- ¡Madre, madre! Acabo de
ver el león de mármol que ha instalado el rico Craso junto a la puerta de su mansión.
¡Qué hermosos es! Y qué bellamente está pintado.
- Lo vi ayer, hija mía. Y
esto te digo: no te confíes ante esa imagen benigna y alegre del león. Por más
que Craso quiera presentárnoslo como una criatura mansa y hasta entrañable, los
leones muerden.
*Foto: León de mármol tal como debía estar pintado en la antigüedad. No es invención, sino que sacan los colores de las trazas que aún quedan en las obras originales. Jamás dejaban el mármol en su color blanco. Exposición "Los colores del blanco" celebrada en los Museos Vaticanos en 2005. Foto: Isabel Barceló.
NOTA 1: Craso, que ha quedado como sinónimo de hombre muy rico, vivió en Roma en el siglo I a.C. Se enriqueció escandalosamente a costa de la gente más pobre: cuando se incendiaba un edificio (cosa que ocurría con frecuencia, pues estaban hechos mayormente de madera) acudía con su equipo de "bomberos". Ofrecía al dueño pagar un precio ridículo por el edificio e iba rebajando la oferta a medida que avanzaba la destrucción. Sus hombres sólo intervenían para apagar el fuego una vez había conseguido comprarlo...
NOTA 2: Os dejo el enlace a la reseña sobre “La muchacha de
Catulo” realizada por Amparo Andrés Machí en ÁGORA DIGITAL
El león es fiero pero noble si lo comparamos con esas sanguijuelas de ayer y de hoy.
ResponderEliminarEl mármol me sigue gustando al natural, sin pintar. Están locos estos romanos.
Un saludo.
La verdad es que si no nos lo cuentas tu, lo que menos hubiera pensado es que este león estaba presumiblemte en la entrada de la casa de un romano (Craso) y he de reconocer que no solamente allí, también en el Coliseo Descubren que estuvo decorado con mármoles, “grafitis” y pinturas de visitantes y trabajadores
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Cayetano, cierto que es mucho más noble el león que las sanguijuelas. Pero mira ésas cómo duran...
ResponderEliminarLos romanos jamás dejaban el mármol blanco, siempre lo pintaban de colores muy, muy alegres. Otra cosa es que a nosotros nos resultan peregrinos... Besazos, querido amigo.
Hola unjubilado, la verdad es que es invención mía el que Craso hubiera puesto un león semejante junto a la entrada de su casa. Me ha parecido que era más comprensible para los lectores citar a Craso que un lugar en el foro o en la vía pública, donde seguramente habría leones como ése. La idea es hacer una comparación con determinados comportamientos humanos. Besazos.
ResponderEliminarRespecto a los mármoles del Coliseo, desde luego que estaba recubierto por el exterior no es ninguna novedad, menudos son los agujeros que existen en la fachada, donde se sujetaba el revestimiento. En cuanto al interior, es fantástico que hayan encontrado los restos cromáticos y se pueda precisar bien (o lo mejor posible) la decoración. Allí pintaban todo: fachadas, estuatuas, etc...
ResponderEliminarMe ha parecido muy curioso el aspecto del león. Algo niños sí que debían ser los romanos para pintarlos así. O es que, tal vez, nos hemos hecho a las esculturas con la elegancia desnuda del mármol y llama la atención estos colorines.
ResponderEliminarEn cuanto a la reseña, la leí hace un rato y me parece excelente. Me gusta que esta muchacha tenga tan buena acogida.
Un abrazo enorme, querida Isabel, y que los dioses nos guarden de tantos Crasos como hoy hay sueltos.
Isabel:
ResponderEliminarMe recuerda la fábula del alacrán y la rana o algo así, en la que al final el primer bicho le muerde al segundo diciéndole que está en su naturaleza...
Por cierto, son más elegantes los leones sin pintar que pintados. Así, parecen las carrozas de los carnavales...
Vale.
Cara Isabel, ya lo advertía Virgilio en sus "Bucólicas", "latet anguis in herba".
ResponderEliminarEn lo que respecta a la "policromía", estoy totalmente de acuerdo con Cayetano, mil veces prefiero el inmaculado mármol.
Cada vez que visito a mi querido "Augusto de Prima Porta" en los vaticanos, la reconstrucción en colorín que se muestra junto al original, siento lo que en Galicia llamamos "arrepío".
Mil bicos.
Sé que es problema mío y de mi costumbre de ver el mármol desnudo, pero me chirrían mucho las policromías. Me pasa lo mismo con el románico, también las iglesias estaban cubiertas de frescos.
ResponderEliminarY ¿qué decir de Craso? Antecedente directo de los Corleone o los Soprano, por no nombrar a otros jejeje
Abrazos, Isabel
Siii, ví una reproducción de la estatua de Augusto de la Prima Porta con colores rojos y azules intensos en su túnica que, dicen, eran para que nadie, en la noche, se confundiera al entrar en su Villa. Usaban colores sobre mármol, aunque parezca increíble! Qué interesante que hayas podido estar en esa exposición del Vaticano! Me encanta tu blog! Abbraccio, Isa.
ResponderEliminarSeguimos rodeados de alimañas disfrazadas para beneficio propio.
ResponderEliminarTambién suele acompañar ese ilustre apellido al error. Aunque supongo que es por como terminó, no por la forma en la que se enriqueció. Aún así no puede uno fiarse de los Crasos, ni de los leones. Me gustó mucho la foto.
ResponderEliminarEl león al fin y al cabo mata por defenderse pero este otro (leoncio-Craso) era de órdago...Y lo triste es que de esta especie cada vez se reproducen más...triste pero es así.
ResponderEliminarFeliz semana Isabel.
Lo del marmol y su policromia lo sabia, pero lo del depredador de de Craso, eso es fuerte.
ResponderEliminarbaci-
El instito depredador de Craso se llevó por delante al mítico Spartaco, ni el uno era tan fiero ni el otro tan revolucionario, pero...ayyy, cría fama y te convertirán en mito en el sentido que sea. Al león Craso le quitaron vida y colorines los partos, se le acabó el negocio inmobiliario, simpáticos partos, puñeteros, hasta con Trajano acabaron.
ResponderEliminarEsto de la história es fascinante, y al pobre león le salen los colores, inocente símbolo de imperios y selvas.
Besos y rugidos amistosos.
Mi querida Isabel:
ResponderEliminarEs admirable la forma como nos recreas la historia de la Antígua Roma que da gusto leerte y de paso me sirve para recordar aquéllas ya lejanas lecciones de historia antígua que recibí en Colombia.
El detalle que refieres sobre el león y sus colores y la aclaración en la nota 1 sobre Craso son todo un descubrimiento para mi.
Ah, los leones, de lejos me resultan bellos pero de cerca son un peligro!
Gracias mi estimada amiga por tus visitas a Contrastes.
Recibe mi abrazo.
Me admira cómo unes lo hilos invisibles de la historia, y cómo lo que nos cuentas está de rabiosa actualidad en todo lo que escribes.
ResponderEliminarUn gran abrazo.
Al parecer, madame, el romano ha creado escuela, y de las perdurables. Cambian los detalles, pero no la esencia.
ResponderEliminarEncantada de volver por aquí.
Feliz día
Bisous
Hola isabel martínez barquero, ciertamente sorprende la riqueza de colorido de esas piezas, pero si recordamos las pinturas romanas de las paredes y techos, seguramente no nos resultará tan extraño. En cuanto a los Crasos actuales, querida mía, qué difícil va a ser librarnos de ellos... Besazos.
ResponderEliminarJa, ja, dhyego, está en la naturaleza de los Craso dar dentelladas a sus vecinos... Y vaya si nos duelen. En cuanto a las pinturas, ya ves, les gustaban los colores alegres y sin matices. Besos.
ResponderEliminarJa, ja, profedegriego, un "arrepío" me dio a mí también al verlo. Nos resulta muy extraño. Sin embargo, otras piezas quedaban muy bonitas. Pondré una de un arquero del cual se han copiado, no hace mucho, para el diseño de una tela que se ha visto mucho éste verano. Besazos.
ResponderEliminarHola xibeliuss jarr, y seguro que Craso no fue el primero en primero en aprovecharse de los demás. Seguro que tenía ya mucha escuela a sus espaldas. Por lo demás, a mí me ocurrió que vi la portada románica de la catedral de Maguncia y casi me da un patatús. En mi ignorancia, creía que era una metedura de pata de los restauradores y los puse pringando para mis adentros hasta que me enteré de que era la pintura original. ¡Glup! Besazos.
ResponderEliminarHola pazzy, desde luego si era para que no se perdieran quienes iban a visitar a Augusto en la villa de Prima Porta, no podemos objetar nada... Sólo que nos resulta horrible. Besazos, querida amiga.
ResponderEliminarHola maria luisa arnáiz, y el caso es que cambian continuamente de disfraz y siguen engañando a los incautos. Apenas les quitamos una máscara, y ya debajo había otra. Besazos.
ResponderEliminarHola anabel rodríguez, bienvenida. Craso fue famoso por su derrota ante los partos, pero también por esa forma abusiva en que se enriqueció y por la brutalidad con que crucificó a los esclavos seguidores de Espartaco a lo largo de la vía Apia desde Capúa a Roma. Vamos, una joyita. Saludos cordiales.
ResponderEliminarHola bertha, yo creo que esos Craso no han dejado de reproducirse nunca, aunque lo hacen con suficiente control como para no ser muchos: así tocan a más carne. Besazos y feliz semana.
ResponderEliminarHola dapazzi, desde luego es fuerte lo de Craso. Pero vaya, se hizo con un fantástico parque inmobiliario... Besazos.
ResponderEliminarJa, ja, natalia tarraco, si hasta los leones se sonrojan está claro que había mucho tiburón romano depredando a sus vecinos. Y los Partos, pobrecillos, tan vituperados... Besazos.
ResponderEliminarQuerido gustavo figueroa v, es un placer pasar por tu casa siempre adornada de hermosos poemas. Y una alegría recibir tu visita aquí, aunque sea entre leones con menos fiereza en su apariencia que en la realidad. Muerden, ya lo creo que muerden. Como Craso y compañía... Un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminarHola rosa rcr, en todas las épocas ha habido gente sin escrúpulos que no le ha importado nada abusar de los demás. Y sigue siendo así. Besazos.
ResponderEliminarHola isabel, creo que está de rabiosa actualidad en cualquier tiempo y lugar. Quizá no en Utopía, pero claro... Ja, ja, besazos.
ResponderEliminarHola la dame masquée, mucho me temo que otras sociedades hicieran también lo mismo, al menos si juzgamos por lo que vemos a nuestro alrededor. El que no depreda en su propio país porque no se lo consienten, depredan en los ajenos.
ResponderEliminarMe alegro de saludarla, madame, beso su mano.
Muy bella la restauración o la muestra de arte, cada época acoge una visión particular de cuanto le rodea. En cuanto a tu reseña, personaje nefasto, comportamiento inhumano pero que sabemos sigue existiendo en diferentes formas. Me voy por ese enlace y a ver cómo nos vamos poniendo al día.
ResponderEliminarBesos venerable dama.
Los leones muerden, arañan y matan sin piedad. Pero suele ser por pura necesidad, no como los que presumen de corderos y son peor que los reyes de la sabana.
ResponderEliminarBesotes, felicitaciones otra vez por tus éxitos.
"Es mi naturaleza" podría argumentar el leoncito. Coincido con Virgi en que el león se muestra tan fiero como noble, ay de aquellos corderos de piel fingida.
ResponderEliminarEste león, por otra parte, ha montado una buena polémica con su colores, le hacen parecer más cándido, infantil, vamos "un lindo gatito", pero felino es. Así que, la advertencia bienvenida sea.
Besazos, querida Isabel.
... es su condición, no los culpemos...
ResponderEliminarSobre todo si estamos advertidos.
Besos.
LA HISTORIA SIGUE SIENDO REDONDA, Y EVITANDO LA EVOLUCIÓN TECNOLÓGICA SE REPITE UNA Y OTRA VEZ. GRACIAS POR TU MAESTRIA
ResponderEliminarHola américa, cierto que cada época tiene sus propios cánones estéticos, todo va cambiando. En cuanto al personaje Craso,ya ves, comportamientos como ese siguen estando en boga: ahora lo que se incendian y se arruinan son los paises y allí, al pie de las llamas, están los Crasos esperando su presa. Besazos, querida amiga.
ResponderEliminarHola virgi, cierto que los depredadores humanos no nos suscitan ninguna tolerancia. Y sin embargo, los padecemos y, con frecuencia, hasta los votamos. En fin. Besazos, querida amiga.
ResponderEliminarHola elena clásica, la verdad es que ese león parece talmente de mentirijillas, como para divertir a los niños; un león de cuento. Y la verdad es que, con frecuencia, los depredadores humanos se presentan con esa misma careta y consiguen engañar a los adultos. Lo malo es que algunos se dejan engañar toda la vida... Besazos, querida amiga.
ResponderEliminarHola pedro ojeda escudero: cierto que estamos advertidos. Pero, al parecer, no todos, pues de lo contrario ciertas situaciones no se comprenden. ¿Será que la gente prefiere el yugo y el abuso antes que el esfuerzo de responsabilizarse? Besazos.
ResponderEliminarHola suplementos deportivos. La evolución y/o revolución tecnológica si no va acompañada de una evolución humana poco adelanto significa. Pero en fin, ese es un tema para tratar largamente. Saludos cordiales.
ResponderEliminarIsabel !!! Saludos recibe desde México, mucho ansío leer tus obras que hasta aca no llegan, de cualquier forma pronto iremos a España. Lo que cierto es que la abuela cultura nuestra, no por nada nos nombramos latinos, es Roma, nuestras son sus instituciones jurídicas, políticas, sociales, nuestra lengua y hasta sus festividades. Lo que sé es que los romanos gustaban de pintar sus muros con fieros y fieles perros en las entradas de sus domus, el vestibulum. Un animal doméstico siempre presente en la cultura, bien lo aprecio Pitágoras en su teoría de la metempsicosis como digno guardian del hogar y la conciencia humana.Me encantaría tanto leer La Muchacha de Cátulo. Cien abrazos y al momento uno más!
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