- “¡Vete, sueño traidor, que apartas de mis caricias a mi amada!” – dice él.
Y ella dice:
- “Ven pronto, sueño amigo, y apodérate de mi querido Cayo, pues tan dulcemente duerme.”
Nota: Os recuerdo que ésta es una entrada programada mientras Claudia Hortensia y su liberta Lálage andan recorriendo Alba Longa.
Sueño… que traicionero es a veces…
ResponderEliminarSe envidia ese viaje, y se ansían capítulos nuevos.
Kisses
El sueño puede producir efectos beneficiosos o irritantes. Ambos son tan meritorios como el amor.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Isabel.
Dulce sueños y feliz viaje.
ResponderEliminarKuss
Muy bueno...
ResponderEliminar;)
Un abrazo enorme.
En este viaje supongo que el sueño no será lo primordial. tienes mucho que ver...
ResponderEliminarBesitos
...Y los sueños, sueños son, que decía el amigo Calderón.
ResponderEliminarUn saludo.
No siempre los sueños de los amantes se sincronizan.
ResponderEliminarTe imagino por Roma... Qué envidia.
Disfruta.
Deja, deja... ya verás como dentro de unos años cuando Cayo empieze a roncar, no le va a parecer que duerme dulcemente.
ResponderEliminarBicos
jejejejeje
ResponderEliminarDisfruta del sue... digo, del viaje :)
Abrazos, Isabel
Qué belleza de escultura, Isabel.
ResponderEliminarUn beso que te llegue hasta Roma.
El sueño tan deseado y tan caprichoso!
ResponderEliminarBesos Isabel :D
El sueño y los sueños....!!!
ResponderEliminarMe encantan estos textos y las imágenes.
Es un placer este blog.
Un abrazo Isabel
Las dos caras de la misma moneda, madame.
ResponderEliminarEsperamos mientras tanto su regreso.
Feliz fin de semana
Bisous
Ah, la entrega, cuando uno se olvida de sí mismo, y se desprende para amar intensamente... digamos, que el universo vibra a otro ritmo.
ResponderEliminarPrecioso.
Mis respetos a Alba Longa, vaya una varita de incienso para la misteriosa ninfa Silana.
Un gran abrazo.
Que sigan recorriendo Alba Longa....mientras reflexiono sobre los deseos....
ResponderEliminarAbrazossssssss
Y el sueño venció al león, que se dice.
ResponderEliminarA mí me parece tierno eso de contemplar el sueño del amado. Claro, hasta que Morfeo nos atrapa a nosotros también!
Pero lo importante es soñar juntos, no? Más que dormir.
:D