jueves, junio 18, 2009

EL AMOR VIENE A LOMOS DEL DELFIN


Aulio, amigo mío, prométeme que hoy, después de la cena, ordenarás a tus criados que dispongan triclinios en las orillas del Tíber. Hace calor y lo agradecerán tus invitados. Y el más agradecido seré yo, pues esta noche saltará sobre la bóveda celeste la constelación del Delfín y quiero mostrársela a Marcela. Lejos de las luces de las antorchas, no hay cielo comparable a sus ojos, ni estrella que brille más.


NOTA: Ovidio, en sus Fastos, señala la noche del 19 de junio como aquella en que se ve por primera vez la constelación del Delfín. Es una de las más pequeñas, y pertenece a la vía láctea.

* Detalle de una pintura al fresco de Giovanni Lanfranco. Iglesia de San Andrea della Valle. Roma.

** Estrellas.

48 comentarios:

  1. Isabel romana...!ah! Ovidio conocedor de los amores, todos.
    Ya me siento tendida en un lecho, mirando, cerca del Tiber, a las estrellas, y como música suave, los versos del poeta. Cada constelación en el cielo de Roma.
    Gracias por estas delicadezas, nos hacen falta.

    Mírate, cuando puedas el relato de este Sábado, en él he puesto más que Roma, cosas...lo he intentado.

    Beso y hasta ahora, natalí de tàrraco, (tarrago) mi segundo nombre verídico !qué casualidad de los dioses!

    ResponderEliminar
  2. Como me hubiera gustado compartir esa noche en un triclinio a la orilla de Tiber, y observar el cielo de Roma!

    Madame Isabel, es asombroso, esta usted en todas las fechas! No se le pasa ni una.

    Bisous

    ResponderEliminar
  3. Isabel! Precioso, mañana observaré el cielo a ver si consigo ver al delfín y me da suerte para mi "gran-maldito día".
    Gracias por lo que escribes.
    Besos.

    ResponderEliminar
  4. Pensé, compa Isabel, que hacías un "adelanto romano" de la noche de San Juan, pero ya veo que hay, como diría aquel, noches para todo. No por breve menos hermosa la referencia, por cierto.

    Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  5. Por siempre Ovidio! Preciosa cita.

    ResponderEliminar
  6. Todos deberíamos tener la oportunidad de poder mirar el cielo nocturno de Roma tumbados en un triclinio a orillas del Tíber. ¡Qué delicia!
    Besos.

    ResponderEliminar
  7. Y enlazo con el comentario de daalla: seria maravilloso...!

    Lindo post.

    Un abrazo...!

    ResponderEliminar
  8. ¡¡Hermoso texto querida Isabel!!

    Las constelaciones y las estrellas todas, lejos de las luces de la ciudad, ¡¡siempre lucen más!!

    Y para el amor, ¡¡no hay mejor escenario!!

    Abrazos!!!

    ResponderEliminar
  9. Más que bello, bellísimo relato. Abrazos.

    ResponderEliminar
  10. que maravilla! la más sublime comparación de belleza y amor... Ovidio me seduce:)
    besos amiga mia!

    ResponderEliminar
  11. Cuanta belleza pude imaginar a travès de tus palabras amiga!!!

    P.D.:Creo que no existe acto màs conmovedor que poder contemplar las estrellas juntos al ser amado...

    BESITOS BRILLANTES

    ResponderEliminar
  12. Hay que contemplar las estrellas pensando en el ser amado o, como dice Bernhard, al ser de tu vida. Besos.

    ResponderEliminar
  13. A lomos de un delfín... o sin corcel alguno... que si algo tiene el amor, es su capacidad de volar...

    Que hermoso que se sigan encontrando a través de los tiempos los ojos más hermosos que cualquier cielo y cualquier mar...

    ResponderEliminar
  14. Hoy como es viernes, pasaré la noche en la finca y podré contemplar el firmamento y al mismo tiempo, gracias a ti, pensaré en el Gran Poeta del amor.
    Bicos


    PD Tengo dos perritos pequeños (15 días)te enviaré fotos la próxima semana.

    ResponderEliminar
  15. ¡Qué poético, esa pequeña constelación que brinca por el cielo!

    Un beso

    ResponderEliminar
  16. Sería maravilloso mirarla reclinada sobre un triclinio... en su defecto, si podemos mirarla en compañía, ya podemos considerarnos afortunados.
    Muy bonito, Isabel, como siempre.
    Abrazos.

    ResponderEliminar
  17. La vivencia de la poesía nos lleva a la amorosidad del universo, a su lenguaje, a sus canciones mas allá de las antorchas, mas allá de las palabras.
    Gracias a tu sensibilidad Isabel Romana podemos relacionarnos con estas celebraciones del alma y del cuerpo y de siempre.
    Un abrazo!!!

    ResponderEliminar
  18. Cuánta cercanía hay en esta escritura a las soluciones dadas por los poetas árabes a la expresión amorosa....

    ResponderEliminar
  19. Bellisimo, un inmenso abrazo, espero que esta noche pueda contar tambien estrellas.

    ResponderEliminar
  20. Estoy pensando en lo difícil que resulta admirar la maravilla del cielo sin moverse de la ventana de casa. Es imposible!
    Yo he intentado ver cada lluvia de estrellas, pero la contaminación y las luces que nos rodean lo impiden.
    Debe ser bonito ver el cielo desde un lugar apropiado...
    Y ahora recuerdo que quiero ir a Laponiaaaaaaa!!!
    xDD!


    Un besito



    Lala

    ResponderEliminar
  21. Mirando las estrellas, seguro que mi tocaya disfrutó aún más las palabras de amor.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  22. Es increible lo que escribes, por eso es un placer leerte..

    Gracias por la visita, un poco tarde pero segura, es que hemos estado muy atariados, con lo del concurso..

    Muchas gracias
    un beso

    ResponderEliminar
  23. ¡Cuántos pequeños detalles aprendemos leyendo las notas que dejas al pie de tus inspirados relatos, Isabel!! Estos post deberías compilarlos en un libro, a buen seguro que sería un éxito, que ya ves la cantidad de gente que nos enganchamos a leerte. Bueno, voy a seguir con tu saga sobre Dido y Eneas, que la he empezado el otro día y está preciosa. Un besote y muy feliz finde.

    ResponderEliminar
  24. Amiga Isabel Barceló,

    Es extraordinario el conocimiento que tenían los Romanos de las constelaciones y el calendario, sobre todo después de que el año 47 aC., Julio César, asesorado por el filósofo y astrónomo alejandrino Sosígenes, hiciera la reforma del calendario primitivo.

    Anotar también que Ovidio, en los Fastos, dedica un libro a cada uno de los seis primeros meses, pero no especifica los fenómenos astrológicos señalando el día concreto, sino que los va situando de forma sucesiva. Son los diferentes editores o traductores los que le han asignado un día concreto a cada uno de los fenómenos. En cuanto a la aparición del Delfín, la sitúan entre el 16 y el 19 de Junio.
    Aquí está lo que dice Ovidio (Fastos, VI, 720):

    Continua Delphin nocte videndus erit.
    [Delfín se verá la noche siguiente]

    Un abrazo,

    Antonio

    ResponderEliminar
  25. Gracias, gracias mil veces, Isabel, por esta belleza, yo hoy me voy a la terraza y me pongo la tumbona a modo de triclinio para ver Delfín. El elogio por parte de Aulio haica Marcela es tan hermoso como asistir a la visión de tal constelación en una noche como ésta.
    Tú brillas con tu inmensa luz, mi querida amiga, ¡cómo brillas!

    ResponderEliminar
  26. Como siempre, sólo imaginar la escena llena de emoción. Qué pena que hemos perdido el cielo, y nuestros hijos apenas conocen las estrellas.

    Besos

    ResponderEliminar
  27. Pues fíjate que la pose y la mirada hacia lo alto de la mujer de la pintura al fresco me recuerdan el busto de nuestra iglesia bejarana de San Juan Bautista. Sobre esta imagen colgué hace un tiempo un artículo con motivo de su elección para exponerla en las Edades del Hombre de Soria.
    Pásate por mi blog, echa una mirada a la imagen a ver qué opinas.

    Besos

    ResponderEliminar
  28. Salgamos esta noche a verla, entonces.

    ResponderEliminar
  29. Anónimo8:25 p. m.

    Isabel te devuelvo la visita, lindo texto e hiperbreve, lo cual hace posible la lectura en tiempo record, tu blog es muy lindo, te leo desde el readers, discúlpame que no pase tan seguido a comentar.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  30. Me perdí esta posibilidad por llegar tarde.. pero me lo imaginé leyendo tu hermoso Texto.. tumbada en un de los triclinios, acariciendo a uno de nuestros felinos... En silencio.. y feliz de estar en tu/vuestra compañia...

    Besos, muchos, mi Romana... Te traigo té acabado de hacer...

    ResponderEliminar
  31. Nunca había oído hablar de ella. Y es, curiosamente, de esas cosas que nunca has visto pero cierras los ojos y te las imaginas. Curioso, muy curioso.

    ResponderEliminar
  32. Pavada de ojos tendria marcela....

    ResponderEliminar
  33. Pura poesía este post, tienes un talento especial
    Ah, el otro día pregunté para entrar al auditorio di Mecenate y ahora sólo dejan entrar para ver a coros cantar pero la programación no se sabe... todo va "al volo".
    Un beso fuerte.

    ResponderEliminar
  34. Lástima prderse aquellas veladas a orillas del Tiber, hermoso relato.
    Me consuelo contemplando Marte salir junto a la Luna. estos dias se puede contemplar muy bien por su gran tamaño.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  35. Tiene buen material para hacer un libro!!

    saludos!

    ResponderEliminar
  36. Qué preciosidad! Enhorabuena!

    ResponderEliminar
  37. Sólo puedo decir que este relato me transportó, incluso me vi tendida observando el cielo.. esperando la presencia del Delfín... Hermoso tu relato, con tan pocas palabras toda una atmósfera.. Gracias

    ResponderEliminar
  38. Tus narraciones clasicas romanas son extraordinarias. Creo que de ellas podría salir un buen libro hilándolas con un argumento de ficción, pero con personajes reales.
    Precisamente ahora estoy leyendo "La conspiración del Vaticano" de Kai Meyer, que parte del encuentro de unos grabados de Piranesi en la pequeña iglesia de Santa Maria del Priorato y ahora que estoy en la mitad, ya ando metido por los subterráneos del Vaticano. No se hasta donde llegará.
    Un beso

    ResponderEliminar
  39. "No hay cielo comparable a sus ojos": eres una genia, es toda una declaración bajo el cielo del delfín...

    ResponderEliminar
  40. Cuantas cosas podemos encontrar en el cielo si miramos bien.

    Saludos

    ResponderEliminar
  41. ¡¡ Fascinante !!.Que bonito mirar ese cielo de aquel 19 de junio.
    La pintura es genial y sumada a esta narración ¡¡ colosal !!.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  42. Amiga Isabel,

    Repasando tu espacio, ya he visto que eres una admiradora de Catulo. Yo prefiero a Ovidio, aunque hay poemas de Catulo que también me gustan mucho, como habrás podido comprobar.

    Es un placer que ambos nos hayamos fijado en el mismo gorrión.

    Un beso,

    Antonio

    ResponderEliminar
  43. olvídate de las constelaciones, Isabel,pues todo renacerá de nuevo dentro de dos noches. El fuego purificará el aire mediterráneo y yo, bajo el nombre que quieras invocar, ya sea Tierra, Coatlicue, Ninhil, Démeter, Ceres, o Gea danzaré con vosotras, oh mujeres del mundo conocido para mostraros el poder de dar la vida ...

    ResponderEliminar
  44. Vengo aqué recomendado por Susana de la cueva. Y una vez más acertó, porque Roma me gusta muchísimo.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  45. Hace años, colaboraba en un programa de la radio, de comentarios literarios cotidianos y adopté como seudónimo el nombre de Aulio.

    Me gusta mucho lo que escribes y también miraré las estrellas.

    ResponderEliminar
  46. El amor, inspira las mas bellas letras y las mas hermosas acciones.

    Abrazos!

    ResponderEliminar
  47. Marcela fue mi hna mayor por parte de mi padre. Murió joven a causa del cáncer. Y al leer este texto pienso que ella también verá un hermoso delfín en su cielo.

    Creo que si ando sensible.

    Cariños.

    ResponderEliminar