¿Has
escuchado el fragor del padre Tíber cuando estrella su corriente contra la proa
de la isla Tiberina? ¿Y el murmullo de la fuente de las Camenas, donde van las
vestales a buscar el agua sacra? ¿Recuerdas el rumor del mar y el siseo de la
ninfa Juturna al verter sus salutíferas aguas al pie del Palatino? Pues mezcla
todo eso en una sola garganta, Paulo, y comprenderás por qué la voz de Fainé a
todos enamora.
NOTA: Gracias, Fainé, por
haber leído con tanto gusto y pasión mis textos.
*Detalle de un grupo escultórico. Foto tomada por mí en la exposición "La belleza del cuerpo" en el Museo Arqueológico de Alicante.
¡cuánta razón tienes Isabel¡
ResponderEliminarHa sido precioso.
Muchos besos
Gracias por una tarde mágica de principio a fin, y eso que yo me demoré en los principios. Me disculpo.Gracias por poder paladear tan bellísimos textos que en realidad se leen solos. Besos que CUENTAN...
ResponderEliminarBellas comparaciones para la voz de la lectora.
ResponderEliminarMaravillosas palabras! Muchas gracias por compartirlas con todos nosotros.Besos.
ResponderEliminarQué bonito lo que has hecho!
ResponderEliminar:D
Un besito
Gracias, elena casero, nos regalaste una velada genial. Besazos.
ResponderEliminarHola fainé, la verdad es que todo el acto estuvo presidido por el humor, la afabilidad y el buen hacer de Elena y de Mauro, además del de Isabel y tuyo. Esperemos seguir repitiéndo veladas como ésta. Besazos.
ResponderEliminarGracias, maria luisa arnáiz, realmente Fainé lee con tanto sentimiento, que te transporta. Besazos.
ResponderEliminarHola yolanda, fue un acto muy simpático. Un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminarHola áfrica, te hubiera gustado. Besos.
ResponderEliminarEs una gran fotografía para una sugerente historia.
ResponderEliminarSaludos.