¡Salve, héroes vencedores del fuego! ¡Honor a los salvadores del sagrado templo de Vesta! Yo os saludo, hermanos. Olvidando vuestra propia seguridad, jugándoos la vida, no habéis dudado en afrontar el humo y las llamas que rodeaban el hogar de Vesta y estaban a punto de destruirlo. ¡Qué gran ejemplo de valor y sacrificio para los romanos! Vosotros, hermanos de infortunio, amigos, habéis dado una lección al mundo: que valor y nobleza no son cualidades exclusivas de los ciudadanos, sino que caben y florecen en el alma de un esclavo.
NOTA 1: El 18 de marzo del año 210 a.C. se produjo un incendio en el foro romano. Trece esclavos consiguieron salvar de las llamas el templo de Vesta, por lo que fueron recompensados más tarde con la manumisión (liberación). Las sociedades esclavistas no reconocían cualidades cívicas en los esclavos.
Con este post no sólo he querido conmemorar aquel hecho, sino recordar cuántas veces personas marginadas, inmigrantes, gente sin papeles que sufren desprecio social, realizan acciones heroicas.
NOTA 2: Os dejo el enlace de Días del futuro pasado donde aparece una reseña de Dido reina de Cartago.
* Restos del templo de Vesta en el foro Romano. Roma.
**Detalle del solado de la vía Nova que pasa junto al templo de Vesta. Roma.
Los esclavos: esos tipos a los que yo hubiera pertenecido de nacer en Roma, seguramente. Un abrazo.
ResponderEliminarA veces, los que no tienen mucho que perder son los más valientes.
ResponderEliminarEllos salvaron el templo con valentía y porque son hombres, igual que aquellos que los menosprecian, cosa que estos últimos parecen no querer saber.
Vengo de ver la reseña. Pienso lo mismo, tu novela es para degustarla despacio por el placer de leer :D
Un beso
Lala
Los esclavos... esas personas a las que les debe tanto al humanidad. ¡ Qué hubiera sido de la mayoría de las sociedades sin la fuerza esclava!.
ResponderEliminarMa alegro que éstos, con su acto de valentía, pudiesen recibir la libertad.
Un saludo!!
Leyèndote me preguntè si acaso les quedaba alguna otra opciòn??
ResponderEliminarP.D.:Tal vez la fortaleza radica bastante en las oportunidades que no tenemos para elegir...
MIS BESITOS DESDE EL LETARGO AMIGA MÌA ♣
Amiga, que ganas siente uno de volver a pasear por Roma... Y eso que ya estuvimos varias veces, pero cada vez que te veo alguna foto me entra la morriña...
ResponderEliminarPor cierto, en IMAGENES he puesto una imagen de Jano bailando con su madre... Se ha puesto gordito y está guapetón...
Je,je,je
Un abrazo, amiga Isabel
¡Qué esfuerzo, reconocer que también los esclavos (AUNQUE NO SEAN CIUDADANOS¿?)pueden tener alguna virtud.
ResponderEliminarQue buen simil, madame. Y que poco hemos avanzado en ese sentido.
ResponderEliminarTiene usted un acontecimiento para cada dia del año! Me pregunto si hay alguno importante que celebrar en Roma el dia 24, que es mi cumpleaños.
Seguro que fue alguna catastrofe, jiji.
Buenas noches, madame
Bisous
El inmigrante, en no pocas ocasiones, es el esclavo de los tiempos modernos. Ese "no sé de qué se quejan estos esclavos que comen todo lo que quieren y trabajan con pocas ganas" que debiera salir de la boca de Craso, por ejemplo, no es muy diferente del actual "los moros nos saturan la seguridad social". Seguimos siendo una sociedad igualmente impresentable.
ResponderEliminarbesos!
Contigo sigo aprendiendo y recordando tantos sucesos.
ResponderEliminarAbrazos
Me ha recordado la historia de aquel inmigrante sin papeles que caminaba de noche por las calles de Torremolinos o Málaga si no recuerdo mal y se encontró a una niña pequeña en similares circunstancias y la acompañó hasta una comisaría a riesgo de ser expulsado y perder la oportunidad de perder sus sueños de una vida mejor en España desde donde poder enviar dinero para la subsistencia de su propia familia.
ResponderEliminarUn abrazo
Cada vez que entro a tu templo me quito el sombrero.
ResponderEliminarLos esclavos labraron la otra historia. esa que se calla, como ahora.
Me inclino ante tu sensibilidad.
Si, Isabel y hay que reconocerles, como en esta ocasión del templo de Vesta, su acción. Entiendo más allá de lo que puedas siquiera imaginar. Saludos
ResponderEliminarAromas de lirios silvestres, y palabras en armonía con los colores de la primavera te acerco, para desearte un agradable fin de semana.
ResponderEliminarDando paso dentro de breves horas, a la estación con mayor esplendor de todo el año.
Y la sosegada brisa
del valle que dormía
acerco a tu mejilla
un beso de despedida.
María del Carmen
Quien menos tiene, siempre da más...lo ofrece puro y de corazón, me consta. Tu relato lo reafirma de una forma bella y honesta.
ResponderEliminarBiko Isabel, bonito fin de semana.
Valor y nobleza albergan en cualquier alma, independientemente de raza, sexo, color o extracción social.
ResponderEliminarPrecioso el recuerdo, Isabel.
Un beso.
Al final fueron los desposeídos, los "sin papeles" de entonces, como dices, los que dieron esa magnífica lección de ciudadanía y valor. El templo de Vesta (Hestia) pudo ser devorado por el fuego. ¡Qué paradoja! La diosa cuya seña de identidad era precisamente el fuego, sagrado, pero fuego al fin y al cabo.
ResponderEliminarUn saludo.
Inmigrantes, gentes sin papeles, de todas las razas y lugares, explotados, cobrando menos, niños y niñas en el tajo, prostitución a modo de esclavas...!cuanta esclavitud en nuestros días! Aquellos romanos no inventaron la esclavitud, y los 13 valerosos demostraron que eran personas, ciudadanos dignos hijos de Vesta, al salvar del fuego al fuego sagrado, salvaron a Roma.
ResponderEliminarIsabel, siempre nos ofreces reflexiones para pensar ahora, aunque se situe tu bella referencia, en Roma, es un placer leerte. Bsito cariñoso desde el Quinto pino.
¡descubrimiento! ¡valor y nobleza en el alma de un esclavo!
ResponderEliminarMenos mal que caemos en ese detalle!!
Qué endiosado el hombre a veces...
Un besazo
Acciones heroicas a veces, y quizá acciones nobles todos los días. Si que hay que recordarlo!
ResponderEliminarBeso.
Un acto de valor que, al menos para ellos, les supuso la libertad
ResponderEliminarHace más quien quiere que quien puede. Lo demuestra la hazaña de estos esclavos que además nos deja la enseñanza de que a pesar de su situación de esclavitud esto no había mermado su dignidad y el valor que atribuían a la vida. Tenían los valores enaltecidos.
ResponderEliminarHa sido un placer encontrarte Isabel.
Un saludo
Muchas personas tienen la mala costumbre de creerse superiores a los que les rodean y en casos como este no les queda más remedio que admitir los valores de esas personas que antes despreciaron o no valoraron lo suficiente.
ResponderEliminarBuen fin de semana.
Y es totlamente cierto, auqnue en aquella época sólo fueran cosas destinadas al servicio de Roma. Quizás en casos extremos, como en una guerra, se les pudieran dedicar estas loas, pero me temo que estas situaciones escaseaban muy mucho.
ResponderEliminarUn besito y feliz fin de semana
Dos cosas: en primer lugar la certeza de que siempre es posible aprender algo de la historia. Y en segundo lugar, qué como me gustan tus cuentos verídicos. Me llevan a Roma cada tanto y eso es digno de agredecimiento eterno.
ResponderEliminarHola!. Mi nombre es Jorge Alcantara y navegando por internet me encontré con tu blog: http://mujeresderoma.blogspot.com/, y estaba pensando en intercambiar enlaces contigo.
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Jorge Alcantara
Es verdad, Isabel.
ResponderEliminarCuántas veces nos pueden los prejuicios y los estereotipos.
Ya viene pasando desde hace tiempo.
Besos.
Sentido homenaje a quienes no deberían caer en el olvido y suscribo al comentario de BELKIS.
ResponderEliminarBesos y buen fin de semana
Bellísimo homenaje, querida amiga. Cuántas veces las sociedades se mantienen en los marginados.
ResponderEliminarUn beso,
Lástima que en el caso de los esclavos (o de los inmigrantes ahora) se reconozca su libertad o ciudadania cuando han demostrado previamente su valor.
ResponderEliminarUn abrazo
Que ciertas tus palabras amiga... cuanta gente hace actos heróicos y por no poseer el estatus social no le es reconocido.
ResponderEliminarun tributo a ellos, siempre!
besosss amiga!!!
Menos mal que la historia nos guarda estos momentos para conocer lo mucho que hicieron aquellos seres "inferiores". Abrazos.
ResponderEliminarMe encanta la historia de Roma. Es apasionante.
ResponderEliminartrece esclavos como trece estrellas en nuestro cielo.
ResponderEliminarMe ha encantado la historia de los 13 esclavos ¿casualidad? Dicen que el 13 es mala suerte pero no lo fue para estos esclavos.
ResponderEliminarQuizás en el 2010 alguien sepa sacar conclusiones y aprender de la historia. Saludos
Precioso texto para rendir un homenaje y recordar a aquellos que por circunstancias de la vida son los marginados de nuestra sociedad.
ResponderEliminarEl valor cuando se tiene es un capital,la libertad un derecho.
Un beso.