martes, diciembre 30, 2008

CENA DE NOCHEVIEJA PARA TIEMPOS DE CRISIS


Si te entristece la perspectiva de cenar solo,
Toranio, puedes venir a ayunar conmigo.
Si prefieres primero un elegante aperitivo
tendremos lechugas baratas de Capacocia;
puerros picantes, huevos rellenos con atún,
repollitos tiernos de mi hortaliza
humeando en la negra olla de barro,
salchichas en nívea sopa de pasta,
y fríjoles bayos con tocino dorado.
Y después, como postre, si te apetece,
tendremos uvas pasas, peras sirias,
castañas universitarias a la napolitana.
El vino, se vuelve bueno bebiéndolo.
Y si tras este menú, Baco, como suele,
nos despierta otra vez el apetito,
hay aceitunas aristocráticas de reserva
y altramuces y petit-pois calientes.
Humilde es la cena (¿quién puede negarlo?)
pero tendrás una cena sin etiqueta
y te podrás recostar a tus anchas
y no leerá tu anfitrión ningún libro
ni bailaoras gitanas agitarán sus caderas
con un temblor estudiado. Sólo la flauta
de mi pequeño Cóndilo tocará un son
ni demasiado serio ni vulgar tampoco.
Esta es la cena. Tú te sentarás con Claudia.
¿Qué muchacha te parece para compañera mía?

MARCIAL.- “Epigramas”.
Traducción de Ernesto Cardenal


NOTA: Queridos amigos, sigo de vacaciones, pero no quería dejar de asomarme aquí en estas fechas festivas. Aunque el festín al que os he invitado es muy modesto, a ninguno os habrá disgustado sentaros a la mesa de Marcial y menos aún le hubiera disgustado a él. Levantemos, pues, nuestras copas y deseémonos buen humor y buena compañía a lo largo del año que comienza. Y ¡qué caramba! aunque venga ceñudo y malhumorado cuenta con 365 días, ni uno más. Besos a todos y feliz año.

*Pintura mural en los restos del Teatro de Pompeyo. Roma. Foto:Paco Hernández.

**Detalle de relieve en la tapa de un sarcófago. Museos Capitolinos. Roma.

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lunes, diciembre 22, 2008

NUECES DE SATURNALIA



De mi tierra os envío, como veis,
amigos míos, nueces de Saturnalia.
No esperéis más de mi, muchachas y muchachos,
pues el dios lascivo ya os regaló todas las demás frutas.


Con este parafraseado epigrama de nuestro admirado Marcial, deseo felicitaros estas fiestas que los romanos dedicaban al dios Saturno, a quien, entre otros muchos dones, le atribuían el haber enseñado a los hombres el arte de la agricultura. Era costumbre hacerse regalos, siendo las nueces uno de los preferidos durante la república. Que estas nueces sean símbolo de mi agradecimiento y afecto por vosotros y de todas las cosas buenas y sabrosas que espero sigamos compartiendo en el futuro.


NOTA: El epigrama de Marcial dice: “De mi tierrita te envío, como ves,/ Juvenal, nueces de Saturnalia./ Las otras frutas el dios lascivo/ya se las dio a muchachas alegres”. Traducción de Ernesto Cardenal.


*Nueces de Valencia.

** Detalle de pintura mural en el Palacio Farnese. Roma.

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jueves, diciembre 18, 2008

MARCIAL SE QUEJA DE LA FAMA



¿Cómo explico "que los vivos no tengan fama
y pocos lectores amen su propio tiempo"?
Es ya costumbre tradicional de la envidia, Régulo,
preferir siempre los antiguos a los actuales.
Preguntamos por la sombría columnata de Pompeyo.
Los viejos suspiran por sus templos ruinosos.
Lees a Ennio, oh Roma, y ahí anda vivo el Virgilio;
sus contemporáneos se rieron de Homero;
pocas veces los teatros aplaudieron a Menandro;
a Ovidio solamente lo conoció su Corina.
Sin embargo, no tengáis prisa, mis libritos:
si la fama viene con la muerte, no me apresuro.

MARCIAL.- "Epigramas"
Traducción de Ernesto Cardenal.

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* Detalle de pintura mural representando a una joven. Pompeya.
** Detalle de pintura mural. Guirlanda. Casina del Cardenal Besarione. Roma.

martes, diciembre 16, 2008

VÍSPERA DE UN COMBATE DE GLADIADORES


Inscripción en el muro exterior del Ludus magnum:


Hipólito de Macedonia y Marcus el gaditano librarán mañana un combate a muerte en el anfiteatro Flavio. Para uno de ellos ésta será la última noche. Muchachas de Roma: si tenéis corazón, no les neguéis nada.




NOTA 1: El Ludus magnum era una instalación donde vivían y se entrenaban los gladiadores. Estaba al lado del Coliseo (nombre popular del anfiteatro Flavio) y conectado con él por un subterráneo. Aún se ven restos del Ludus Magnum al lado del Coliseo.

NOTA 2: Kala Editorial (de la que encontraréis un enlace banner en la barra de la derecha) ha sacado ya a la venta por internet la primera antología de Escritores Seriales, con una selección de 24 relatos de escritores hispanoamericanos, entre los cuales se encuentra mi relato "El amor y la vida".

* Detalle de un relieve de dos gladiadores combatiendo. Museo Massimo alle Terme. Roma.
** Vista del Coliseo (Anfiteatro Flavio), las columnas de su izquierda pertencen al antiguo templo de Venus y Roma. Roma. Foto: Rafael Lillo.


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domingo, diciembre 14, 2008

CONSTRUCCIÓN DE UNA CALZADA ROMANA

Dedicado a Daniel Crespo
“(…) El primer trabajo aquí fue trazar los surcos y anular los senderos y, con un profundo desescombro, excavar la tierra hasta la roca; luego rellenar con otros materiales las fosas así vaciadas y preparar un lecho para el pavimento exterior, a fin de que el suelo no ceda y de que no resulte inestable el asiento para las losas de piedra unidas; entonces trabar la calzada con bloques de piedra ceñidos a cada lado y con numerosas cuñas.

¡Oh, cuántas manos trabajan a la vez! Unos talan los árboles y despejan los montes; otros explanan con herramientas de hierro los escollos y los tocones. Otros encajan las piedras y completan la obra con cal cocida y toba cenicienta; los otros drenan a mano los pozos llenos de agua, y acanalan hacia lo lejos pequeños arroyos.

(…) Desde allí, el viajero, desviando su camino, cambia de dirección; allí la vía Apia se duele de verse abandonada. Entonces el trayecto se hace más rápido y más apremiante, entonces las bestias de tiro se gozan ellas mismas de tomar impulso como cuando, fatigados ya los brazos de los remeros, vosotras brisas al levantaros, henchís las velas. (…)”


PUBLIUS PAPINIUS STATIUS.- “Vía Domitiana”
Traducción de Isabel Velázquez


NOTA: Este poema es un elogio a la vía Domitiana, mandada construir por el emperador Domiciano (finales siglo I d.C). Contiene la descripción más completa que ha llegado hasta nosotros sobre cómo se construían las calzadas.

miércoles, diciembre 10, 2008

LA FUENTE DE LAS CAMENAS

- Hoy iremos a buscar agua a la fuente de las Camenas – dice a voces mi joven ama irrumpiendo en el jardín. Levanto la cabeza y la veo dirigirse hacia el peral bajo cuya sombra estoy, radiante y con los brazos extendidos hacia mí. ¡No entiendo esta manía de las romanas de cogerme en brazos…! Con todo, es más prudente ser dócil. Le dirijo una mirada lánguida y alargo hacia sus manos el hociquito.

Por fortuna, deciden colocarme dentro de una cesta. No resulta muy cómodo, pero es más llevadero y menos humillante que ir en brazos de Ruda. Y así puedo, además, disfrutar mejor de los olores. Para disgusto mío, no pasaremos por el foro ni por el mercado de animales, lo que me priva de muchos placeres. La colina donde tiene su mansión mi ama, el Palatino, es demasiado refinada para mí y el público que ocupa sus calles no es ni la mitad de interesante y oloroso que el del mercado.

- Verás cómo te gusta la fuente – dice mi ama mientras descendemos hacia el Circo Máximo y me llega, en oleadas, el olor de los caballos. – Las Camenas son unas ninfas muy, muy sabias. Y te diré una cosa: es una fuente sagrada y de ella toman el agua las Vestales. Quizá por eso ellas son sabias también…

Nos hemos metido por vías estrechas y cada vez se hace más difícil avanzar. Ante nosotras se alza la muralla y la Puerta Capena, por donde se sale a la via Appia. Animales y personas se atascan allí, protestando y gritando. Nuestros esclavos se abren paso a empujones y por fin traspasamos el portón. Fuera hay más casas, más callejuelas laberínticas y más gente. Avanzamos un breve trecho por la vía Appia y luego tomamos un callejón a la izquierda.

- ¡Aquí está la fuente! – palmotea mi ama. Penetramos en un bosquecillo de cipreses y pinos, matorrales, hierba húmeda y limpia rodeando un estanque. El agua llega a las orillas en pequeñas ondas. Hay silencio y quietud, como si nos hubiérmos trasladado a muchas millas de Roma. Mi ama se sienta en el suelo y hace que depositen a su lado mi cesto.

- Me gustaría ser tan sabia como una ninfa. ¿Sabes que una de ellas, Egeria, fue la consejera del rey Numa Pompilio, a quien ayudó a establecer nuestras primeras leyes? Su santuario está un poco más adelante, quizá vayamos otro día –. Suspira y se queda absorta. También yo me quedo quieta, observando a unos gorriones que picotean en el borde del agua. De un salto me acerco a ellos.



- ¡Quieta! – grita mi ama. Y en un instante se echan sobre mi Ruda, los esclavos y ella misma y, aunque los esquivo fácilmente, me han echado a perder la fiesta, porque los gorriones han volado – ¡No permitiré que ofendas a las ninfas atacando a quienes vienen a sus dominios a beber!

Me habla con tanta severidad que juzgo conveniente agachar las orejas. Me hace un gesto con la mano para que permanezca sin moverme y ella se levanta, pide la jarra que hemos traído y la llena inclinándose en la orilla del estanque. Se acerca de nuevo a mí, vierte un poco de agua en su mano, y me la pasa por la cabeza.

- Tenemos mucha necesidad de hacernos sabias…



NOTA: Es todo un placer que los romanos considerasen que su rey Numa Pompilio – el segundo rey de Roma – había sido asesorado por una fémina para implantar las leyes. Y el que esos primeros reyes fueran legendarios, no resta ningún valor a esa atribución.
En la actualidad no existe la fuente de las Camenas, pero sí una calle que las recuerda (vía de las Camenas) donde se cree que estaba la fuente en la antigüedad. Es un lugar muy, muy especial...
*Kato, gatito de Krisish y Jacarma. Foto: Krisis
**Inicio de la Vía Appia, al fondo la vía de las Camenas. Roma.
***Via de las Camenas. Roma.
****Gato desconocido. Fotografía: Alexandrya Faderland.
*****Hojas de acanto. Foro romano. Roma.

lunes, diciembre 08, 2008

EL PANTEÓN DE AGRIPA


“El Panteón es una esfera remotísima. La romanidad pura, desde el basamento hasta el óculo. Cinemax primero de los dioses. Una cúpula perfecta que bordea el perímetro del mármol. Quien tenga una vida, debe aquí alzar la mirada para entender formas que no deben manifestarse hasta que sea propicio el momento. Se alza el hormigón del santuario como una tuerca sagrada y se enrosca sobre los muros. Aquí los años se han plantado para contar las luces como en un calendario. El Panteón, un manual intangible para la hiedra. En su interior se despresurizan las líneas y se curvan hasta entonar un glóbulo blanco para la armonía. Se cuela entre las hornacinas el viento antiguo de quienes gobernaban amando la hermosura de los volúmenes y trazaban perfecciones en el futuro de los hombres.”

ANTONIO PORTELA . “Ciudadano romano”.


*Interior de la cúpula del Panteón de Agripa. Roma. Foto de Rafa Lillo

**Detalle de las columnas que sujetan la cúpula en el interior del Panteón. Roma. Foto de Rafa Lillo.

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miércoles, diciembre 03, 2008

ACILIA APRENDE CUÁNTO VALE UN MANTO NUEVO

- ¡Eres una estúpida, Acilia! Has dejado las tenacillas calientes al lado de mi manto nuevo y se ha quemado por tu culpa. ¡Mira qué rodal oscuro ha quedado! ¿Cómo puedo presentarme en el banquete que dará mañana el noble Sila con uno de los mantos viejos? Sería el hazmerreir de Roma.

- Ama, yo no he sido …

- ¡Esclava inútil! ¿Aún me replicas? No sé cómo me contengo para no azotarte. Y tú, Esvástulo, no te quedes ahí mirándome como un pasmarote. Ve ahora mismo a buscar a Polión, el traficante de esclavos, y dile que le alquilo a esta necia para que trabaje en uno de sus burdeles hasta que me haya resarcido del valor del manto.

- Ama, ¡ten compasión de mí! – grita Acilia arrojándose a sus pies.

- ¿Acaso te parece que te impongo un castigo demasiado severo o desproporcionado? ¡Pero qué ignorante eres…! El manto que me has estropeado vale mil veces más que tú.




NOTA: Los esclavos carecían de derechos y sus amos podían disponer de ellos como quisieran, incluso torturarlos o quitarles la vida sin juicio y sin dar explicaciones a nadie. También algunas mujeres fueron crueles con las de su mismo sexo.

*Detalle de un relieve con mujer llorando. Museos Capitolinos. Roma.
**Detalle de pies femeninos de una escultura. Museo Termas de Diocleciano. Roma.
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lunes, diciembre 01, 2008

VETUSTIA Y LA CASTIDAD


Inscripción en el muro de la panadería de Gallo en la colina del Esquilino.

Vetustia quiere ser más casta que la diosa Diana. ¡Por todos los dioses…! ¿Quién es el responsable de haber metido semejante idea en su cabeza? Sea extranjero o romano, noble o plebeyo, Cayo Calpurnio jura que ese insensato merece ser castigado con la pena capital.



* Detalle de escultura femenina. Museos Capitolinos. Roma. Foto Paco Hernández