Así que en la antigüedad, en el Vaticano residía un dios capaz de hacer importantes vaticinios… Y he aquí que actuaba, también, con los recién nacidos.
Apenas salían del vientre de su madre “ (…) llegaba Vaticanus [para ayudarle] a dar el primer vagido. Acción, ésta, muy importante: el vagido anunciaba vigor, vitalidad, revelaba el temple, prometía una vida de relaciones y palabras. Este dios, hay que decir, enviaba vaticinios de gran poder cerca de Roma, en una zona más allá del Tíber, que de él tomó el nombre: “el campo Vaticano”. Parece que el primer vagido de un ser humano estaba vinculado con la esfera de la profecía. No sorprende. Los romanos tenían en gran consideración las voces imprevistas, inesperadas, fuera de lo ordinario, sobre todo si eran emitidas por quienes no tenían consciencia. Era, pues, a través de los niños que los dioses preferían enviar sus propios mensajes. El primer vagido es una voz nueva, jamás oída con anterioridad, emitida en un momento realmente importante: es probable que fuera escuchada como una adivinación.”
Licia Ferro y María Monteleone.- "Miti romani. Il racconto"
Traducción de Isabel Barceló Chico.
Apenas salían del vientre de su madre “ (…) llegaba Vaticanus [para ayudarle] a dar el primer vagido. Acción, ésta, muy importante: el vagido anunciaba vigor, vitalidad, revelaba el temple, prometía una vida de relaciones y palabras. Este dios, hay que decir, enviaba vaticinios de gran poder cerca de Roma, en una zona más allá del Tíber, que de él tomó el nombre: “el campo Vaticano”. Parece que el primer vagido de un ser humano estaba vinculado con la esfera de la profecía. No sorprende. Los romanos tenían en gran consideración las voces imprevistas, inesperadas, fuera de lo ordinario, sobre todo si eran emitidas por quienes no tenían consciencia. Era, pues, a través de los niños que los dioses preferían enviar sus propios mensajes. El primer vagido es una voz nueva, jamás oída con anterioridad, emitida en un momento realmente importante: es probable que fuera escuchada como una adivinación.”
Licia Ferro y María Monteleone.- "Miti romani. Il racconto"
Traducción de Isabel Barceló Chico.
¿Llegarán a emitir su primer vagido los gemelos hijos de Rea Silvia y del dios Marte? ¡Esperemos que sí y que ocurra pronto!
Madre mía. Esto es ma-ra-vi-llo-so!!
ResponderEliminarPues no, no lo sabía. Muchas gracias por contármelo.
ResponderEliminarBicos
Estamos deseando y que su primer vagido deje clara su ascendencia divina e imponga el fin de las injusticias contra su madre y los suyos, los de sangre y los de estirpe noble. Que, digo yo, la nobleza no se adquiere por nacimiento sino por comportamiento, la dignidad.
ResponderEliminarUn abrazo, querida Isabel.
Ja, ja, nán, me imaginaba yo que os gustaría. Es que los dioses de la antigüedad estaban por todas partes... Besos.
ResponderEliminarHola dilaida, es un placer relataros estos pequeños descubrimientos. Besos.
ResponderEliminarHola elena clásica, estoy completamente de acuerdo con que la nobleza es una conquista, no una herencia. Sea como sea, que nuestros gemelos lancen vagidos dignos de la gran empresa que les aguarda, para la que han nacido, y que despierten el orgullo de su madre. Besos, querida amiga.
ResponderEliminarMe he quedado sin palabras. Y callarme a mí es meritorio...
ResponderEliminarMe ha encantado este descubrimiento, me gusta saber el origen de las palabras y de las cosas y costumbres. Gracias.
ResponderEliminarYo tampoco lo sabía, gracias.
ResponderEliminarMe enteré al preparar el primer viaje a Roma. Curioso que la palabra Vaticano proceda de un dios pagano y que significa profecía u oráculo. Un abrazo, Isabel.
ResponderEliminarJa, ja, josep, en este caso podemos decir que te has callado por tener la cabeza metida en la pila del agua bendita... Besotes.
ResponderEliminarHola lales, sí que es curioso, ¿verdad? Si supiéramos todo lo que ha ocurrido bajo nuestros propios pies, seguramente seríamos más sabios. Besazos.
ResponderEliminarHola deb, es divertido conocer esos detalles. Tienen significado... Besitos.
ResponderEliminarHola paco hidalgo, seguro que sabiendo esto miraste el Vaticano de otra manera... Besos, querido amigo.
ResponderEliminarQue así sea y que nos traigan buenas noticias...
ResponderEliminarSiempre aprendiendo contigo, querida Profe.
ResponderEliminarEsos niños van a deslumbrar a los que tengan la dicha de presenciar su nacimiento. Vienen cargados con muchos y buenos vaticinios.
Besos y besos
Vaya, qué curioso! De modo que de ahí viene el nombre! Nunca lo hubiera imaginado. Muchas gracias por dárnoslo a conocer.
ResponderEliminarBuenas noches
Bisous
Muy curioso, Isabel. No, no tenía ni idea pero ahora que lo sé me encanta saberlo :) Un abrazo!
ResponderEliminar¡Y en el peor de los casos, una nalgada y las criaturicas empiezan a llorar!
ResponderEliminarSaludos decibélicos.
Isabel te abrazo, con el cariño de siempre.
ResponderEliminarMentesSueltas
Me ha gustado este artículo: los niños como instrumentos de los dioses. Además no sabía que Vaticanus fuese un dios antiguo. Un saludo.
ResponderEliminar¿Y cómo Vaticano está derivado de algo que nada tiene que ver con la religión? Es curioso.
ResponderEliminarGracias Isabel. Ya veo que nos sigues enseñando y por cosas así me gusta volver.
Besos, Carmen
Boquiabierto me hallo de que se me haya escapado un dios con semejantes connotaciones. Inclínome ante vos, fémina sapiente,sensible y noble:
ResponderEliminarUn gallo desplumao, pero bien estirao (y bien agradecío)
Isabel, vaya descubrimiento!!! Siempre es un placer...me ha encantado :D
ResponderEliminarBesotes.
Amiga Isabel,
ResponderEliminarAquí siempre se aprenden cosas nuevas, pues eso no lo sabía. Según esa teoría, procedería de
cano-is-ere-cecini-cantum;. cantar,
uates-is: adivino, poeta
aunque, según la información que he encontrado en
A. Ermnout et A. Meillet, Dictionnaire Étymologique de la Langue Latine, según algún autor la palabra podría tener un origen etrusco.
De todas formas, es muy interesante la información que nos das.
Un abrazo, Querida Isabel.
Antonio
Vaticinios, una colina desde la que mirar al futuro, incluso cuando al otro lado del río tan sólo había prados inundados. Y luego el circo de Nerón bajo la mirada de Jano cobijando a tantos tras el gran incendio, la colina que se allana para construir una basílica que luego es borgo dentro de la ciudad. No deja de maravillarme esta historia multiforme, plurilingue que lleva un curso imparable. Como un crisol de historia, también aquí, separando lo caduco de lo eterno. Gracias por sacar del baúl tantas joyas.
ResponderEliminarUna historia fascinante. Un saludo
ResponderEliminarLos nuevos "vaticinadores", oráculos modernos.
ResponderEliminarPásate por mi blog a eso de las 13 horas. Sorpresa.
Un saludo.
No lo sabía Isabel, como siempre eres didáctica y fascinante.
ResponderEliminarYo les vaticino a los gemelos, un vagido augusto, a pesar de todas las maldades que mi alter-ego y sus amos están perpetrando contra Rea.
Salve Isabel y que los futuros vagidos, te auguren éxito.
besos y abrazos.
Una vez más, queridos amigos, me quedo sin poder contestar individualmente a los últimos comentarios. ¡Qué pena! Pero que sepaís que los estimo muchísimo y constituyen el mayor estímulo para la escritura de la novela y el mantenimiento de este blog. ¡Besotes!
ResponderEliminarCayetano, he tratado de volver a entrar en tu blog para poner el enlace al final del post que he publicado hace un rato, y no hay manera... ¡Ni siquiera se me abre con el enlace que he puesto dentro del apartado de reseñas de la novela! En fin, mañana probaré otra vez, porque tengo ya los nervios rotos... Un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminarNo dejas de sorprenderme y enseñarme cosas en cada una de tus entradas. Tengo claro que el cristianismo usurpa fiestas paganas locales y las convierte en propias; realmente, no hay nada nuevo en la historia, pero hasta haber llegado a tomar el nombre de un dios arcaico, ha sido una cosa que me sorprendido.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Isabel
Es tan poético todo esto... que da gusto descubrir lo que no sabemos de esta forma.
ResponderEliminarGracias Isabel, eres un encanto.
Qué curioso!
ResponderEliminarMe encantan todas estas cosas que nos cuentas, y que para mí, al menos, eran desconocidas.
:D
Besitos