Desde la playa, el príncipe troyano contemplaba las ondas llegar sumisas a la orilla y pensaba que eran tan engañosas y traicioneras como los propios griegos, feroces y temibles como ellos. El dolor y la tristeza se le transparentaba en los ojos y sus intentos de consolar a los demás resultaban vanos.
- Amigos – dijo la amazona Iskias al fin, alzando la voz – no conviene a nuestra supervivencia el dejarnos abatir por la desgracia ni lamentarnos. Llevamos con nosotros a los dioses penates de Troya ¿no es así? Aún nos dirige nuestro príncipe Eneas y sigue floreciendo en edad y fortaleza su hijo Ascanio. ¡Ea! dejémonos de llanto y pasemos a la acción. Estoy viva y tengo hambre, así que me voy a internar en esa selva y trataré de abatir algún venado o cualquier otro animal al alcance de mis flechas.
Estas palabras hicieron reaccionar a los troyanos. Varios hombres tomaron las armas para acompañar a Iskias; el enérgico Palinuro, timonel de Eneas, dirigió la operación de sacar las naves del agua y ocultarlas entre las rocas que se alzaban, majestuosas, abrigando cada extremo de la playa; Icarus decidió con Eneas cuál era el lugar más seguro para ubicar el campamento y, a continuación, distribuyó las tareas de acopio de leña y agua, y envió exploradores tierra adentro.
Con ojos maternales, la diosa Venus vio desde lo alto los fuegos encendidos y la carne asándose en espetones; contempló los grupos de troyanos y sus minúsculos afanes: unos descargando las naves, otros poniendo a secar las ropas que la tormenta había empapado, éstos avivando el fuego, aquellos improvisando tiendas con troncos, lonas y ramas para protegerse de la intemperie; su nieto Ascanio ayudaba a la viajera Cirene a organizar los fardos donde Eneas guardaba sus tesoros personales más preciados: una túnica de su padre, el noble Anquises, cuya muerte aún lloraba el príncipe troyano; algunas pertenencias de Helena de Troya, aunque su solo nombre le causaba espanto, y otros objetos de no menos valor.
Venus detuvo su mirada unos instantes en Cirene. Esta joven, quien aún no había concebido prole, se había convertido en una segunda madre para Ascanio, atenta siempre a sus necesidades, pródiga en afecto, ejemplo de firmeza ante el infortunio. Y decidió que, llegado el momento, le concedería un hijo y le otorgaría todos sus anhelos.
Recordó la diosa, entonces, cuánto tiempo hacía que su propio hijo Eneas padecía toda clase de penurias. Cuán sólo estaba desde la muerte de su padre, sin esposa, sin ninguno de los placeres que, por su edad y condición, habría podido disfrutar. Abrumado por la responsabilidad inmensa de fundar en las costas del Lacio una nueva Troya, ni su espíritu ni su cuerpo hallaban descanso.
Venus experimentó el dolor en su corazón de madre y sintió necesidad de proporcionarle un tiempo de reposo, un poco de bienestar. Y viendo que Mercurio había cumplido la misión encomendada por Júpiter de propiciar a favor de Eneas el ánimo de Dido, decidió orientar los pasos de su hijo hacia Cartago.
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El poeta Trailo ha concluido su lectura en medio del silencio. El aire nocturno estremece las hojas del granado y hace crepitar las antorchas con las que hemos debido alumbrarnos. La luna está muy alta y nos ofrece su rostro redondo y pleno, tal vez mirándonos como dice Trailo que miraba Venus. Durante un rato no se ha movido nadie, clavado cada uno a su asiento, conmovidos. He visto a una anciana enjugarse los ojos y me pregunto qué le ha hecho llorar. ¿Quién de nosotros no ha sufrido, quién no ha visto padecer a los suyos? Barce solía decirme que en las ocasiones emotivas y en los funerales, cada uno lloraba sus propias penas y sus propios muertos.
¿Fue eso lo que le ocurrió a Dido? ¿Halló en el sufrimiento de Eneas un reflejo del suyo propio, puesto que tantas pesadumbres tenían en común?
- Volvamos a casa, señora Imilce – me dice Karo cogiéndome del brazo – hace demasiado fresco.
Como si me hubiera despertado de una bofetada, Karo me devuelve al presente y me libera del hechizo turbador de las palabras. Me doy cuenta y me indigno con el juego de Trailo: pretende provocar nuestra compasión por Eneas y eximirlo de toda responsabilidad en la desgracia de Dido. Siento hervirme la sangre en las venas.
- Para fresco, el poeta – respondo airada, casi rabiosa – Y por si fuera poco, se presenta él mismo como fruto de un don concedido a su madre por la diosa Venus. ¡Jamás he conocido un descaro semejante!
* Detalle de busto de Antinoo. Museo Centrale Montemartino. Roma.
**Detalle de balaustrada de la capilla de Vasari. San Pietro in Montorio. Roma.
***Detalle de pintura mural. San Sebastián al Palatino. Roma.
**** y ******Detalle del artesonado de la basílica de San Pablo Extramuros. Roma.
*****Hornacina con la diosa Venus en el interior de un patio de Roma.
Queridos amigos, os pido disculpas por el retraso en colgar este post. He tenido problemas con el pc. Saludos a mis amigas del Clínico.
ResponderEliminarCompa Isabel, no tienes por qué disculparte: los imponderables de la informática son así (eso sí, en Roma, estas cosas no pasaban, todo hay que decirlo...).
ResponderEliminarLo importante es que ya estás aquí, para que podamos seguir disfrutando de tu relato.
Un abrazo.
En serio Eneas provocó una desgracia en Dido? Yo en su lugar no lo perdono, al contrario, que pague, que vengan VEN y GANZA.
ResponderEliminarSaludotes, abrazotes y besotes
Sweet Dreams, de todo Corazón:
Arthur
Uyuyuy! pues que pase lo que tenga que pasar, por un momento se me cruzó por la mente que la reina Dido y Eneas se podrían casar, porque podría ser su destino. Pero luego acabé de leer y vi que si le causó daño, entonces de ninguna manera podría ser así.
ResponderEliminarSaludos, abrazos y besos
Nice Day, con toda mi Alma:
Gusthav
lo del pc has sido Juno que la estás dejando mal y claro,
ResponderEliminar- (TEBAS a enterar tu Romana)
casi la oigo retumbar
oye, 5 capítulos mas pa ya estaba la una siendo contemplada por la Juno, ¿a ver si va a ser celos de Dido...?
Bueno esto con los dioses se anima,
Hola Isabel!!
ResponderEliminarDefinitivamente en esos momentos de abatimiento extremo siempre está ese alguien que a base de una enorme fortaleza saca adelante al resto ... eso me hace pensar que cada tipo de temperamento es muy necesario, hasta la persona más tranquila es necesaria en determinadas circunstancias.
Es un placer volver a leerte :)
Saludos y besos.
Hola, Isabel!!
ResponderEliminarParece que en estos días todos andamos algo apresuradas y cortos de tiempo.
Pero permanecemos.
:)
Un beso
No tienes porque disculparte, yo ni me he percatado de la tardanza. Estoy en pleno cambio de aires, un poquillo ajetreada pero muy contenta... Ya te contaré.
ResponderEliminarBesets
Una nueva senda se abre en esta aventura y aquí quedo esperando, con mucha curiosidad, el próximo capítulo. Muy buen texto, como de costumbre. Abrazos.
ResponderEliminar¿Que es el tiempo cuando el futuro está en la puerta?
ResponderEliminarSaludos
Ya tenemos al gran Eneas a la vista. Me cae muy bien este chico, además debió ser muy guapo.
ResponderEliminarYa estoy deseando el encuentro con nuestra heroina y parece que queda poco
Besos
solo comentar que es un placer seguir leyendote
ResponderEliminarNo importa que tardes en publicar, pues siempre llegará y podremos disfrutar un ratito más.
ResponderEliminarGracias.
No importa lo que tardes en escribir, estoy pendiente de tus letras... bellas como siempre!
ResponderEliminarMuchas veces necesitamos a una Iskia que nos diga: no abatirnos por las desgracias y lamentos, ahora esperar a Eneas
ResponderEliminarGracias Isabel, y lo de la pc creo estamos parecida
Un abrazo amiga
Como te digo siempre, me provoca mucho placer leerte, pues para mí es un tema apasionante, pero me declaro muy poco conocerdor. Y este hermoso espacio que tienes puedo ingresar a este maravilloso mundo...
ResponderEliminarUn cálido abrazo.
MentesSueltas
Cuánta intensidad¡¡, me traslado con tus relatos, siempre es una delicia, querida Isabel.
ResponderEliminarMuchos besos y mi admiración.
La verdad es que Don Trailo se esta pasando un poco de la raya: es cierto que deben haber llegado hecho jirones, de 20 llegaron solo 7 implica una gran perdida y eso siempre duele, pero de ahi a ser el la promesa de un hijo de Venus a su madre.... hummm. Y los fenicios tambien las pasaron negras en su viaje tambien. Aunque aclaro, el arco de tiro lo tengo guardado en un cajon, ultimamente le estoy dando un poco mas a la espada.
ResponderEliminarYa sabéis cómo son algunos poetas, se creen las almas del mundo... y por eso se conceden tantas gracias...; se creen cordeleros para salvar el mundo... ¡Ay si supieran la verdad!, ¿verdad querida amiga?.
ResponderEliminarBesos
De este capítulo me llaman la atención dos personajes: Por un lado la amazona Iskias, que ante el abatimiento de los demás, levanta su voz para dar ánimo y decide luchar por la supervivencia frente a las adversidades. Una muestra de la mujer luchadora, guerrera, que no se deja vencer fácilmente.
ResponderEliminarPor el otro lado, me resulta conmovedora la diosa Venus y su sentir materno. Su preocupación y el dolor que siente hacia su hijo. Esa es otra mirada interesante que nos muestras de los diferentes roles femeninos.
Qué bien se te dan estos personajes, Isabel.
Un abrazo.
Hacía mucho que no tenía ocasión de sumergirme en tus aguas romanas. Tú ya sabes por qué.
ResponderEliminarEmerjo a la superficie purificada y llena de emociones.
Besos orgiásticos.
Las desgracias nunca vienes solas, se suele decir. Y cuando dos desgracias se unen no hacen otra cosa sino que sumar.
ResponderEliminarMe gustó mucho el personaje de Iskias, mujer decidida que no se deja derrotar fácilmente por la adversidad.
La historia cada vez pinta una nueva aventura...
ResponderEliminarque sigue???
estoy ansiosa por conocer a detalle lo que Eneas pudo haber ocasionado en Dido...
aunque con la fortaleza de la reina..... no sé...
Mil besos querida amiga:)
nice work
ResponderEliminarI like it
thank you and have a nice day
:))
wowwwwwwww esto se sigue poniendo cada vez mas y mas jugosoooooooooo
ResponderEliminarGracias Isa!!!! me llevas a volar por pasados magicos!!!!!!!!!!
Celebro que se haya recuperado tu PC, Isabel, es algo por lo que a todos, tarde o temprano nos toca pasar. Curiosas circunstancias las de la vida moderna.
ResponderEliminarLo son también las de aquellos remotos tiempos que narras y en la que nos encontramos con los huidos de Troya en una situación muy parecida a aquella por la que había pasado Dido. ¿Querrá esto decir algo?, ¿se iba a convertir aquél lugar en una de aquellas tierras prometidas que acogían a los perseguidos y desheredados?.
Curioso personaje el del poeta.
Salud
Hola manuel márquez, gracias por tu puntualidad. Saludos cordiales.
ResponderEliminarHola querido arthur, Ven y Ganza adquieren a veces apariencias muy sutiles... Es mejor no llamarlas. Besitos.
Hola gusthav, ya veremos cual será el destino de estos dos seres excepcionales: Dido que fundó Cartago y Eneas, padre antecesor de los romanos. Besitos, guapo.
Hola anarkasis, te parece que la presencia de los dioses anima la acción, y eso es porque a tí no te han pisado el callo...Besotes.
Hola minerva, tienes toda la razón: todos los caracteres son necesarios, porque consiguen formar un equilibrio. Besos y hasta pronto.
Saludos, almena, si tu vas atareada, imagínate a la señora Imilce, que entre unas cosas y otras no para de dictar su texto y recibir disgustos. Besitos.
ResponderEliminarHola krisish, seguro que ese cambio te favorece. Besotes, guapa.
Saludos, fgiucich, los próximos capítulos nos traerán muchas emociones. Al menos, eso espero. Besos.
Hola manuel, el tiempo corre siempre a su aire. El mejor es el presente. Besitos.
Saludos, ula, Eneas reune todos los requisitos para seducirnos: es un héroe, troyano, guapo, príncipe, valiente... ¿Qué más se puede pedir? Los defectos, evidentemente, me los callo. Besitos.
Hola Isabel, muchas gracias por tus bellas letras. Me gusta seguir esta maravillosa historia.
ResponderEliminarCuando he visto de nuevo a mi personaje me he emocionado mucho, muchísimo. Gracias por este regalo tan alucinante para alguien como yo que ama los libros, esos libros que me han acompañado toda la vida, en todos los momentos.
Siento la discontinuidad, estoy iniciando una nueva aventura y tengo que racionalizar mis energias.
Respecto a lo de las Jornadas, cuanto tengamos la web, allí te puedes inscribir o si tienes mucho interés puedo darte la cuenta para una preinscripción. El precio va a ser de 20 euros, porque sino no podemos montarlo, ya sabes el dinero. Será en la facultad de Filologia, 30 de noviembre y 1 y 2 de diciembre, a mi me parece que estaran geniales.
Un beso sórico.
Cirene.
Saludos, el analista, gracias por dejar rastro. Saludos cordiales.
ResponderEliminarHola kurtz, en una historia tan larga como está resultando ésta, sí me da apuro tardar en postear, porque me parece que vais a perder el hilo... Besitos.
Hola ave fénix, gracias por tu constancia. Besitos.
Saludos, alida, creo como tú que necesitamos muchas veces el impulso de Iskias para no dejarnos vencer por la melancolía y el abandono. Parece que me ha mejorado el pc, aunque no me fío... Besos.
Hola mentessueltas, yo aspiro a interesar a quienes no conocen esta u otras historias o no saben de Roma. Creo que no es necesario tener conocimientos previos, sino dejarse seducir por el relato. Besos.
Hola morgana, gracias por dejarte llevar... Besitos.
ResponderEliminarHola lady zurikat, el asunto es que todos, tirios (porque proceden de Tiro) y troyanos lo han pasado mal. Y como dice la señora Imilce ¿quién no ha visto sufrir a los suyos? Eres buena con la espada, el arco y las palabras. Besitos, querida amiga.
Hola kostas kamaki, creo que Trailo está siendo juzgado con mucha severidad por la señora Imilce. ¿Quién puede librarse de un poquito de presunción? No es como el cordelero, todo humildad, pero también todo acción. Besos.
Hola rosa silverio, creo que en esta historia la diosa Venus muestra muchas caras. En eso es como nosotras, que tambien tenemos rostros poliédricos y luces y sombras... Besos, querida amiga.
Hola ella y su orgía. El haberte zambullido en la publicación y presentación de tu libro sin duda te habrá reportado muchas emociones satisfactorias. Está bien que vengas aquí a descansar un poco. Felicidades.
Hola zebedeo, sin duda Iskias es un puntal en el grupo de los troyanos. En cuanto a Dido y Eneas, veremos pronto qué les depara el destino. Besos.
ResponderEliminarHola cieloazzul, seguro que la aventura de la reina no tiene tanta tensión como las que vives tú, aunque es también emocionante. Besotes.
Hello sharm, and wellcome. Have a nice day.
Hola aurefaire, es propio de las hadas volar... Besos, querida amiga.
Hola charles de batz, desde luego hay ciertas similitudes en la huida y la búsqueda de una nueva vida entre Dido y Eneas. Veremos en qué termina este encuentro que parece inevitable. Besos.
Hola lady read, comprendo que haya que administrar las energías para poder llegar razonablemente a todo. Ya ves que aquí tienes la protección de Venus, así que no tienes nada de qué preocuparte. Estaré atenta a las Jornadas. Besitos y hasta pronto.
ResponderEliminara preiocupção materna da deusa vénus... não sabia esta parte...
ResponderEliminarabrazo europeu, en un trem... :)
Me estoy poniendo al dia Isabel...
ResponderEliminarEchaba de menos estos relatos. Te transportan a la era de las leyendas.
Ascanio eh?.. Los Julios decian descender de el. Y tambien de Eneas. Cayo Julio Cesar, decia que quizás Ascanio y Iulio eran la misma persona, o parientes consanguineos.
Por cierto... esa bendicion de Venus tenia una segunda parte. Se decia que, todas las descendientes de Venus, todas las Julias, harian felices a sus maridos, ya que tenian algo de Venus. Por lo menos se seguia diciendo eso en la epoca de Cesar, y el asumia que descendia directamente de Venus en 39 generaciones.
Esas leyendas me encantan. Cartago y Roma. Sigue ahi.
Un saludo de Edem.
Fascinada de leer tus historias que hacen que me olvide un poco de una triste realidad.
ResponderEliminarGracias por tu compañía. Y como siempre, disfrutando de tus detalles... quiero volver a Roma ya! :D
Isabel, Isabel, Isabel. No sabes cómo he estado. Hoy tuve el tiempo necesario para ponerme al dia con Dido y Eneas, por fin. Me imprimi los casi dos meses de posts pendientes y me los lei maravillada. No ahondaré en explicaciones del por qué de la tardanza, solo diré que lamento no haber podido comentar cada uno de los posts que me he leido de un tirón, cada uno una pequeña joya literaria de este maravilloso collar que se ha ido formando con tu historia. Lo bueno de haberlo leido asi es que me he ahorrado los suspensos de varios dias entre uno y otro, ja, ja. Maravillosa narración, llena de emoción, suspenso, amor y humor. Me ha encantado. No puedo evitar darte las gracias por esa escena preciosa de la danza de Díncer y su romántica historia de amor... Tampoco puedo evitar notar este proceso alterno a la historia, por el cual nosotros, tus lectores y lectoras hemos conformado un verdadero pueblo virtual de la antiguedad; con una historia en común. Ya les tengo cariño y siento complicidad con todos y todas...
ResponderEliminarGracias, gracias y gracias y un abrazo.
Ximena
Trataba de ponerme al día con la lectura, llevo un buen rato leyendo...
ResponderEliminarapasionante!
Gracias por la visita y el saludo en mi espacio.
Un abrazo.
Nos pasamos la mitad del poco tiempo que tenemos disculpándonos con los buenos amigos (virtuales o del abrazo ya sido) por no abarcar, no atender, no estar. El caso es que la ubicuidad es imposible, y aunque seamos injustos a veces, elegir es obligado.
ResponderEliminarDe todos modos hay un ramillete de imprescindibles que trato siempre de deshojar en cuanto tengo un rato.
La editorial y otros menesteres me tiene ocupado de más, pero no quiero ni pensar el día que tenga la misma suerte que Ella y su orgía, porque puedo palmarla de inanición, o agotamiento, si he de vérmelas con la defensa de un libro propio.
Y ya puestos me pregunto ¿para cuando tus sagas en papel, querida Romana?
pd: se te extraña en las alas.
;);)..ahora exigimos tu papel...un beso amiga.
ResponderEliminarHola mixtu, la diosa Venus peleó mucho a favor de su hijo Eneas, incluso se enfrento muchas veces a Juno por esa causa. Es madre de la nación romana. Besitos y buen viaje.
ResponderEliminarHola edem, me has dado una gran alegría con tu visita, te echaba de menos desde hace mucho tiempo. Como señalas, la familia de los Julios se tenían por descendientes de Eneas a través de su hijo Ascanio o Iulo, pues le llamaban de las dos maneras. Y, a través de Eneas, descendientes de la diosa Venus. Una diosa, por cierto, muy estimada en Roma. Besos, querido amigo.
Hola bettina perroni, debes volver a Roma cuanto antes. Es una tierra muy terapeútica: te das cuenta enseguida de que el tiempo es nada, y nosotros somos nada y hemos de disfrutar el momento: Carpe diem, como decía Horacio. Besos, querida amiga.
ResponderEliminarHola ximena, a veces nos ocurre que vamos tan atareados que no podemos llegar a todo lo que quisiéramos, lo se muy bien. Me alegro que hayas disfrutado de la lectura de una historia en la que estás implicada, como todos nosotros. En general, creo que gustó mucho tu danza. Y, además, le dio la idea a la reina Dido sobre cómo utilizar la piel de toro... Espero que la continuación y el final de esta historia te resulten también satisfactorios. No tanto por cómo se resuelva la historia como por el recuerdo que deje en nosotros. Besos, querida danzanira.
Hola safiro en septiembre, muchas gracias por tu visita y el interés en cogerte a la historia. Espero que nos frecuentemos. Saludos cordiales.
ResponderEliminarSaludos sergi bellver, queremos o necesitamos o nos vemos obligados a abarcar tanto que resulta difícil cuando no imposible. También yo sufro esa limitación. Y espero con ilusión el día en que pueda ver impresas estas u otras historias, como ha tenido la fortuna de ver ella y su orgía. Espero que todo te vaya bien. Besos, querido albatros.
Hola fernando, no sé cuál es mi papel en esta historia, más que teneros al corriente de lo que se cuece en Cartago... Besitos.
Isabel, me pudo mucho las últimas preguntas acerca del dolor, el de las penas, el de los muertos.
ResponderEliminarSentí el corazón apretado.