¿Cuál fue tu error, Calisto? Si no fue culpa tuya ser hermosa; si no pudiste adivinar que bajo la apariencia de la diosa Diana, a quien solías acompañar de caza por los bosques, se escondía el poderoso Júpiter; si tus fuerzas no eran bastantes para librarte de su abrazo y su deseo; si en tu vientre, hasta entonces virgen, arraigó su divina semilla, dime: ¿qué haces en el cielo convertida en una osa? Siento pena de ti y de mí, Calisto, pues, sólo por ser hembras, sufrimos un doble castigo: el del abuso de los varones y el de los celos de las diosas.
NOTA: La ninfa Calisto fue poseída por Júpiter, que se había acercado a ella bajo la apariencia de la diosa Diana, y la dejó preñada. Su esposa, la diosa Juno, rabiosa de celos, se vengó de ella transformándola en una osa. Júpiter la salvó de la muerte convirtiéndola en la constelación de la Osa Mayor.
*Júpiter y Calisto. Pintura de François Boucher. Foto tomada de internet.
Qué hermoso mito, pero a la vez qué cruel. Como siempre nosotras somos quienes sufrimos y pagamos los errores.
ResponderEliminarY sin embargo su transformación parece un premio. Sabía que su belleza no se podía esconder, y a la vista de todos la dejó en el cielo para toda la eternidad.Un saludo.
ResponderEliminarSi, como decía Hobbes, el hombre es un lobo para el hombre, bien podríamos decir nosotros, tras leer tu mitológico relato, que la mujer es una osa para la mujer.
ResponderEliminarBesos galácticos
era un buen consuelo quedar en las estrellas.
ResponderEliminarPobre Calisto.
ResponderEliminarPero, Isabel, qué bien recreas la comprensión femenina para su mal.
:)
besos!
¡¡¡Los dioses!!!
ResponderEliminarBicos
Engañada, castigada y convertida en constelación. ¡Pobre ninfa!
ResponderEliminarLos dioses eran, claramente, reflejo de los humanos, y sus mitos, nuestras historias.
Besos.
Salud y República
A partir de ahora habrá que escribir acerca de la venganza de los dios@s. ¡Vaya con Juno!
ResponderEliminarUn abrazo
Que bellas historias de amor y celos la que nos enseña la mitología, como esta de Calisto, la ninfa seducida por Zeus transformándose en la mismísima Ártemis. Un cordial saludo.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en parte con Anabel Botella. Hermoso mito y cruel. En esta ocasión, la pobre Calisto pagó por los errores y los deseos de los otros...
ResponderEliminarUn abrazo, amiga
Me encantan las historias "humanas" de los dioses.
ResponderEliminarUn beso, Isabel.
En tan pocas palabras, ¡cuánto nos has enseñado!
ResponderEliminarY que actuales siguen estando estos sentimientos.
Abrazos
Injusto Destino la de Calixto, poseida por Júpiter y odiada por Juno, el doloroso y maldito don de la belleza. Tantas como ella, Dafne convertida en laurel huyendo de la pasión de Apolo...
ResponderEliminarNo le bastó a Calixto brillar en el firmamento, hubiera querido vivir sin sufrir.
Hermosa leyenda la que no regalas amiga Isabel, con tus palabras cobra vida doliente.
Insisto, con perdón, mírate mi entrada de este Jueves, te interesaré por algo que yo sé. Besito cariñoso.
Historias mitológicas, historias humanas...Amor y Castigo
ResponderEliminarEste Zeus era peligroso, siempre urdiendo trucos para aprovecharse de las mujeres, no dudando en metamorfosearse en lo que se terciara para lograr sus objetivos, ya fueran cisnes, toros o lluvias de oro.
ResponderEliminarUna sociedad sumamente machista.
Saludos.
Mi querida escritora:
ResponderEliminarBella reivindicación para Calisto, y para tantos personajes femeninos violentados por ellos y condenados a sufrir la ira de ellas. Tan humanos son los dioses. Que las estrellas nos iluminen y nos dicten las lecciones que recuerdan la sintonía con el universo. Son constelaciones y son silenciosas.
Grande tu prosa poética, bella, concisa en su fantasía realista y comprometida.
¡Viva la Romana! Salve Diosa de las letras!, qué bien anidan en tu templo.
Te envío un gran abrazo, querida amiga.
Ya ves amiga mìa,al fin de cuentas ser mujer a muchas puede ocasionanos no solo un dolor de cabeza sino un terrible castigo!!!
ResponderEliminarP.D.:Y como siempre en esta vida la ley de las compensaciones jamàs estarà correctamente repartida...
MIS BESITOS FEMINISTAS ♣
Cuánto he aprendido en esta entrada, querida Isabel. Ahora, cada vez que mire a la Osa Mayor me acordaré de la ninfa Calisto y de su condena.
ResponderEliminarEs para mí siempre un auténtico placer pasar por aquí y aprender.
Un beso y que los dioses nos sean propicios.
Un mito cruel, sí: ¿somos los humanos juguetes en las manos de los dioses/destino/... los mercados?
ResponderEliminarPerdón por la digresión, pero es lo que me ha venido a la cabeza de golpe! :)
Un abrazo, Isabel
Amiga Isabel,
ResponderEliminarUnas cuantas anotaciones a la Metamorfosis de Calisto, Καλλιστώ [La más hermosa] en Griego, magistralmente explicada por Ovidio (Metamorfosis, II, 401-532). Creo yo que al Mito hay que situarlo en una época anterior al proceso de la Cultura y la Civilización. En este sentido las leyendas mitológicas no se pueden analizar, ni valorar, con los conceptos posteriores a la irrupción del Razonamiento, el que se originó en los albores de la época de los Filósofos Milesios.
Para analizar dichas leyendas no valen los conceptos que rigen ahora, porque la Mitología se sitúa fuera del tiempo. En este sentido no se deberían hacer valoraciones éticas de lo que explica la Mitología, ni mucho menos aplicar los conceptos y valoraciones que se originaron en el siglo XX en relación a las relaciones entre los sexos. Que quede bien claro que yo comparto todas las ideas en defensa de la dignidad de la mujer y su igualdad con el hombre, pero también quiero dejar claro que con esa tabla de medir no se puede acceder a la Mitología. Es como si quisiéramos medir la distancia entre dos lugares utilizando el Kilogramo como medida. Son cosas diferentes.
Al que se le pueden pedir cuentas es al mismo Ovidio: observo que él, para relatar el momento de la violación de Calisto, dice (II,434-7):
Illa quidem contra, quantum modo femina possit
(adspiceres utinam, Saturnia, mitior esses),
illa quidem pugnat, sed quem superare puella,
quisue Iovem poterat?
Ella, desde luego, por su parte, y todo lo que podía una mujer -¡ojalá la hubieras visto, Saturnia! Hubieras sido más benévola-, ella, desde luego, luchó: pero ¿a qué hombre podía vencer una muchacha, y quién podía vencer al supremo Júpiter?
Quiere ello decir que ya el propio Ovidio, en su época, censuró la actitud y el comportamiento de Zeus/Júpiter, al dejar constancia de la resistencia de Calisto.
Por lo demás, la Metamorfosis es muy interesante, e invito a los lectores a que accedan al texto completo de Ovidio. Seguro que no quedarán defraudados.
Te envío, amiga Isabel, un afectuoso abrazo,
Antonio
La vida es injusta por naturaleza. El dios de los dioses, Jupiter el magnífico, loco por la belleza pero casado con la sensatez.
ResponderEliminarJuno, la matriarca celosa de la belleza, de la inocencia y de la juventud menospreciando por tanto toda su experiencia.
Así somos, a su imagen y semejanza aunque no nos guste reconocerlo. Un fuerte abrazo.
aso, un tercer abuso. El de su jefa, Diana, intransigente y déspota. El odio de ésta por los hombres la llevó a verdaderos abusos entre sus subordinadas.
ResponderEliminarPobre Calisto, sí.
Cada vez tus historias son más auténtica prosa poética.
Un abrazo fuerte, Isabel. ¿Qué tal va la reina Dido?
El poder...y la envidia dos situaciones que en conjunto le hacen la vida miserable a cualquiera...incluso a una estrella en el cielo que fue mujer.
ResponderEliminarBesiños grandes Isabel!!
Con lo que me gusta el cielo y no sabía nada de Calisto encerrada eternamente en una piel de osa.
ResponderEliminarHermosa, cruel y real la mitología.
Un lección de dioses casi humanos, imposible ser mejores que ellos.
Un gran abrazo, lujo de chica.
Ojalá todos los castigo acabaran desembocando en convertirse en la Osa Mayor.
ResponderEliminar¿Sabes que ahora me entero de el porqué la constelación Osa Mayor se llama así?
ResponderEliminarMe encanta la mitología y aunque la expones en unas breves líneas, son una auténtica lección. Preciosa la historia pero cosas de la mitología, en vez de castigar a la pobre ninfa, al Júpiter le podía haber hecho algo...solemne y ejemplar que para eso era diosa. Mal. Muy buena con el infiel marido.
Un beso.
Pues sí, mi querida Isabel, la mitología sólo reflejaba la realidad humana, de cómo las mujeres habían de aguantar el abuso de los hombres y los celos de sus esposas y eso, lo transmutaban a las deidades de su panteón.
ResponderEliminarPrecioso relato,y como siempre, muy didáctico. Un gran beso y disfruta mucho del fin de semana, querida amiga.
Nadie puede saber la dimensión que puede alanzar una pasión humana de allí que en los mitos se muestren gigantescos de horror. Un gran abrazo
ResponderEliminarDios!!!
ResponderEliminarsaludos
La crueldad de los dioses no está nada alejada de la de los humanos.
ResponderEliminar¡A cuántos quisiéramos ver convertidos en osa!
Me gusta mucho la mitología y más de la manera que tú nos la cuentas.
Un abrazo querida Isabel y gracias por el comentario sobre mi relato.
Son fascinantes tus relatos... me dejas enganchado y con ganas de másss
ResponderEliminarAtz
Ojalá supiéramos explicar hoy así nuestro mundo.
ResponderEliminarjoé, prefiero la jubilación anticipada de la lista Calisto en osa, que la que me van a dejar convirtiéndome en trabajadora coreana sempiterna,
ResponderEliminar¿y el sindicato de Ninfas qué dijo?
Isabel, los celos entre hembras, como dices son terribles, ya diosas ya mortales se aniquilan.
ResponderEliminarPor fortuna tu texto es más bello que la realidad.
Un abrazo sin traspié.
Sergio Astorga
Eran dioses y diosas muy "humanos" (abuso de los varones y celos).
ResponderEliminarUn abrazo
Y que pena que no sea a los culpables a quienes se inflijan las penas...
ResponderEliminarAcabo de leer la entrevista del 2011, y me alegra ver cuanto perdura el interes por tus escrito y en particular de tu primer 'hijo' de papel que es tu libro.
ResponderEliminarFelicitaciones!
Eso si, hoy te hubiera pedido un cangrejo bien hervido en la olla y hecho sopa.
¿Tendria Su Merced la gracia de a partir de la fecha, hacer sus contribuciones para una buena sopa de Cangrejo, aqui?
ResponderEliminarHermosa manera de describir la aún actualidad.
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