domingo, julio 01, 2007

13.- El dios Cupido obedece las instrucciones de su madre Venus.


La reina Dido se está engalanando para recibir a los troyanos. De una pieza de púrpura se ha hecho confeccionar una túnica cuyos pliegues caen hasta el suelo después de remarcarle los senos y definir, sutilmente, el contorno de sus caderas. Con agujas de marfil, Barce termina de sujetarle el cabello en la parte alta de la cabeza, dejando a la vista la finura y esbeltez de su cuello, libre de otros adornos. Sobre la frente, una cinta de oro le ciñe las sienes y transforma en dorada la luz de su rostro. La perfección de los ojos queda subrayada por una fina línea de khol y pétalos de flores frotados con delicadeza enrojecen sus labios.



- ¿Cuál me pongo? – pregunta Dido extendiendo ante ella ambos brazos y observándose las muñecas. Duda entre un brazalete de oro con espirales grabadas a punzón y otro de bronce totalmente cubierto con franjas de esmalte blancas, azules y rojas. Los dos son bellos y favorecen el color de su piel.

- Estás preciosa, hermana. En mi opinión, te conviene más el brazalete de oro. Es hermoso y regio. ¿No te parece, Barce?

- A mí me gusta. Y no añadiría más joyas que las fíbulas a juego en los hombros. Exhibir demasiada opulencia no es de buen gusto. Y menos delante de personas que han perdido hasta su propia ciudad.

- No creo que a Eneas le deslumbren las riquezas. Es bastante serio – dice Anna, como si la seriedad fuera incompatible con la ambición – Y tiene fuego en los ojos… ¿Te has dado cuenta, Dido?

La reina se vuelve de espaldas y deja la pregunta sin responder. ¿Puede llamarse fuego a una mirada profunda y a la vez distante que traspasa el alma con la misma facilidad que un cuchillo atraviesa un queso tierno? El comentario de su hermana despierta el aleteo de un enjambre de abejas en su pecho. Hay emoción e impaciencia en la espera. No ha vuelto a ver al troyano desde que se presentó en el templo de Juno, hace ya una eternidad.


----


----

El príncipe Eneas y sus invitados al banquete alcanzaron Cartago al atardecer, cuando los últimos rayos solares caían oblicuos sobre la ciudad y la herían como una lanza. Las recias murallas, la majestuosidad y prestancia de los templos, el foro y otros edificios públicos, admiraron a Iskias y Cirene, quienes pisaban sus calles por vez primera. El dios Cupido, bajo la apariencia del joven Ascanio, fingió no haberla visto nunca, y de ese modo mantuvo oculto su ardid y los planes secretos de su madre Venus. Alegremente cogido de la mano de Cirene, llamando la atención de ésta hacia tal o cual detalle, recorrió las vías principales hasta llegar al palacio donde, radiante y confiada, le aguardaba su presa.


La reina, ignorante del peligro que se cernía sobre ella con la llegada de los troyanos, les esperaba de pie en el atrio. Irradiaba vitalidad y dulzura, dos cualidades que, cuando se presentan unidas, producen una flor hermosa y rara. Con gracia exquisita saludó a los recién llegados, fue presentada a quienes aún no la conocían y, por su parte, presentó a los demás comensales. Fue un momento de gratitud y gozo para los cartagineses, porque con esta invitación, la reina había distinguido no sólo a quienes la habían acompañado y compartido con ella el dolor de la fuga y el exilio de Tiro, sino también a aquellos que se le habían unido durante su largo peregrinaje sin tierra. Los primeros estaban representados por el Príncipe del Senado, el noble Aemilius, el noble Acus y su esposa Diana y el actor Anarkasis, además de Anna, hermana de la reina. Los segundos, por los hermanos Filón y Xilón de Atenas, la vestal Crisea, la amazona Nismacil, Dincer la bailarina y la matemática Teano (estas tres últimas raptadas en la isla de Rodas), el comerciante Palemón, el cartógrafo Igres y los autores de la decoración del templo de Juno: Cárminis y Demetrius Péder. Con esto mostró a los troyanos el carácter abierto de los suyos y la generosidad de su propia alma.

- Sed bienvenidos todos a mi casa y consideradla vuestra – dijo la reina – porque es mucho lo que nos une.


Tomó del brazo al príncipe Eneas y juntos entraron al salón del banquete. Si la belleza de los objetos de los que nos rodeamos reflejan de algún modo nuestra propia belleza, allí los troyanos pudieron ver cuán hermosa era la reina. El salón brillaba como una ascua encendida. En las paredes, a distintas alturas, se abrían numerosos nichos para alojar lámparas de aceite, revestidos por completo de láminas de plata y de bronce. Las llamas de las lucernas rebotaban y se multiplicaban en los metales, creando una iluminación brillante y, a la vez, misteriosa y cálida.

Los triclinios estaban colocados en los lados más largos de la sala, cuatro a cada parte, dejando suficiente espacio en el centro para las mesas y la circulación de los criados. Y al fondo, presidiéndolo todo, un lecho de una sola plaza para la reina. Todos los cojines y las telas eran de color púrpura y oro. Guirnaldas de hojas, flores y frutos decoraban el borde de las mesas vistiéndolas con los colores de la primavera. Delante de cada puesto, al alcance de la mano, se distinguían bellos cálices de vidrio. Ceñidos a las paredes aguardaban órdenes los servidores: eran muchachos y muchachas, en número igual al de comensales, vestidos con faldas cortas de lino, sandalias de cuero y brazaletes de bronce. Ni siquiera en la fastuosa Troya habían visto los invitados tanto esplendor ni un equilibrio tan perfecto entre la opulencia y la elegancia.

La reina había dispuesto los lugares de modo que cada troyano estuviese acompañado por dos cartagineses, reservando el primer triclinio de su derecha para el príncipe Eneas, flanqueado por Anna y la vestal Crisea, y el primer lecho de su izquierda para el joven Ascanio, cuya sonrisa brillaba tanto como el salón entero y sería agasajado por el Príncipe del Senado y la noble Diana.


- Antes de comenzar el banquete, ilustre reina – dijo el príncipe Eneas – permíteme ofrecerte unos regalos. No somos más que fugitivos sin tierra, como sabes, pero a lo largo de estos años hemos conservado bienes que nos eran muy queridos. Algunos, que ahora te mostraré, pertenecieron a Helena de Esparta, quien los había heredado de su madre y traído consigo cuando se enamoró de Paris y huyó con él a Troya.

Al tiempo que Eneas decía esto, Cirene se había puesto en pie. Sobre su brazo extendido mostró un velo finísimo, casi transparente, con los bordes festoneados de hojas de acanto bordadas en hilos de oro. Unos sirvientes lo tomaron con mucho cuidado y lo acercaron a la reina. A continuación, mostró la troyana un maravilloso manto de vuelo amplio, recamado en oro y plata sobre tisú color grana. Estas dos piezas eran las de Helena. Quedó la reina Dido fascinada, no sólo por su hermosura, sino también por la importancia de sus insignes dueñas. Las aceptó con palabras de alegría y agradecimiento, y mandó que las dejaran a un lado.

- Las joyas que ahora te ofrezco me son todavía más queridas, porque solía usarlas mi prima Ilíone, hija mayor del rey Príamo: con ellas quiero demostrarte cuánto es mi aprecio por ti y cuánto me enorgullezco de haber sido recibido como un amigo.


Las joyas anunciadas eran un cetro de oro fundido, una soberbia diadema que se alzaba en pico por el frente y estaba cuajada de piedras preciosas y un hilo de perlas. Apenas había tenido la reina tiempo de admirarlas de lejos, cuando se alzó una joven voz.

- Permíteme, señora, que yo mismo te coloque el hilo de perlas – dijo Ascanio levantándose al mismo tiempo de su triclinio.

La reina Dido lo miró con ojos favorables: era un niño tan bello y encantador, se parecía tanto a su padre… Asintió sonriente y en un instante tenía junto a ella a Cupido. Como quien alarga el cuello a un verdugo sin saberlo, con la misma inocencia tendió ella el suyo a ese dios despiadado. Y él, sin asomo de compasión, aprovechó el momento de anudarle el hilo para clavarle en el corazón, por la espalda, una flecha envenenada de amor.






*Detalle de escultura femenina. Venus Esquilina. Museos Capitolinos. Roma.
**Asís moderno al atardecer.
***Detalle de fresco de la loggia de Cupido y Psique. Venus señala a Cupido su presa. Villa Farnesina. Roma.
****Detalle de escultura clásica. Real Academia de España en Roma.
*****Escultura de una Vestal. Exposición en el Coliseo, 2004. Roma.
******Detalle de un fresco con Cupido. Pompeya.
*******Detalle de una planta de begonias. Real Academia de España en Roma.

NOTA: Aquí puede verse el menú que
  • SOFONISBA, JEFA DE COCINA ha elaborado para el banquete que ofrecerá la reina Dido al troyano Eneas.

  • , , , , ,

    66 comentarios:

    1. Queridos amigos, pido disculpas por haber tardado un poco en colgar este post. He tenido unos días muy ajetreados. Besos a todos.

      ResponderEliminar
    2. siiiiiiiiiiii primeraaaaaaaaaaaa

      ResponderEliminar
    3. jajaja hora si a hacer un comment! jajajaj
      me imagino a cupido y su flecha... kisiera enamorarme asi... entregandome con la pasion q el provoca...
      kiza algun dia....
      te mando besitos de hada amigaaaaaaaa

      ResponderEliminar
    4. La flecha envenenada que hará que pierda Dido el timón...la que le llevará por caminos que no hubiera elegido jamás...pero quien sabe... nunca podemos saber que es realmente lo mejor... :)

      ResponderEliminar
    5. Hola a todos. Voy a responder aquí a un meme que me ha enviado paty. Lo hago en este apartado de comentarios para no interferir en la historia con un tema que no le corresponde.

      El meme propone decir 8 características o anécdotas, o historias personales que nos identifiquen. Así que allá voy.

      1.- Era tan buena de chiquitina, que mi madre se tumbaba a dormir la siesta, me dejaba sentadita en la alfombra, y allí me encontraba cuando se despertaba.

      2.- A mi abuelo paterno le gustaba mucho bromear y enseñar, así que cuando éramos pequeños, a mi hermano y a mí nos daba una moneda y nos decía "si a la semana que viene me la enseñas, te daré otra". Pese a todo, no he conseguido ser ahorradora...

      3.- En mi infancia me gustaba mucho fantasear, así que me metía debajo de la mesa de camilla (una mesa con faldas), ponía una sillita pequeña separándolas, como si fuera una ventana, y ahí me pasaba las horas imaginándome que estaba en un desierto, o en un bosque o cualquier historia semejante.

      4.- Nunca he sabido montar bien en bicicleta. Me caí en una zanja cuando aprendía y eso me desanimó. Vamos, que si voy en bici, me bajo y la llevo en la mano para subir o bajar cuestas... Ya os podéis imaginar qué ridículo.

      5.- Me gusta mucho cantar y creo que soy bastante entonada. Pero he de reconocer que no suelo escuchar música con frecuencia, así que estoy un poco anticuada.

      6.- Recientemente he escrito una guía de turismo con mi hijo para la editorial Everest. Ha sido una gran experiencia y para mi una sorpresa ver hasta qué punto nos entendemos escribiendo.

      7.- Disfruté de una beca de seis meses en la Real Academia de España en Roma y fueron los seis meses más felices de mi vida. Hay un premio para quien adivine por qué.

      y 8.- Soy una adicta a la coca-cola light, pero eso NO SIGNIFICA EN ABSOLUTO QUE ME GUSTE BUSH.

      En fin, queridos amigos, invito al que quiera a participar en este meme. Gracias a paty por acordarse de mí.
      Besos a todos.

      ResponderEliminar
    6. orale! que padres escritos, de verdad me encanta pasearme por aqui, aprendo mucho, besos, me voy a leer todo lo atrasado... jejeje!

      cuidate!

      ResponderEliminar
    7. Isabel!!!
      Por fin has puesto la continuación mira que moría de ansias por saber de las travesuras de cupido.... no sé pero pese a que las flechas envenenadas son por demás peligrosas, me conmueve saber que el amor entrará en historia...
      Además, leer tus ochos!!
      me ha encantado!!!!
      me dejas con la duda del premio a la adivinanza....
      mmmmmm...
      Mil besos querida amiga!!!!

      ResponderEliminar
    8. Ese "continuará" tácito de tus historias, una pausa justa, donde nos dejas a todos pendiendo de un hilo de fantasía...
      ...no es casual recibir a cupido en una escena tan primaveral, fragante y colorida. Menos casual son los colores predominantes que mencionas: el purpura y el dorado. Muy simbóloca la presencia conjunta de estos colores.

      Me dio mucho gusto leer tu comentario en mi blog Isabel. Me da mucho gusto a mi, "venir aqui" y leer lo que escribes.

      Un abrazo cordial, querida amiga.


      *

      ResponderEliminar
    9. Belleza de texto, amiga. Además he aprendido que era khol porque he tenido que buscarlo.

      Y encima tienes tiempo de un meme.

      ¡Como hubiéramos jugado de niños porque el punto 3 lo siento propio!

      Me sorprende mucho el 5, aunque sabemos que por Valencia tenéis un arte especial para la música.

      7.- ¿Encontraste allí a tu esposo?

      8.- Me parto con el ocho.

      Saludos.

      ResponderEliminar
    10. Anónimo8:50 a. m.

      Me encanta leerte, Isabel. Hacía tiempo que no podía disfrutar de la lectura de estas historias.

      En cuanto al meme, me atrevo a adivinar que te enamoraste en Roma ¿me equivoco?
      Un beso y un abrazo.

      ResponderEliminar
    11. Anónimo9:40 a. m.

      Es una droga dura el veneno de Cupido ¿no?
      Nos trastorna, puede llevarnos a la perdición, pero todos deseamos una nueva dosis.
      Y cuanto más tiempo hace que no hemos tenido conacto con este "veneno" más lo añoramos.
      Saludos

      ResponderEliminar
    12. Anónimo12:16 p. m.

      Isabel siento escribirte para esto, te ruego leas mi bloc. a sido , no lo se pero le pido perdon y no lopublica.besos nina

      ResponderEliminar
    13. Qué ambiente tan hermoso y elegante!! Estoy nerviosa por saber cómo conversaran Dido y Eneas tras haber sido envenenada... Y además sentada tan cerca de Eneas. Crisea estará muy atenta.
      Un saludo

      ResponderEliminar
    14. De todas tus bellas historias, ésta es la más hermosa. Abrazos.

      ResponderEliminar
    15. Barce tiene razón exhibir demasiado es de mal gusto; siguen los peligros para la reina, pero ella es muy cauta sabrá como resolverlos
      Excelentes respuestas al meme, creo que cuando niño a uno le gusta meterse debajo de la mesas; jeje el 8 la coca-cola es rica pero sin ese presi, trabajar algo con los hijos nos compenetra mucho y hasta nos ayuda limar tantas asperezas
      El premio será por tus escritos en mujeres de Roma
      Besos amiga

      ResponderEliminar
    16. Desde luego, ¡cuánto duele el último párrafo, cuánto duele! Y mira sólo lo estamos leyendo, si cierro lo ojos y lo creo sentir..., no sería ni capaz de hablar durante mucho tiempo..., por eso me dedico a los cordeles.
      Besos, queridilla Induraina!, jajaja

      ResponderEliminar
    17. AY! pobre Dido sometida a los caprichos de los dioses. Cómo tú bie decías en el capítulo anterior, dichoso el que se libre de sus miradas.

      Abrazos!

      ResponderEliminar
    18. NO TE GUSTA BUSH?, JEJE!!!

      LOS DIOSES NOS COMPLICAN LA VIDA, NO HAY DUDAS DE ELLO.
      CREO QUE CUPIDO, COMO SIEMPRE, HARÁ DE LAS SUYAS.

      ISA, QUE TUS HORAS SEAN HERMOSAS

      SIGO CONECTADO

      BESOS

      ADAL

      ResponderEliminar
    19. ¡Hola, Isabel!
      Me ha hecho mucha falta la historia de la reina Dido. Estuve unos días con problemas técnicos debido a que por donde vivo cayó un rayo y se dañó mi módem y la tarjeta de red de mi ordenador. Por suerte ya está todo solucionado, pero espero que ya no caigan ningún rayo aunque en mi país ya estamos en temporada ciclónica y para esta época son frecuentes.

      ¡Me ha fascinado este capítulo! Me encanta la manera tan sutil y encantadora con que describes cómo le clavan la flecha envenenada de amor, y creo que esa es una buena forma de terminar un capítulo. Tus capítulos parecen escenas de una película que uno puede imaginarse en la medida en que va leyéndolos.

      Estoy deseosa por ver cómo reaccionará ahora la reina Dido, qué tan loca la volverá el amor.

      Recibe un gran abrazo, amiga.

      Cariños,

      Ro

      ResponderEliminar
    20. Anónimo10:13 p. m.

      Es que cupido es un dios que se vale de malas artes, amí siempre me pareció un dios muy traicionero.
      Un beso.

      ResponderEliminar
    21. Querida Isabel, quiero comunicarte que he votado a tu excelente blog para optar al galardón de las 7 maravillas de la blogosfera.
      un abrazo.

      ResponderEliminar
    22. Ay ay, me ha subido la adrelina por eso de que estiró el cuello al verdugo, y cuando le clavó la flecha, uy, qué pasará? La reina correrá a los troyamos de su palacio? Se enojó? Qué pasará ahora? Uy, ya quiero leer lo que sigue.

      Me tenés al borde de mi asiento.

      Saludos, abrazos y besos

      Nice Day, con toda mi Alma:
      Gusthav

      ResponderEliminar
    23. Hola aurefaire, no juegues para nada con eso de los amores, y que te gustaría que te picaran con la flecha, etc. etc. Si sale mal, luego NO SE ADMITEN RECLAMACIONES. Besos, guapa.

      Saludos, mía, tienes toda la razón, no podemos saber qué es o qué ha sido mejor en la vida. En cualquier caso, conocer el amor es una de las mejores experiencias ¿no? Besitos, guapa.

      Hola blanche (no se hacer las figuritas), gracias por tu visita y tus ánimos. La historia está que arde. Besos.

      Hola cieloazzul, ya ves que a Cupido no hay quien lo pare. ¡Se está cebando con la reina, pobrecilla, que llevaba tantos años sola...! En cuanto a la adivinanza, es una broma, porque pensaba que lo sabíais: estoy loca por Roma. Besos, guapa.

      Hola carolina trinidad, la primavera está tan asociada al amor, que cuesta poco situar a Cupido en plena explosión de la naturaleza. Por otra parte, como bien sugieres, la púrpura y el oro son los colores de la realeza. ¡Y encienden pasiones!. Besos y hasta pronto.

      ResponderEliminar
    24. Anónimo12:09 a. m.

      Aunque esté ansioso por continuar leyéndote, se te perdona el retraso (yo también he tenido días ajetreados).
      Cada vez me gusta más seguir esta historia.
      Besos.

      ResponderEliminar
    25. Hola goathemala, creo que en todas las casas debía haber una mesa con un niño/a debajo...¿seremos todos los que ahora pululamos por internet? Besitos, querido amigo.

      Hola gabriela, me da gusto que vengas por aquí. Te diré que fue precisamente mi marido quien más me animó y me empujó a que pidiera esa beca. Él estaba convencido de que la conseguiría y creo que se sintió tan feliz como yo. Para mí la experiencia romana supuso un paréntesis en mis obligaciones familiares y laborales, y experimentar la enorme alegría de dedicar todo, todo, el tiempo a mí pasión por Roma, sin más obligación que disfrutarla a tope, conocerla, soñarla incluso. Y tuve además la suerte de hacer allí amigos entrañables y para siempre. Más no se podía pedir... Besos y hasta pronto.

      Hola ventura, uno de los efectos de ese veneno es, como señalas, que nos hace adictos a él. ¿Quién quiere una vida sin amor? Recuerdo ahora los versos de Machado: "En el corazón tenía/ la espina de una pasión./ Logré arrancármela un día/ ya no siento el corazón." Besos, querida amiga.

      Hola nina, he pasado por tu blog pero no he podido dejarte un comentario porque los tienes inhabilitados. De todos modos, lo he leído bien y creo que no debes preocuparte, porque está claro. Besos, querida, y cuídate.

      Hola krisish, supongo que te llegarán las vibraciones amorosas... El niño ha clavado la flecha a fondo, el muy malvado. Besotes.

      ResponderEliminar
    26. Saludos, fgiucich, espero que la historia resulte emocionante hasta el final. Besos y hasta pronto.

      Hola alida, pienso como tú, que la reina tratará de arreglárselas bien. Vermos qué pasa. Besotes, guapa.

      Hola kostas kamaki, es cierto que la reina se ha quedado sin respiración. Ha sido un golpe traicionero, aunque quizá no inesperado. ¡Tanto que se ha resistido...! Besos, cordelero.

      Hola perséfone, los dioses dan miedo, y la soledad también. Ya veremos cómo termina todo esto. Besitos.

      Hola el hippie viejo, yo también me conecto contigo, pero con poco éxito... Este niño Cupido es un peligro: cuando contamos la historia de Cupido y Psique, ya lo había calificado Júpiter de monstruo, el más dañino y peligroso del universo. Besos.

      ResponderEliminar
    27. Hola rosa silverio, es un palo eso de que se estropee el ordenador por un rayo, porque trastorna mucho. Espero que te libres durante toda la temporada. En cuanto a Dido y cuánto veneno le habrá inoculado el niño de las flechas, pronto se sabrá. Es más, seguramente tú, en tu papel de matorral aromático, lo sabrás antes que nadie. Temo, incluso, que te conviertas en cómplice. Besos, querida amiga.

      Hola gregorio verdugo gonzález-serna, creo que es el dios más traicionero de todos y al que más invocamos. Los mortales somos así de tontos. Saludos cordiales.

      Hola tanhäuser, muchas gracias por votarme, sobre todo porque no es fácil decidir entre tantos blogs maravillosos. Besos.

      Hola gusthav, ya veremos cómo reacciona la reina cuando se de cuenta de que el niño Ascanio/Cupido se la ha jugado bien. ¿Te imaginas que te hicieran a tí esa faena? De todos modos, como van a empezar a cenar, la comida y la bebida tranquilizan mucho, ¿no crees? Besos, querido niño.

      ResponderEliminar
    28. Hola kurtz, lo importante es disponer de un poco de tiempo de vez en cuando. Espero que esta historia nos satisfaga hasta el final. Besitos.

      ResponderEliminar
    29. esta vez me avisaron para que saliera yo primero al ruedo. eso de la flecha por la espalda parece una traicion, yo creia que el flechazo era al cuore, asi le habre dado en alguna costilla pero mejor sabra la paramedica donde puede haber pegado. en lo personal creo que lo mejor es apuntar al estomago, porque como dicen de querer apuntar al corazon, estas apuntando demasiado alto!
      en cuanto a la descripcion, deje de lado un cuarto frio, y me sumergi en un palacio magico, lleno de luz, perfume, musica y bellas mujeres. habra alguna no muy bella pero inteligente quizas? la belleza en esos años duraba un suspiro. toy depre nomas....

      ResponderEliminar
    30. Hola Isabel gracias por tomarte tan en serio el juego. Entretenidas tus respuestas...quien no jugó y fantaseo debajo de la mesa?¿o no?
      Envidio tu estadía en Roma, para mí la ciudad más bella del mundo.
      Espero tus historias.

      Un abrazo

      Paty

      ResponderEliminar
    31. No importa lo que te tardes, para mi me sirve para leer con calma lo que escribes que siempre me deja emocionada, este escrito es muy bello, siempre tienes a los dioses a tu disposición para que tu escribas cosas tan maravillosas como estas... bello muy bello!

      ResponderEliminar
    32. Isabel:
      Como siempre siguiéndote paso a paso. Me gusto tu perfil tan humano.
      Besos de tu lector.

      ResponderEliminar
    33. Hola Isabel, que me pierdo, menos mal que ahora voy a tener un poquito más de tiempo. Esto de la militancia, el trabajo, el estudio, la recuperación física,...es too much. En fin, que te estreso, gracias por este bello relato y esa maravillosa pluma.

      Un beso.

      Lady Read

      ResponderEliminar
    34. ¿Fuiste feliz en Roma por los gelatos? Ya me imagino, un gelati de pistache todos los días.
      ¿Los expresos? Un café de Sant'Eustachio
      Roma, ti porto en el cuore

      Salve

      Lo repito porque el anterior no apareció

      ResponderEliminar
    35. Hacía tiempo que no pasaba por tu rincón querida Isabel,pero el efecto cautivador de tus relatos es tanto o más fuerte que las flechas envenenadas de Cupido...así que me entrego sin remisión al antídoto de tus letras para soliviantarme de la perfidia de Cupido.Un beso simpática.

      ResponderEliminar
    36. Isabel, felicidades por el trabajo literario tan hermoso que estás haciendo.

      Me encanta el retrato que has hecho de nuestra común amiga Sofonisba, de sus pinches y de su cocina.
      Jamás hubiera imaginado que una creación virtual, llegara a ser tan real como la vida misma.

      Gracias por los momentos tan hermosos que nos proporcionas.

      Feliz verano.

      Descansa

      Besos

      ResponderEliminar
    37. Esto si que es pasear por el salon de un banquete, la decoracion, los platos, la gente, y todos los detalles. Hasta imaginarse los regalos, salvados de tanta tempestad y riesgo de naufragio, para finalizar con la estocada furiosa de los dioses, implacables ante el destino de los humanos. (en lo personal, no creo que al dia de hoy, a los dioses que se les ora y les suplica les interesen mucho nuestros destinos... ponganle el nombre que sea!)

      ResponderEliminar
    38. Parece que estaba yo ahí presente viendo como se arregla Dido. Ya hasta me dieron ganas de pintarme los labios como la mencionas.
      Insisto que me gusta mucho tu prosa poética.
      He sentido la flecha y ahora espero con ansia lo que sigue.
      Gracias de nuevo.

      PD. De la radio, las dos cosas que preguntas, uff.

      ResponderEliminar
    39. Sigue incomodandome la personalidad de un dios que representa algo tan puro, el uso de sus lfechas poderosas por objetivos tan mundanos, o quizas sea la mas realista de las metaforas del amor, no se.

      ResponderEliminar
    40. A veces me pregunto de donde sacas las historias, tienes una gran imaginacion, increíble
      abrazos

      ResponderEliminar
    41. Vaya ...a algunos le vendría bien este Cupido..;);)..besos.

      ResponderEliminar
    42. Hola lady ice, creo que el flechazo ha sido a traición, por eso lo ha dado por la espalda, pero en el corazón. Seguro que sales muy pronto del bache, ya loa verás. De momento, aquí se te necesita... Besitos.

      Hola paty, ya ves que he cumplido con mi parte. Besos y hasta pronto.

      Hola ave fénix, como bien dices, lo importante es vernos de vez en cuando, aunque haya que leer algunos posts de un tirón. Besos, querida amiga.

      Hola rodolfo n. gracias por venir. ¿Te animas a poner tú también tu perfil? Besotes.

      Hola lady read morgan, reduce un poco la velocidad, no vaya a ser que te estrelles... Y descansa un poco. Besotes.

      ResponderEliminar
    43. Hola manuel, en Roma fui feliz porque estaba en Roma y mi cabeza y mi corazón y mi tiempo entero eran para Roma y para los gelatti. Ya ves. Anche io porto Roma nel cuore. Baci.

      Hola mart, me alegro oirte después de tanto tiempo en que has estado calladito (aquí y en tu casa). Me alegro que te reenganches, aunque sea un ratito, a esta historia. Te aseguro que va a ser emocionante. Besos, guapo.

      Hola charo marco, aquí todo el mundo está agradecido por el banquete tan exquisito que has preparado para la reina. Y cuentas con nuestra comprensión, cualquiera puede darse cuenta del apuro tan grande en que te ha puesto Dido, sólo porque no puede esperar ni un día más para ver a Eneas. Este troyano tiene mucho peligro ¿no? Gracias a tí por tu aporte y tu simpatía. Besos y hasta pronto.

      ResponderEliminar
    44. Hola lady zurikat, me gusta que te hayas sentido a gusto en el salón del banquete. ¡Y con cuánto esfuerzo debieron salvar esas reliquias de todas las desdichas y zozobras de siete años de vagabundeo por el mar! Así somos las personas: nos aferramos a los objetos porque en ellos hay algo nuestro. Besos, querida amiga.

      Hola clarice baricco, creo que la reina debía estar radiante, sencillamente, y muy nerviosilla ante el encuentro con Eneas. ¿Por qué será que se nos ponen mariposas en el estómago? Besitos, guapa.

      Hola el analista, creo que este dios simboliza el amor y cómo éste se presenta sin atender a razones de edad, ni de razas ni de posición social. Los antiguos temían al amor porque le atribuían un gran poder desestabilizador. Pero creo que podemos verlo con afecto por dos razones: porque es humano y porque nos hace vivir. Saludos cordiales.

      Hola mi despertar, la historia de Dido y Eneas (a partir de la llegada de éste a Cartago) la cuenta Virgilio en la Eneida. Por mi parte, he añadido toda la aventura anterior y los personajes. Pensándolo bien, no es poco... Besos y hasta pronto.

      Hola fernando, un cupido así, tan traicionero... En cualquier caso, suele ser bienvenido. Besos.

      ResponderEliminar
    45. Qué banquete, lujos de detalles, personajes definidos, elaborados, una coherencia de orfbreria hacen que no me pierda tu relato.
      Un abrazo, Roma, también en mi corazón.

      ResponderEliminar
    46. Anónimo1:34 a. m.

      Dido recoje ¡¡el velo de Elena!!,...
      Debería haber sospechado que el zancasdil de Eros y su madre andan detras, y que como a Elenita la va a dar Juno una colleja, (a cada esquina que tuerza), y espera que no la arrastre por el suelo de los pelos...
      o, se arrastre ella por el veneno del geniecillo
      Como no le des un giro...
      ¡¡mal va a terminar esto!!
      pero, SIGUE SIGUE...

      ResponderEliminar
    47. ISABEL,he quedado deslumbrada con una sutil metáfora en forma de pregunta..."¿Puede llamarse fuego a una mirada profunda y a la vez distante que traspasa el alma con la misma facilidad que un cuchillo atraviesa un queso tierno?"

      A la vez que la idealización del DIOS CUPIDO me ha decepcionado con su accionar casi a traición...

      P.D.:¡QUEDO DESLUMBRADA CON CADA FORMA QUE TOMA TU RELATO!

      ENORMES Y CARIÑOSOS BESOTES...

      ResponderEliminar
    48. Aaaaaaahhhhhh!!! Me he quedado de una pieza!!!

      Por la espalda!! Directo al corazón!! ¿Cómo crió Venus a ese niño, por Dios? Aaaaaaahhhhhh!!!

      Ay Isabel, cuando creo que ya nada me sorprende, vienes tú y me sorprendes!!! Jaja. Maravilloso texto, me quedé así!!

      Un abrazo y toda mi solidaridad para Dido, tu sabes...

      Xime

      ResponderEliminar
    49. Isabel...que buenas están tus respuestas. En Roma conociste a alguién especial?. Cupido intervino?.
      Me encanta la historia, seguiré leyendo para saber el resultado del flechazo.
      Besos querida amiga!.

      ResponderEliminar
    50. Me siento culpable de no comentarte con frecuencia tras leerte, sobre todo al descubrir que estás mejorando a Virgilio en tus últimas entradas (Me estás haciendo redescubrir La Eneida tras muchos años de tenerla sedimentada)
      Pero hoy, tras leer los comentarios no puedo resistir la tentación de decirte:
      Anch'io o lasciato a Roma un pezzo di cuore.
      A veces al pasar por aqui lo recupero.

      Gracias y un beso fuerte.

      ResponderEliminar
    51. Ah, traicionero Cupido, clavando flechas de amor a quién no debe. Aún debe de seguir actuando en España sino mira el índice de divorcios. Está claro que hoy Cupido trabaja en la ONCE.

      ResponderEliminar
    52. Anónimo1:35 p. m.

      "Ho lasciato", quería decir

      ResponderEliminar
    53. Paso a saludarte, regresaré más tarde para leerte con calma.
      Muchos besos y muchas gracias querida Isabel.

      ResponderEliminar
    54. No sé qué me gusta más si la historia, las imágenes que la acompañan, el elaborado menú... Supongo que es el compendio de todo, aderezado, por supuesto, con una dosis de cariño omnipresente en todo tu trabajo. Felicidades, Isabel.

      ResponderEliminar
    55. Sigues cautivándonos con tus historias. Te deseo lo mejor. Y te dejo un abrazo.

      ResponderEliminar
    56. Hola. Tuve curiosidad por el "Romana", vine aquí y, vaya, me encontré con mi querido patrón a punto de entrar en relaciones con la bella e infeliz Dido. He dado un par de vueltas y me encuentro con que Palinuro le ha sido adjudicado a Luis Rivera, un interesante bloguero de original al tiempo que clásico pensamiento. Muy bien. Y que los demás personajes también tengan una réplica humana me parece fascinante. Tus relatos son magníficos. He llegado bastante tarde pero trataré de recuperar.
      Enhorabuena.
      Salud.

      ResponderEliminar
    57. Hola!!

      Gracias por tu comentario....me dio mucho aliento

      Enhorabuena por tu blog!! de verdad es muy bueno. Hace algunos años tambièn estuve interesada en este tema, realmente es digno de atenciòn

      felicidades

      ResponderEliminar
    58. Anónimo1:19 p. m.

      Más allá del talento que todos le reconocemos, es difiil encontrar a alguien que maneje tan bien la sinestesia como Isabel. Pone nuestros sentidos a trabajar y a disfrutar. Todo se huele, todo se ve, estamos ahí, como una especie de Second Life de la antigua Roma. Lo de Cupido no sé si es tan cruel. No le estaba haciendo falta a Dido otras aventuras menos epopéyicas aunque algo épicas como las del amor?. Si Cupido es implacable, Dido se enmorará. Muero por saber las consecuencias.

      ResponderEliminar
    59. Isabel, ¡qué suerte!, vivir en Roma es mi sueño. Igual algún día lo realizaré.
      La historia de Cupido está que arde...
      Un abrazo

      ResponderEliminar
    60. Hola peregrina, gracias por asistir al banquete y a lo que venga despues... Besotes.

      Hola anarkasis, creo que Dido se ha sentido incluso temerosa de tocar el velo y el manto de Helena. ¡Cualquiera se atreve, con la historia que llevaba detrás...! Veremos qué ocurre aquí. Besos.

      Hola gabu, no sé de qué te extrañas: Cupido ha sido siempre muy traicionero ¿o no? Si hablan los/as lectores/as verás como sí lo es... Besos, querida Juno.

      Hola ximena, me alegro que aún te puedas asombrar de la historia que estamos viviendo. Espero que tengamos aún algunas emociones por delante. Besos, guapa.

      ResponderEliminar
    61. Hola daniellha, en Roma Cupido actuó para enamorarme de la propia ciudad. Por lo demás, ya fui yo con la flecha puesta. Besos, guapa.

      Hola ybris, no tengas cargo de conciencia: no siempre se dispone del tiempo necesario para llegar a todo. Me encanta que recuperes el poquito de tu corazón dejado en Roma cuando vienes aquí. Ojalá a todos les ocurriera lo mismo. Besos.

      Hola zebedeo, el amor es bastante más ciego que la justicia, aunque a ella le pongan la famosa venda en los ojos. Pero su ceguera no le impide tener puntería... Besos.

      Hola morgana, tómate todo el tiempo que necesites. Y puedes comer también todo lo que te apetezca. Besitos, guapa.

      ResponderEliminar
    62. Hola maría dubón, gracias por tus palabras de ánimo. Tienes razón al decir que pongo mucho cariño en estas historias. Lo que no tenía tan claro es que se notase... Besos y hasta pronto.

      Hola francisco ortiz, gracias por tu visita. Pasaré a verte en breve. Besotes.

      Hola palinuro, gracias por tu visita. Soy seguidora de tu espacio desde hace tiempo, pero no había caído en la cuenta de la coincidencia del nombre con el de Luis Rivera. Conste que fue él mismo quien lo eligió consultando la Eneida. Todos los personajes han sido elegidos por sus titulares, salvo unos pocos que me dejaron a mí la elección. Gracias por tu visita, y hasta pronto.

      ResponderEliminar
    63. Saludos, cyntialiteraria. Al leer tu nombre, recuerdo a la Cyntia que fue musa de un poeta romano. Seguro que tendrás éxito no sólo como musa, sino como escritora. Saludos cordiales.

      Hola marta drooker, seguro que la vida de la reina necesita un elemento nuevo, algo que la aleje un poquito de las responsabilidades (tan enormes) que ha asumido y le permita pensar un poco en sí misma. Cupido es cruel, desde luego, y no respeta la realeza. Gracias por tus ánimos y hasta pronto.

      Hola gatito viejo, dice el antiguo refrán que "todos los caminos llevan a Roma". Y estoy segura de que también a tí te llevarán. Un beso muy fuerte.

      ResponderEliminar
    64. Anónimo7:45 p. m.

      Poco a poco me voy haciendo con ello. Jo, yo quiero que me lance una flecha cúpido...
      Un besote, buena semana¡
      P:D: Me encantó la descripción del banquete.

      ResponderEliminar
    65. He retomado la historia de Dido desde el principio, mas que nada por el placer de releerla y por no recordaba el punto exacto donde la deje. Llevo unos cuantos dias con ella y hoy domingo acabo de parar en el banquete despues de dejar a la pobre Dido herida por el cabronazo de de Eros...
      Oyes Isabel seguro que te lo han preguntado mogollon de veces pero... ¿para cuando esto mismo solo que en papel?

      ResponderEliminar
    66. Saludos, rafael pq, gu�rdate mucho de las flechas de Cupido, que son muy venenosas... Aunque, claro, �qu� sentido tendr�a vivir sin amor? Besotes.

      Gracias mahaya por el gran esfuerzo que est�s haciendo. Me gustar�a mucho, te lo aseguro, ver esta historia en papel. Otra cosa es que lo consiga... Un abrazo.

      ResponderEliminar