como una fila de hormigas vienen y van desde el alba por el camino que une la playa con la ciudad del rey Yarbas. Juno se siente complacida viendo todo esto. Cuanto más lo mira, más le agrada el lugar y las gentes que la invocan. Incluso en el futuro - piensa - podría dejar aquí su carro cuando no lo utiliza.
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A media mañana, la reina Dido se reúne una vez más con sus consejeros y amigos para escuchar sus informes. Bajo la dirección del cartógrafo Igres ha quedado completamente dibujada y estudiada la costa y también la exploración por tierra es satisfactoria.
- Desde el punto de vista defensivo – dice el noble Aemilius a la reina – este lugar es excelente. Existen varios manantiales de agua dulce, dos playas practicables donde podríamos construir un puerto y, sobre todo, señora, levantando una muralla en el istmo que une a tierra la península, quedaríamos perfectamente aislados. En resumen, tendríamos una ciudad abastecida de agua, con abundantes recursos naturales y fácil de defender.
- ¿Qué ambiente se respira en la ciudad, Palemón? – pregunta entonces la reina, mirando al comerciante griego.
- Hemos alabado mucho sus productos, mi reina – responde Palemón – y no tienen queja, desde luego. Están satisfechos por las cantidades de trigo, carnes y otros alimentos que les hemos adquirido para nuestro consumo. Y les ha entusiasmado la idea de que les compremos mucho más para comerciar con otras ciudades costeras. Te habría gustado ver la cara que han puesto los alfareros cuando les hemos dicho la cantidad de ánforas que necesitaríamos para transportar el grano en nuestras naves...
- Y tú Acus ¿qué impresión has sacado? ¿Piensas que el pueblo nos sería favorable?
- Los comerciantes y artesanos están contentos, mi reina. Han comprendido los beneficios que les reportaría nuestra presencia permanente aquí. La proximidad de un puerto les abre nuevos caminos y perspectivas para dar salida a sus productos. Tienen telas, marfiles, lapislázuli y oro, tejen bellas alfombras y sus vajillas son famosas, aunque muchas piezas se rompen durante el viaje por tierra, perjudicándoles gravemente. Han visto la posibilidad de producir mucho más y vender el triple. Saben que, a su vez, podrían obtener a buen precio muchas mercaderías cuyo transporte por vía terrestre las encarece mucho en la actualidad. Son favorables a nosotros y, si su rey Yarbas los escucha, sin duda se avendrá a que fundes aquí una ciudad.
- Sin embargo, no todos nos apoyan – interviene el Príncipe del Senado –. He constatado que entre la clase dirigente hay desconfianza.
- ¿Puedo saber por qué?
- Su dominio se basa en la propiedad y explotación de la tierra, y no ven con buenos ojos que otros conciudadanos puedan enriquecerse con el comercio y hacerles sombra. Esto debilitaría su influencia sobre el rey, un aspecto de crucial importancia, porque desean que el gobierno de la ciudad siga beneficiando a sus intereses. Encontrarás en ellos una firme oposición. En cualquier caso, señora, hemos de intentarlo.
- Estoy decidida, querido amigo – afirma la reina – y creo que lo podemos conseguir. Yarbas ya conoce la petición que voy a hacerle y habrá pulsado la opinión de unos y otros. Creo que estamos preparados para asistir con tranquilidad al banquete oficial al que nos ha invitado.
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No sólo la nobleza libia tiene objeciones a la presencia de los fenicios en su costa. Para Utyke, sobrina del todopoderoso sacerdote de Hércules, hay también otras razones: desde hace mucho tiempo desea convertirse en la esposa de Yarbas y, aunque guarda para sí sus sentimientos y sus planes, está segura de que su tío abriga idénticos deseos. E intuye que la presencia de la fenicia Dido podría ponerlos en peligro.
- ¿Has sondeado al rey? ¿Qué ha dicho? – pregunta a su tío apenas éste cruza el umbral de su casa.
- No me ha dado una respuesta clara. Pero su actitud no me gusta.
- ¡Estúpidos fenicios! Han venido en mala hora – dice sin ocultar su irritación. Sus ojos oscuros echan chispas de ira – ¿Han de venir extranjeros a echarnos de nuestra casa? ¿Qué tienen ellos que ver aquí? ¿Y qué clase de zorra es su reina?
El sacerdote de Hércules mira a su sobrina. Es una mujer joven, de indudables atractivos y fuerte personalidad. No es novedad que exhiba algo de mal genio, pero nunca hasta ahora se había mostrado celosa. Se da cuenta, de pronto, que Utyke ve su posición amenazada, un aspecto en el que él mismo no había pensado. Según le han informado quienes acompañaban al rey el día de su encuentro con Dido, aquel no dio signos de experimentar por la reina la menor simpatía. Sin embargo, no conviene fiarse. En toda la ciudad se habla de ella como una mujer admirable y hermosa, aun cuando nadie la ha visto. Y aunque no lo fuera, una mujer decidida siempre supone un peligro.
- No consentiré que se quede – afirma Utyke.
- ¿Cómo podrías impedirlo? – le responde el tío – Es imposible oponerse a la voluntad de Yarbas. Y si él decide permitir a los fenicios que se asienten…
- Si no te ha contestado, es porque duda. Esa duda es mi oportunidad. Haré que la balanza en la que está pesando su decisión se incline del lado que me conviene…
El sacerdote de Hércules enarca las cejas, en un signo de duda acerca de la capacidad de su sobrina para imponer sus opiniones al rey. Sin embargo, ella yergue la cabeza y esboza una sonrisa mientras dirige hacia él su dedo índice:
- Me he criado con Yarbas, no lo olvides.
*Templete adosado a una pared. Ostia.
** Detalle de pintura mural. Museo Massimo alle Terme. Roma.
*** Detalle de relieve en un ara. Museo Termas de Diocleciano. Roma
**** Logia de una casa. Ostia.
*****y******* Detalles de suelos cosmatescos. Basílica de San Juan de Letrán. Roma.
******Detalle de figura femenina. Agripina la Menor. Museo Centrale Montemartino. Roma.
NOTA 1.- Los lectores que deseen leer la primera parte de la historia, pueden buscar en el archivo del mes de marzo y obtener todos los capítulos seguidos marcando, al final del post “Dido y Eneas (XX), en Etiqueta: Dido y Eneas. Salen en orden inverso.
NOTA 2.-SOFONISBA, JEFA DE COCINA del palacio de la reina Dido en Cartago ha comenzado ya a realizar los primeros preparativos para el gran banquete con que la reina recibirá al troyano Eneas. Quien quiera husmear por la cocina pede hacerlo ya, siempre sin meter el dedo en los platos...
NOTA 3.- Algunos amigos participan de esta historia con diversos personajes. Para facilitar la comprensión de cada post, se incluye la lista por orden alfabético de personajes. A continuación, entre paréntesis, están los nombres de los amigos bloggeros.
ACATES, amigo del alma de Eneas. (Eggy)
ACUS, hijo mayor del príncipe del Senado y Jefe de la expedición de Dido. (Acus)
AEMILIUS, director de las obras de la muralla de Cartago. (Unjubilado)
AMILCAR, timonel de la nave de Dido. (Edem)
AMNERIS, la tejedora, hija del cartógrafo Igres y la guerrera Nismacil. (Paula)
ANARKASIS, actor. (Anarkasis)
ANNA, hermana de la reina Dido. (Bethania)
ANQUISES, padre de Eneas. (Juan)
ASCANIO, hijo de Eneas. (Ferípula)
BARCE, nodriza de Siqueo, doncella y confidente de Dido. (Leodegundia)
CAIUS PERTINAX, un hombre de negocios, interesado en la obra de la señora Imilce. (Joaquín)
CALIBÁN, un personaje enigmático. (Gonzalo)
CARMINIS, pintora de éxito. (Carmen)
CIRENE, la viajera troyana, madre del poeta Trailo. (Lady Read)
CLAUDIO APOLLIONI , esclavo y pedagogo. (Juanmb)
CLOANTO, un troyano. (Rafael p.q.)
COPA DE ORO del padre de la reina Dido. (Tony)
CRISEA, una vestal. (Krisish)
CUPIDO , dios del amor, hijo de la diosa Venus y hermano de Eneas. (Lady Ice)
DADA, un personaje de oriente. (Ixchel)
DIANA, esposa de Acus y amiga de Dido. (Claullitriche)
DINCER, una bailarina oriental. (Ximena)
DEMETRIUS PEDER, un escultor griego. (Pru)
EL TIEMPO, el viento y el agua. (Manuel)
EOLO, dios de los vientos. (Gloria de Un cajón revuelto)
ESPÍRITU invisible, protector de la nave de Dido. (Cieloazzul)
FILÓN, un filósofo cínico, hermano de Xilón y abuelo de Jacinta. (Gregorio Luri)
GABRIEL, vigía de navío de la reina Dido.(Iralow)
ICARUS, lugarteniente y consejero de Eneas. (Javier)
IGRES, Un cartógrafo mestizo, esposo de la guerrera Nismacil y padre de Amneris, la tejedora. (Sergi Bellver)
IRIS, mensajera de los dioses. (Fortunata)
ISKIAS , amazona, guardaespaldas de Dido y Anna. (Lady Zurikat)
JACINTA, artesana de vasijas de arcilla, nieta de filósofo Filón. (Ontokita)
JUNO, diosa esposa de Júpiter y protectora de Dido.(Gabu)
KARO, escribiente de la señora Imilce. (Antonio Portela)
KOSTAS, cordelero amigo de Imilce. (Kostas h.)
MERCURIO, mensajero de los dioses. (Marelyt)
MOOK, perro de la reina Dido. (Movie)
MORGANA, una hechicera siria. (Morgana)
NÁUFRAGO, náufrago enamoradizo. (Tinta del corazón)
NAUSICAA, hija del rey de los feacios. (Nausicaa)
NEOPTOLEMO, hijo de Aquiles. (Aquiles)
NEPTUNO, dios de los mares. ( Antonia Romero)
NISMACIL, guerrera oriental, esposa del cartógrafo Igres y madre de Amneris, la tejedora. (Aurefaire)
NUERA DE la señora Imilce (Bettina perroni)
PALEMON, comerciante griego con productos de oriente. (Adrià Urpì)
PALINURO, piloto de la nave de Eneas. (Luis Rivera)
PAREPIDEMOS SAMOSATENSE, peregrino. (Charles de Batz)
PITONISA de un oráculo. (Badanita)
PRINCIPE DEL SENADO, Jefe del Senado de Tiro y luego de Cartago. (Angelusa)
SACERDOTE DE HÉRCULES, MALO, malísimo. (El hippie viejo)
SALMA, Esclava oriental. (Gloria de Ojos de miel)
SAO, una ninfa. (Irene)
SEÑORA IMILCE, impulsora, narradora y corazón de esta historia. (Almena)
SERVULO, joven esclavo, copero de la reina Dido. (Felipe Servulo)
SIQUEO , sacerdote de Melqart y esposo de Dido. (Pedro (glup))
SIRIO, gato de Anna. (Sirio)
SOFONISBA, JEFA DE COCINA del palacio de la reina Dido en Cartago. (Charo Marco)
TEANO, matemática muy reputada. (Miriam g.)
TRAILO, poeta troyano e hijo de Cirene la viajera, narrador de parte de esta historia. (Grimalkin el bardo)
ULA, amiga de Dido. (Ula)
UN ARBOL un tanto especial. (Goathemala)
UN CANGREJO en cualquier playa. (Cangrejo sedentario)
UN GRAN MATORRALaromático a la entrada de una cueva. (Rosa Silverio)
UNA PIEL DE TORO. (Carlos a. gamboa)
UTYKE, sobrina del sacerdote de Hércules. (Nina)
VENUS, diosa del amor, madre de Cupido y Eneas. (Elisa de Cremona)
XILÓN, maestro griego, hermano de Filón y cronista de la familia de la reina Dido. (Fernando Sarriá)
YARBAS, rey pretendiente de Dido. (Kurtz)
ZOE, prostituta con vocación de libertad. (Zoe favole)
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Junto a un promontorio rocoso que penetra en el mar y separa las dos playas, la vestal Crisea ha construido un altarcillo y lo ha consagrado a Juno. Cada mañana, al amanecer, le ofrece un sacrificio acompañado por la música de una flauta de caña que hace sonar Dada, una de las doncellas raptadas. Los sonidos armoniosos llegan hasta el campamento y, a su llamada, se levantan del lecho los fenicios y abre los ojos la diosa Juno.
Desde las alturas, la reina de las diosas contempla la hermosura de ese trozo de tierra que brilla como una joya en el mar. Dirige la mirada luego hacia la reina Dido y aprueba sus afanes y trabajos para fundar aquí la ciudad cuya protección le ha encomendado. Ve dos naves examinando por mar los contornos de la península y a un pequeño grupo explorando el terreno tierra adentro. En cuanto a los demás fenicios, como una fila de hormigas vienen y van desde el alba por el camino que une la playa con la ciudad del rey Yarbas. Juno se siente complacida viendo todo esto. Cuanto más lo mira, más le agrada el lugar y las gentes que la invocan. Incluso en el futuro - piensa - podría dejar aquí su carro cuando no lo utiliza.
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A media mañana, la reina Dido se reúne una vez más con sus consejeros y amigos para escuchar sus informes. Bajo la dirección del cartógrafo Igres ha quedado completamente dibujada y estudiada la costa y también la exploración por tierra es satisfactoria.
- Desde el punto de vista defensivo – dice el noble Aemilius a la reina – este lugar es excelente. Existen varios manantiales de agua dulce, dos playas practicables donde podríamos construir un puerto y, sobre todo, señora, levantando una muralla en el istmo que une a tierra la península, quedaríamos perfectamente aislados. En resumen, tendríamos una ciudad abastecida de agua, con abundantes recursos naturales y fácil de defender.
- ¿Qué ambiente se respira en la ciudad, Palemón? – pregunta entonces la reina, mirando al comerciante griego.
- Hemos alabado mucho sus productos, mi reina – responde Palemón – y no tienen queja, desde luego. Están satisfechos por las cantidades de trigo, carnes y otros alimentos que les hemos adquirido para nuestro consumo. Y les ha entusiasmado la idea de que les compremos mucho más para comerciar con otras ciudades costeras. Te habría gustado ver la cara que han puesto los alfareros cuando les hemos dicho la cantidad de ánforas que necesitaríamos para transportar el grano en nuestras naves...
- Y tú Acus ¿qué impresión has sacado? ¿Piensas que el pueblo nos sería favorable?
- Los comerciantes y artesanos están contentos, mi reina. Han comprendido los beneficios que les reportaría nuestra presencia permanente aquí. La proximidad de un puerto les abre nuevos caminos y perspectivas para dar salida a sus productos. Tienen telas, marfiles, lapislázuli y oro, tejen bellas alfombras y sus vajillas son famosas, aunque muchas piezas se rompen durante el viaje por tierra, perjudicándoles gravemente. Han visto la posibilidad de producir mucho más y vender el triple. Saben que, a su vez, podrían obtener a buen precio muchas mercaderías cuyo transporte por vía terrestre las encarece mucho en la actualidad. Son favorables a nosotros y, si su rey Yarbas los escucha, sin duda se avendrá a que fundes aquí una ciudad.
- Sin embargo, no todos nos apoyan – interviene el Príncipe del Senado –. He constatado que entre la clase dirigente hay desconfianza.
- ¿Puedo saber por qué?
- Su dominio se basa en la propiedad y explotación de la tierra, y no ven con buenos ojos que otros conciudadanos puedan enriquecerse con el comercio y hacerles sombra. Esto debilitaría su influencia sobre el rey, un aspecto de crucial importancia, porque desean que el gobierno de la ciudad siga beneficiando a sus intereses. Encontrarás en ellos una firme oposición. En cualquier caso, señora, hemos de intentarlo.
- Estoy decidida, querido amigo – afirma la reina – y creo que lo podemos conseguir. Yarbas ya conoce la petición que voy a hacerle y habrá pulsado la opinión de unos y otros. Creo que estamos preparados para asistir con tranquilidad al banquete oficial al que nos ha invitado.
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No sólo la nobleza libia tiene objeciones a la presencia de los fenicios en su costa. Para Utyke, sobrina del todopoderoso sacerdote de Hércules, hay también otras razones: desde hace mucho tiempo desea convertirse en la esposa de Yarbas y, aunque guarda para sí sus sentimientos y sus planes, está segura de que su tío abriga idénticos deseos. E intuye que la presencia de la fenicia Dido podría ponerlos en peligro.
- ¿Has sondeado al rey? ¿Qué ha dicho? – pregunta a su tío apenas éste cruza el umbral de su casa.
- No me ha dado una respuesta clara. Pero su actitud no me gusta.
- ¡Estúpidos fenicios! Han venido en mala hora – dice sin ocultar su irritación. Sus ojos oscuros echan chispas de ira – ¿Han de venir extranjeros a echarnos de nuestra casa? ¿Qué tienen ellos que ver aquí? ¿Y qué clase de zorra es su reina?
El sacerdote de Hércules mira a su sobrina. Es una mujer joven, de indudables atractivos y fuerte personalidad. No es novedad que exhiba algo de mal genio, pero nunca hasta ahora se había mostrado celosa. Se da cuenta, de pronto, que Utyke ve su posición amenazada, un aspecto en el que él mismo no había pensado. Según le han informado quienes acompañaban al rey el día de su encuentro con Dido, aquel no dio signos de experimentar por la reina la menor simpatía. Sin embargo, no conviene fiarse. En toda la ciudad se habla de ella como una mujer admirable y hermosa, aun cuando nadie la ha visto. Y aunque no lo fuera, una mujer decidida siempre supone un peligro.
- No consentiré que se quede – afirma Utyke.
- ¿Cómo podrías impedirlo? – le responde el tío – Es imposible oponerse a la voluntad de Yarbas. Y si él decide permitir a los fenicios que se asienten…
- Si no te ha contestado, es porque duda. Esa duda es mi oportunidad. Haré que la balanza en la que está pesando su decisión se incline del lado que me conviene…
El sacerdote de Hércules enarca las cejas, en un signo de duda acerca de la capacidad de su sobrina para imponer sus opiniones al rey. Sin embargo, ella yergue la cabeza y esboza una sonrisa mientras dirige hacia él su dedo índice:
- Me he criado con Yarbas, no lo olvides.
*Templete adosado a una pared. Ostia.
** Detalle de pintura mural. Museo Massimo alle Terme. Roma.
*** Detalle de relieve en un ara. Museo Termas de Diocleciano. Roma
**** Logia de una casa. Ostia.
*****y******* Detalles de suelos cosmatescos. Basílica de San Juan de Letrán. Roma.
******Detalle de figura femenina. Agripina la Menor. Museo Centrale Montemartino. Roma.
NOTA 1.- Los lectores que deseen leer la primera parte de la historia, pueden buscar en el archivo del mes de marzo y obtener todos los capítulos seguidos marcando, al final del post “Dido y Eneas (XX), en Etiqueta: Dido y Eneas. Salen en orden inverso.
NOTA 2.-
NOTA 3.- Algunos amigos participan de esta historia con diversos personajes. Para facilitar la comprensión de cada post, se incluye la lista por orden alfabético de personajes. A continuación, entre paréntesis, están los nombres de los amigos bloggeros.
KARO, escribiente de la señora Imilce. (Antonio Portela)
UN CANGREJO en cualquier playa. (Cangrejo sedentario)
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Envidia y celos por parte de Utyke, pero la reina Dido si saldrá con la suya
ResponderEliminarCada día se pone mas interesante este relato
Besitos amiga y feliz fine
Antes de leerlo... antes de leerte... ¡¡Gracias!!, que no esperaba yo nada hasta que volvieras de tus días de descanso... pero mira que bien, nos has dejado tarea preparada... :)
ResponderEliminarQue disfrutes muchísimo, y sobre todo, relájate y recárgate bien ;)
Y lo dejas en un momento perfecto… a tu vuelta, más, y como vendrás con má fuerzas, mucho más. :)
ResponderEliminarPor favor, quiero seguir aprendiendo de esa época que parece tan lejana, pero que si la comparamos con la historia del planeta está a la vuelta de la esquina. Un abarazo.
ResponderEliminarBien, sigo comiendome las uñas entoces.
ResponderEliminarUn beso, Miriam G.
A veces, la fuerza se va por la boca... y, cuando se es joven y celosa, no es precisamente ese tipo de actitud la necesaria: ¡si lo sabré yo con todos los cordeles que se me han perdido...!.
ResponderEliminarBesos, querida.
LA minuciosidad de los detalles me deja cada vez más claro el panorama cultural de Roma Antigua.
ResponderEliminarSiempre atenta a tus historias, las "saboreo" con fruición.
Regresa con bríos para calmar la curiosidad.
Abrazos.
Claro!
ResponderEliminarlos celos siempre son la sombra que acompaña los exitos... pero Dido tendrá mesura, que es un antídoto eficiente ante los devastadores celos..
sigo en el tránsito amiga_!
mil besos:)
Espero que Dido tenga éxito en la cena con Yarbas sin tener que pagar un alto precio. Además Juno parece estar contenta con la fundación y ella es muy poderosa y buena cuando quiere.
ResponderEliminarTe esperamos con nuevas aventuras.
Cuando dos mujeres se ofuscan en llevarse la contraria.... siempre, siempre santan chispas. Esto se va a parecer en poco tiempo a Valencia en fallas, ¿o no?.
ResponderEliminarUn beso, diosa.
Como dice Diana, se saborea tu historia...
ResponderEliminarmmmm celos... intuyo problemas en puerta....
ResponderEliminaruffff me estoy quedando sin uñas!!!!!!!!!!
besitos de hada amigaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
se te quiere mucho por aca!!!!!
Mal enemigo se ha buscado Dido, ¡una mujer!, no habrá sangre pero sí diabólicas intrigas ¿acierto?. Pero Dido está curtida en lances y batallas,¡vencerá!.
ResponderEliminarSalve (y besos) ilustre romana.
hola isabel romana :P
ResponderEliminar¡Qué malos son los celos! Son destructores y terribles. Que se cuide mucho Dido pues no hay nada más peligroso que una mujer celosa, más temibles son que las fieras xD
Estaré esperando la continuación con avidez lectora.
Un abrazo
Por desgracia continua la desconfianza en las clases dirigentes, verdad?
ResponderEliminarQue tengas un hermoso fin de semana
Muchos besos, Isabel.
La influencia de una mujer puede ser muy poderosa... Por lo menos hasta ahora tienen el visto bueno de Juno.
ResponderEliminar¡Besos!
Va a haber mucha intriga, ya lo ví. Lo pienso y veo que nuestro comportamiento no ha evolucionado mucho con el transcurrir de los siglos ... es que hay cosas que nunca cambian.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo!!
GUAU!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarAPARECIÓ EL MALO, MALÍSIMO, JA.
MUCHAS GRACIAS ISABEL POR HACERME PARTÍCIPE DE ESTA BELLA HISTORIA.-
SIGO ATRAPADO POR LA REINA, ME PARECÍA QUE LA CALMA IBA A DURAR POCO.
EXCELENTE NARRATIVA.
AMIGA
QUE TENGAS UN HERMOSO FIN DE SEMANA
BESOS
ADAL
¡Qué linda manera de empezar mi día, Isabel, leyéndote!
ResponderEliminarMuchos besos.
Me tienes atrapada...... así que las mujeres decididas suponen un peligro... eso me explica muchas cosas...
ResponderEliminarBesos querida.
Isabel me encanta como me describes soy igualica,igualica, igualica. Guapa, celosa, joven, intrigante,inquieta,y rica y si a todo eso le añades que soy sobrina del gran sacerdote Adal, inteligente suspicaz, receloso, guapote, adivino y un poquito malo nos vamos a hacer los dueños del mundo.
ResponderEliminarAhora en serío, te sigo el hilo de la obra, el personaje de la Reina Dido no puede ser más perfecta su descripción.Es una auténtica jefa de Estado, controla con acierto todos los movimientos que realizan sus mandatarios para la posible creación de su ciudad.
Un abrazo muy fuerte.Nina
La intriga empieza a mover sus piezas para afrontar la coyuntura. Es indudable que en todas las grandes decisiones de la historia aparecen los celos y las ánsias de poder. Será el banquete una trampa?? Nos has dejado algo ansiosos, amiga. Abrazos.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarCiertamente ha sido largo y lleno de peligros e incertidumbres el camino recorrido por los fenicios para llegar hasta estas tierras libias...Nunca vi' a Dido tan decidida a quedarse!! Y estoy segura que lo lograra' con su astucia sovrana y lucida determinacion. Aunque desde las sombras de los celos la sonrisa de Utyke no promete nada bueno...hummm
ResponderEliminarMagistral relato que he disfrutado como todo los otros, ahora junto a mi hija...otra fan tuya!
Un abrazo Isabel.
Mi reina; con la experiencia que tengo en las obras de la Expositorium Cesaraugusta 2008, te puedo asegurar que las obras del puerto y la muralla serán eternas, durarán hasta que se caigan. En ello pongo todo mi entusiasmo y por el mismo precio voy a construir un par de acueductos que llevarán el agua de nuestros manantiales a todas las casas de gente rica y de dinero, patricios de buena familia o ricos comerciantes y también a los plebeyos que hayan hecho fortuna y se alojan en casa de una sola planta con patio interior (impluvium) recubierto de mosaicos llamadas domus. (A los pobres que empiecen a pedir subvenciones al Senado).
ResponderEliminarUn saludo mi reina y reza para que no llueva mucho y se paralizen las obras de la muralla.
Besitos
Que mala, pero mala ...
ResponderEliminarCelosona se puso mira tu.
Besos
Hola Isabel, siempre he amado la literatura, me parece una maravilla y un gran lujo poder disfrutar de la calidad de la tuya, que no se si es que me lo parece a mi, pero cada día es mejor.
ResponderEliminarUn beso.
Lady REad
Una mujer celosa siempre es peligrosa.
ResponderEliminarMe encanta esta historia!
Abrazos.
celos, dudas, Yarbas, cenas y Dido...
ResponderEliminarmmmm, tantas tantas cosas han pasado que todas juntas se me hacen aún más jugosas!!!
espero ansiosa el capítulo que viene Isabel, joder que sabés de la naturaleza humana, eh?
chuicks!!!
La rivalidad femenina por un hombre... ¿A qué me suena eso?
ResponderEliminarRomana, como siempre, estupendo relato. Y, como siempre pido más, más mássssssssssssss.
Un beso, Romana.
Acabo de regresar y no tengo tiempo para ponerme al día con los capítulos atrasados que merecen una lectura sosegada para disfrutarlos al máximo, así que sólo te dejo un saludo, pero volveré para leerlos todos.
ResponderEliminarUn abrazo
Los celos son una emocion peligrosa, auguran problemas
ResponderEliminarSin embargo Dido se saldra con la suya q para algo es la prota :P
Un besazo
Me encantó este párrafo,cuanta verdad encierra!y tambien los infundados celos de la sobrina de sacerdote de Hèrcules
ResponderEliminar- (¡Estúpidos fenicios! Han venido en mala hora – dice sin ocultar su irritación. Sus ojos oscuros echan chispas de ira – ¿Han de venir extranjeros a echarnos de nuestra casa? ¿Qué tienen ellos que ver aquí? ¿Y qué clase de zorra es su reina? )
cariños
Carlos
Otra enemiga a la vista y no se quien será más peligrosa, las diosas que están un poco enfadadas o Utyke llena de celos. Ya puede Dido sacar a la luz lo mejor de su diplomacia o se verá en un buen apuro.
ResponderEliminarPena haber llegado ya al último capítulo editado, ahora me toca esperar la continuación.
Un abrazo y mis felicitaciones por este maravilloso relato.
No tengo ninguna duda de que la reina Dido sabra hacer algo al respecto. Eso si, no se como lo hará, pero ya lo iremos viendo.
ResponderEliminarSaludos, Isabel.
Qué peligrosa parece Utyke!! Espero que Juno esté a favor de Dido en estos momentos.
ResponderEliminarBesetes de krisish
Muy interesante, Isabel. Enhorabuena. Siempre tan bien documentada. Saludos.
ResponderEliminarCadas vez que te leo me es imposible trasladar todo a nuestra sociedad actual. En esto tambien radica la riqueza de lo que escribis.
ResponderEliminarUn beso y que tengas una feliz semana.
Hummm... cuanta intriga. Los celos son malos consejeros pues nacen de la inseguridad, esta chica no esta segura ni un apice de la persona con quien se ha criado, y encima Yarbas tiene mal caracter y no quiere competencia.... pero lo que tiene que suceder de una u otra forma sucedera.
ResponderEliminarParece que poco a poco se van poniendo la cartas sobre la mesa en esta segunda parte: tenemos el sueño -crear una nueva ciudad- y tenemos un conflicto con Utyke que seguramente complicará la consecución del sueño.
ResponderEliminarComo siempre, da gusto leerte, y en este caso, estoy muy interesado en que nos des a conocer más a Utyke. De entrada, nos puede parecer "la mala de la película", pero estoy seguro de que si entendemos sus motivaciones, quizá tampoco sea así de manera tan radical... No se, es mi opinión.
Me ha parecido deliciosa, cinematográfica -por su visualidad-, y muy ingeniosa la manera en que nos describes la visión de Juno desde las alturas.
Salud
Parece que encontrar casa por allí estaba tan caro como por aquí..;);)..es broma ...estoy impaciente por vewr que hace esta malvada...besos
ResponderEliminarFelicidades por el blog, te invito al mío, sobre todo si puedes pásate por mi perfil, y échale un vistazo a "el mundo de claudia"
ResponderEliminarBesos.
...la hermosa Dido tiene una rival para una guerra que ni siquiera conoce...seguro que resolverá con inteligencia...un beso desde el rincón de descanso, siento no pasarme por tus letras tan amenudo como quisiera.
ResponderEliminarBesote
Isabel...estaba de viaje, pero regreso a seguir emocionada tu hermosa historia, que maravillosa habilidad tienes, para mantener el suspenso, sigo leyendo.
ResponderEliminarBesos.
Acabo de regresar de mi viaje particular de vacaciones y me encuentro con tus dos últimas entradas. Muy buenas, como el resto de la historia.
ResponderEliminarY gracias por permitirme aparecer en la historia.
Besos.
...Isabel querida... deberé abandonar a mi reina por un tiempo, que me alejo de internet... les dejo a ambas grandes abrazos... y ya volveré, para seguir fundiéndome en esta historia...
ResponderEliminarApreciada amiga, te escribo para decirte dos cosas:
ResponderEliminarPrimero: Tienes un poder enorme, el de las palabras.
Segundo: Me voy a ausentar un tiempo.
Un abrazo y un beso llenos de cariño.
No se en verdad cual es mejor... si la primera o esta segunda parte.. ambas me han encantado, los detalles con que narras, las imágene que nos traes... Veo que Dido es una incansable viajera... nus deberes la han obligado a ello pero independiente mucho que lo disfruta aunque muchos de sus encuentros no sean precisamente como ella quisiera.
ResponderEliminarYo la sigo, te sigo... esperando mas acontecimientos.
Besitos,
Releyendo de nuevo y maravillandome de tu talento...
ResponderEliminarQueridos amigos: he estado unos días ausente y, al regresar, me he encontrado con el pc inútil por completo... No puedo responderos a todos ahora, pero prometo hacerlo en cuanto tenga otra vez el pc en casa. Besos y hasta pronto.
ResponderEliminarAmiga qué extraño... te dejé un mensaje aquí.... Contándote que en mio país hay una cidad que se llama Cartago... Y no esté....
ResponderEliminarIgual un abrazo con todo el cariño que sabes que te tengo....
Opppsss.. Un poco deshubicado de mi parte.. y encontré mi comentario... y he tomado una decisión... voy inmediatamente a imprimir tus escritos sobre esta historia y me los leeré de camino altrabajo en esta semana, porqeu me he quedao atrás....
ResponderEliminarUn fuerte abrazo amiga mía. Desde esta pequeña pero gran distancia....
Los celos tienen mucho que ver con los complejos, una mujer exitosa, tendrà siempre que enfrentarse a ese gran problema.
ResponderEliminarUN BESO Y QUE HAYAS DISFRUTADO DE TUS VACACIONE.
Los celos son un veneno muy potente que engaña con su dulce sabor...
ResponderEliminarIsabel, siento lo de tu pc, pero le entiendo, le haces trabajar mucho, seguro.
Un beso
Yo sigo avanzando con Dido, ya voy por la segunda parte. A ver si de una vez me logro poner al dia :)
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