Qué loco, qué dulcemente loco se muestra esta noche mi Ovidio. Sus ojos no se separan de mi rostro ni de mis manos, y vigila cada uno de mis gestos. Al llegar, mientras los esclavos nos ayudaban a despojarnos de los mantos, se las ha arreglado para ponerse junto a mí y me ha susurrado: “No soportaré que le hagas carantoñas al bruto de tu marido. Si lo haces, empezaré a gritar. Y cuando me pregunten por qué grito, diré que ese hombre odioso me está robando a mi amada”. Le suplico a media voz que no traicione a Cupido ni a nuestra protectora Venus. Sin embargo, sus amenazas, lejos de asustarme, constituyen un acicate.
Nos han colocado frente a frente y cada vez que me ve ofrecer un manjar a mi marido, o ponérselo en la boca, frunce las cejas y lanza rayos por los ojos. Yo le sonrío con beatitud. Justo en el momento en que él arrebata a un esclavo la copa que acabo de entregar para que me la cambien, le digo a su compañera de triclinio: “¿No es ésta la época más hermosa del año? La primavera despierta todos los sentidos y nos incita a amar. ¡Dichosas nosotras, las que tenemos marido…!”
Nos han colocado frente a frente y cada vez que me ve ofrecer un manjar a mi marido, o ponérselo en la boca, frunce las cejas y lanza rayos por los ojos. Yo le sonrío con beatitud. Justo en el momento en que él arrebata a un esclavo la copa que acabo de entregar para que me la cambien, le digo a su compañera de triclinio: “¿No es ésta la época más hermosa del año? La primavera despierta todos los sentidos y nos incita a amar. ¡Dichosas nosotras, las que tenemos marido…!”
Le cambia el color de la cara. ¡Ah, cómo se altera y se impacienta! ¡Y de qué modo tan insensato y encantador me hace toda clase de señales! Forma letras con el vino derramado sobre la mesa; frunce los labios como para fingir un beso; ríe escandalosamente, o se queda mudo… Hubiera dicho que tenía ante mí a un niño de no haber sido porque he debido visitar las letrinas. Al regresar, él me esperaba bien pertrechado en el espacio oscuro del pasillo. ¿Y quién hubiera podido resistirse a la pasión y el empuje de tal amante? El riesgo de ser descubiertos nos ha enardecido y ha redoblado con furia los latidos de nuestros corazones.
Aplacado el deseo, he vuelto a la sala del banquete y me he tumbado otra vez al lado de mi marido. Al poco, ha retornado Ovidio, sonriente y ufano, como un cazador tras haberse cobrado una pieza. Su compañera de triclinio entonces le ha propuesto un juego de resistencia y contención para practicarlo al final de la cena. “No me pongas a prueba” le ha respondido él, mientras me miraba a mí muy fijamente. “Porque si ningún romano puede contener las aguas tumultuosas del Tíber cuando decide salirse de su cauce, menos aún podría refrenarme a mí”. Ella, confusa, se ha vuelto hacia otros comensales. Y yo he sofocado a duras penas una carcajada. ¡Qué deliciosamente audaz resulta esta noche mi Ovidio!
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NOTA: Ésta es la versión de Corina respecto al texto de Ovidio Banquete comprometido Espero que os haya gustado. Es cada vez más atrevida…
*Detalle de pintura mural representando a Venus y Marte. Pompeya.
**Detalle de pintura mural representando a Venus. Pompeya.
***Detalle de retrato del emperador Septimio Severo. Museo Arqueológico Nacional.Madrid.
****Flores de Isabel Romana. Valencia.
Voy a ser la primera y no me voy a cortar un pelo... ¡ME HA ENCANTADO!
ResponderEliminarY de atrevido nada, pura sensualidad y magníficamente escrito... !Ay IsaBELLA!
Besitos.... muchos...
Me ha parecido estar yo misma en el triclinio, mirando las caras y gestos de ambos. Y en general, toda la escena desde primera fila.
ResponderEliminarLeerte es como estar allí.
Y como te comenté en el otro texto, me parece excitante!
No te parece que hoy esas cosas se obvian demasiado y se va directo al grano en todo? A mi me lo parece, que nos falta un mucho de esa picardía, de las artes de la conquista y de mantener el fuego ardiente :D
Casi me dan ganitas de trasladarme a esa Roma!
Un besito
P
Guauuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu!!!!
ResponderEliminarLos desafìos entre un hombre y una mujer pueden ser absolutamente tentadores y dignos de hacerlos realidad!!
P.D.:Tan sòlo una mirada de OVIDIO bastò para detonar la chispa que encenderìa la pasiòn...
TE DEJO MI AFECTO ACOMPAÑADO DE UN ESTRUENDOSO BESOTE ♣
Hola, Isabel:
ResponderEliminarLos fragmentos de Ovidio son indudablemente muy buenos -la verdad es que soy una adicta a los poetas romanos-, pero estos relatos desde el punto de vista de Corina casi los superan...
Un cordial saludo.
¡Me ha fascinado!! Qué forma tan bella y nítida de subir el tono a tus relatos ;)
ResponderEliminarGenial... y ay esos jueguitos... jugar con fuego te puede quemar ¿eh?
Un beso inmenso
Coincido con el resto de los comentarios... un relato fantástico... Estoy deseando leer el resto de estos fragmentos acerca de Ovidio y Corina.
ResponderEliminarUna cena especial para no perderse ningún bocado. Me encantan tus relatos con ese tono de fina ironía. Abrazos.
ResponderEliminarParece una causa perdida. No puedo contestarte, si son idioteces como esta,entra, pero cuando hago un comentario largo y culto, se lo lleva el diablo.
ResponderEliminarNo se pueden leer todos los poetas romanos con la misma fluidez a que Ovidio nos tiene acostumbrados.
Algunos escritores romanos escribden poesias amorosas, porque estan enamorados, el para escribirla tiene que enamorarse de Corina.Precioso este nuevo capítulo.
Un abrazo Guille
Un relato delicioso y sensual, con toda la feminidad puesta al servicio del amante. Besos.
ResponderEliminarIsabel:
ResponderEliminarEnhorabuena. Un relato delicado, sensual y sobre todo, absolutamente humano y real. Una bella descripción de "tira y afloja" de los amantes ocultos.
Me encanta.
Un beso.
Soledad.
jejeje que delicia de texto. Saludos
ResponderEliminarPor favor, que no se acabe...
ResponderEliminarmmm sensualidad a flor de piel, incontenible, incontenida...
ResponderEliminarEs magnífico, Isabel.
Besotes!
Es fantástico ese pseudo lenguaje que utilizan ellos dos y que solamente ellos entienden (y más les vale que sea así).
ResponderEliminarMe lo he pasado muy bien.
Un abrazo.
Perfectamente atrevido.
ResponderEliminarMagníficamente escrito.
Tan bueno que me quedo sin adjetivos.
Besos.
Me ha encantado, Isabel, como cada cosa tuya que he leido. El planteamiento de la ceremonia de la seducción, con un lenguaje de gestos que sólo entienden los amantes, es muy bueno y está bien resuelto. El diálogio sin palabras de los protagonistas resulta muy excitante y nos hace participes del deseo creciente de compartir tan sensual banquete. Un abrazo, Isabel, y ya nos veremos mañana, para hablar de cosas más prosaicas y tediosas, que durante varias horas al dia, también compartimos
ResponderEliminarMadre mía, esta Corina. Los van a pillar, me hacen sufrir. Si no es en este banquete, será en otro... No te queda, por tanto, más remedio que contarnos algún banquete más:-)
ResponderEliminarSaludos, Isabel, ya se echaba de menos la versión de Corina.
Está claro que en los juegos del amor, la mujer es la que incita más al deseo...Delicioso relato en el que Corina es la miel para la mosca. Libertina y provocadora como en los tiempos actuales donde se cuenta y no se acaba...Valiente Ovidio...
ResponderEliminarMuchos besos, Isabel.
¿Gustarme? Me tiene atrapada desde Banquete Comprometido!
ResponderEliminarCorina disfruta intensamente su affaire y el control sobre la situación. Es una “mujer fatal” en todo el sentido de la palabra. Cada gesto, cada palabra la mide con precisión científica, sabiendo de antemano las reacciones que provocará.
Y por su lado Ovidio es…masculino, impulsivo y por momentos inconsciente. Está apasionado por la mujer!
Te sigo con fascinación Mi Querida Amiga, estos amantes son muy audaces e imprevisibles!
Besitos Muchos Isa!
Sensualidad, erotismo, picardía... ¿qué más para un relato tan magnífico como este?!!!
ResponderEliminarGracias Isabel por estas letras!!
Saludos!!
Futura tercera en discordia tenemos? Hummm.... la cosa se esta poniendo bien picante, solo faltaria la felina metiendo la cola o la pata en esto y tenemos un buen embrollo de amores contrariados.
ResponderEliminarAunque Corina con tanto alarde, va a tener tambien que cumplir la palabra dada al marido.
pasaba a saludarte amiguita...
ResponderEliminarando medio asi viste? con pocas ganas de todo... en fin, no te olvido si?
te mando besitos de hada
Impresionantes tus ojos y tus palabras desde Corina.
ResponderEliminarSi Ovidio levantara la cabeza enrojecería de vanidad -y de gusto.
Besos.
:-) Corina se está pasando quizás inconscientemente ¿o no? y todo este lío puede tener consecuencias nefastas. Al final el amor cargará con las culpas.
ResponderEliminarBuen fin de semana.
quedé contagiado por el interés de descubir a Ovidio.
ResponderEliminarShakespeare y tu, me han incentivado a ello.
Estupendo texto, atrevido, sensual, pícaro, lleno de juegos y audacias...
ResponderEliminarMuy bueno, enhorabuena Isabel
Un beso
Eres un verdadero lujo en la blogosfera, y para los que amamos Roma ni te cuento.
ResponderEliminarBeso romano.
Pues a mí la historia de Corina y Ovidio, como la de todas las de amantes, me parecen tristes: de una tristeza repleta de ansiedad e incomunicación, de impotencia y odio. Joder, qué difíciles que son las cosas... Besitos, Isabel.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarTu relato me fascina, me deja un resabor a fruto jugoso.
ResponderEliminarCorina es una mujer sensual y al lado de Ovidio conjugan la sed, pero no sé porque siento que caen gotas melancólicas, serán sus ojos, o serán los mios. :)
Besos querida amiga, es un disfrute pasar por tu ático.
MaLena.
¡Qué recreaciones más vívidas éstas de Corina y Ovidio!
ResponderEliminarOtro abrazo
PS: jaja. ¿Palabra clave? o v e d i
Hola selma, ojala Corina siga haciéndonos disfrutar con sus versiones... Besitos.
ResponderEliminarHola penélope, quizá hoy, como tú dices, se va demasiado al grano y demasiado deprisa, pero creo que sigue existiendo un lenguaje gestual de la seducción. O, al menos, yo lo veo... Pero estoy contigo, trasladémonos a la antigua Roma. Besitos.
Hola gabu, los dos amantes parecen estar sentados sobre el fuego. Hay mucho, mucho ardor. Besitos, querida amiga.
Hola safo, qué más quisiera yo que llegar a la suela del zapato de Ovidio. Con todo, encuentro estimulante y divertido darle voz a Corina. Está bien que se nos oiga, ¿no? Besitos.
ResponderEliminarHola isis de la noche, el amor es fuego, así que no hay quien se libre de sus peligros... Besitos.
Hola m@riel, también yo espero que esta pareja de amantes nos relate más episodios de su aventura amorosa. Besotes.
Saludos, fgiucich, estos amantes son menos tórridos que otros ¿no crees? Y ciertamente hay ironía. Besitos.
ResponderEliminarHola anónimo guille, lamento que tengas dificultades con los comentarios. Se cree que Corina debió ser una invención de Ovidio, pero a nosotros nos da lo mismo, porque también podemos inventarla... Besitos.
Hola isabel, parece que a Corina le gusta tensar la cuerda, algo que quizá no se esperaba su amante. Ama el riesgo... Besitos.
Hola soledad sánchez m, muchas gracias por tus palabras. Ovidio demostró conocer bastante bien al género humano. Por eso sus textos siguen teniendo tanto valor... Besitos.
ResponderEliminarHola morgana leFay, me alegra que te guste.
Saludos, mizo. Espero ir intercalando estos capítulos entre otros posts. Besitos.
Hola almena, coincido contigo en que la sensualidad es tan intensa que desborda todas las previsiones. Besitos.
ResponderEliminarHola ludwig, cierto que ese lenguaje es exclusivo de ellos, pero no me extrañaría nada que hubiera muchos ojos observando y, sin duda, deben saber leer... Besos.
Hola kurtz, seguro que tú hubieras hecho lo que Ovidio. ¡Y es que la juventud ayuda mucho...! Besotes.
Saludos, rebeca, y bienvenida a la blogosfera. Seguro que aquí encuentras a muchas personas que comparten tus aficiones e inquietudes y sabrán valorar tus capacidades y cualidades como escritora. Y yo me muero de ganas de leerte. En cuanto al resto de experiencias que compartimos, mejor no digo nada. Un besazo enorme y hasta pronto.
ResponderEliminarHola olga b, creo que no deberíamos preocuparnos mucho por el hecho de que pueda descubrirse su infidelidad. ¿O sí? Ay, no sé. Dejemos que ellos no lo vayan contando. Besitos.
Hola perlita, me ha encantado tu definición de Corina como la miel para la mosca. ¡Sin duda debió ser así! Una mujer deliciosa... y peligrosa. Besotes.
Hola susana, creo que Ovidio trató de explicarnos cómo eran los amores de su época, tan diferentes de las anteriores. Se ha decubierto la pasión amorosa y todos los romanos estaban locos por experimentarla y disfrutar de ella. También el amor y el modo de entender el amor tienen su historia... Besotes, querida amiga.
ResponderEliminarHola la candorosa, desde luego a Corina parece gustarle ejercer su poder sobre su amante. Besitos.
Hola alyxandria faderland, me haces sonreir sólo al pensar que hubiera en estos amores otra mujer por medio... En cuanto a Corina, quizá sí se deje amar por su marido aunque luego no se lo diga a su amante. Besitos, querida amiga.
Hola hada melima, tengo muchas ganas de que eches a volar y devuelvas toda la alegría al bosque. Recuerda todas las cualidades propias de quienes son como tú. Besitos.
ResponderEliminarHola ybris, el pobre Ovidio murió tan mortificado lejos de Roma y de su familia, que el pobre no tendría muchas ganas de sonreir. O quizá sí... Besos.
Hola leodegundia, con tu habitual perspicacia señalas que luego se echará al amor la culpa de todas las tonterías y las imprudencias de estos amantes. Así es y así suelen excusarse todos. Y qué bien lo retrató Ovidio. Besitos, querida amiga.
Hola gonzalo, ¡en menuda compañía me pones...! Es muy satisfactorio para mí que quienes no conozcan a Ovidio sientan deseos de leerlo y quienes lo conozcan, de releerlo. Besitos, querido amigo.
ResponderEliminarHola mª antonia moreno, ya ves la que tiene montada el señor Ovidio. Él es el culpable de todo... Besotes.
Hola victor gonzález, me gusta que podamos disfrutar de un pedacito de Roma aquí, por pequeño que sea. Un abrazo enorme.
Hola santos g monroy, creo que has definido la parte menos positiva del amor. Y es que los amantes esperan mucho uno del otro y luego han de conformarse con muchísimo menos. Toda frustración es triste. Pero más triste aún sería la vida sin amor. Besitos de ánimo.
ResponderEliminarHola maLena ezcurra, puede que esa melancolía que percibes esté latente en ellos. Saben - como sabemos todos - que nada puede durar para siempre. Besos, querida amiga.
Hola mega, desde luego la parte de Ovidio ("banquete comprometido") es toda suya... La mía es sólo la de Corina. Un besazo, guapa.
Por segunda vez, veo que no aparece mi comentario en tus post. No se que hago mal. Si me vuelve a pasar, te comentaré por mail.
ResponderEliminarRespecto al post... ay esta Corina traviesa.Los juegos de amor no caducan ni prescriben.
Hola andaya, podría ocurrir que, si te sale una palabra para verificación, no la escribas bien y pases a otra cosa sin darte cuenta. Eso me ha ocurrido a mí a veces. Ahora me he disciplinado y espero a que aparezca un aviso diciendo "su comentario se ha guardado correctamente..." etc. En cuanto a Corina, ya ves, está de plena actualidad. Besitos, guapa.
ResponderEliminarHola Isabel!
ResponderEliminarHacía un tiempito que estaba lejos de la computadora. Es que por estos lares se viene el verano y ya estamos terminando las clases...por ende mucho trabajo!
Veo que el amor no tiene tiempo...y estos dos, los de tu relato, lo aprovechan que ni te cuento!!!! ♥
Un fuerte abrazo para vos también. Muaks!
Hola Isabel.
ResponderEliminarTodo consiste en decorar tu blog con motivo de la navidad. Apuntarte dejando un comentario en Pizcos Blog y listo, ya participas, luego eligen tu blog si fue uno de lso mejores!!!.
La sutiliza de una pasión camuflada.
ResponderEliminarBesos
Corina está desbordada. Me parece una versión muy acorde con la pasión y el deseo de los amantes, muy fresca, muy desenfadada, picarona. Vamos, que me gusta.
ResponderEliminarBesos
Ayy cada vez está más atrevida la escritora y me gusta. Y me gusta porque no se pierde la fineza.
ResponderEliminarQuisiera ver todo estos relatos en un libro impreso.
Abrazos amiga.
Este es un atrevido triángulo amoroso...
ResponderEliminarSaludos desde México.
Hola! me ha encantado ver como recreas la epoca el banquete esos dos amantes que huyen de miradas indiscretas.. precioso.
ResponderEliminarbesitos
Me ha embargado un deseo de desear y, de inmediato, ser colmada.
ResponderEliminarMomentos esos, inolvidables.
Me ha gustado mucho y lo has bordado.
Besitos de felicitación una vez más.
GRACIAS Querida Isabel, gracias por estar, gracias infinitas por acompañarme en mi dolor. yo tampoco me olvido de ti, de tu calidez, de tu cariño y de esa luz que irradias a borobotones en cada uno de tus escritos.
ResponderEliminarapenas estoy empezando a animarme a salir... vendré a leerte poque creo que leer un poco no me hace mal y tus textos de una u otra manera son reconfortantes y me ayudan a reflexionar
Recibe mil bendiciones de ésta tu amiga que te siente muy cerca
Naty
Hola ferípula, gracias por tu visita. Aquí, con el frío, ni nos acordamos de que por allá os estáis asando... Besitos, querida amiga.
ResponderEliminarHola birdelo, gracias por tu información. Un besazo enorme y que tengas mucha suerte.
Hola without, hay tanto ardor en estos amantes que no sé si sabrán ser sutiles todo el tiempo... Besitos.
Hola anabel, ya se ve que estos amantes no son demasiado vergonzosos. Y su secreto añade picante a esa relación. Besitos.
ResponderEliminarHola clarice baricco, te aseguro que a mí también me gustaría ver todo esto impreso. Pero mucho me temo que pase como con los amores de esta pareja, que todo ha de quedar oculto... Besitos.
Saludos y un abrazo también para tí, armida leticia.
Hola esther, gracias por tu visita y un abrazo.
ResponderEliminarHola susy, eso es lo que tienen estos relatos amorosos, que enseguida nos hacen desear... Besotes, guapa.
Hola natasha querida, gracias por haber hecho el esfuerzo de venir hasta aquí. No es nada fácil reintegrarse a la vida cotidiana, pero estoy segura de que lo lograrás pronto, porque tienes mucha fuerza, mucha resistencia y, sobre todo, muchas personas que te quieren y te apoyan aunque sea desde miles de kilómetros de distancia. Espero que siga tu recuperación. Un abrazo muy, muy fuerte.
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