lunes, abril 17, 2006

PRESENTACIÓN

Hola a todas/os:

Me propongo hablar de las mujeres de Roma, de todas en general y de algunas de ellas en particular. Me apasionan. Y me disgusta el olvido al que están sometidas. Si habéis estado en Roma (o si pensáis ir alguna vez) os daréis cuenta que tanto las guías turísticas escritas como las/los guías que se pueden contratar allí rara vez hablan de mujeres. De emperadores y papas, todos los que se quiera, pero de mujeres muy poco. Como si nunca hubieran existido o no hubieran contribuido a la construcción de esa ciudad.
Hablar de las mujeres de Roma es hacerlo de todas las mujeres de nuestra cultura occidental, porque no en vano somos sus herederas. La lengua, las leyes, muchísimas costumbre, proceden de la antigua Roma, y hay que decir que la iglesia católica romana también se ha hecho sentir con gran intensidad y ha afectado durante siglos a nuestro vivir cotidiano. Así que estamos en casa. Aquellas mujeres tuvieron las mismas dificultades que nosotras, los mismos conflictos, el mismo valor y entereza, el mismo olvido... Por mi parte, las quiero recordar.

11 comentarios:

Manuel Tendero Gil dijo...

Esta todo muy bien un abrazo

Anónimo dijo...

Querida Isabel Romana, tu propuesta me parece muy importante. En mi medio debatimos mucho sobre la escasa presencia de la mujer, con la contradicción de que casi el 80% de los estudiantes universitarios de Bellas Artes son mujeres, y este porcentaje no se ve reflejado en los proyectos expositivos reales. Algo no encaja.
Tus historias dan a la mujer una presencia y una fuerza que deben ser valoradas. Seguiré tus historias de mujeres romanas, las historias de todas nosotras.
felicidades por tu proyecto
Carme Regueiro

Isabel Barceló Chico dijo...

Gracias Carme, significa mucho para mí lo que dices. He dedicado 4 años de estudio entusiasta sobre las mujeres de Roma - incluso he contado con una beca en la Real Academia de España en Roma - para escribir un libro de contenido literario sobre el tema. De veras he llegado a creer que no interesaba a (casi)nadie, pero ¡he aquí que estás tu!. Me siento muy feliz por ello y espero que frecuentes la página y me des también sugerencias, críticas e ideas.

novivo dijo...

Hola! hace tiempo he pasado por acá pero no he tenido mucho tiempo de leer tus textos con detenimiento. Desde hoy te voy a leer tus post desde el principio hasta llegar al post final. Me parece súper interesante el tema.


saludos

La gata que no esta triste y azul dijo...

Empiezo por el principio de todo... si no me voy a enterar... besos

ISABEL MIRALLES dijo...

Querida amiga, perdona si no me he pasado antes por tu blog, pero he pasado por una operación algo delicada y estado algún tiempo sin ganas de nada.

Te felicito sinceramente por tu libro, algunos de los capítulos que he leído me han gustado mucho.

He puesto un link a tu blog en mi foro poético, creo que la gente debe conocer tu obra.

http://boards3.melodysoft.com/app?ID=sentimientospoeticos

¡Felicidades y mil besos!
Isabel Miralles

Anónimo dijo...

Muy interesante Blog. Ya esta en mis favoritos para leer las actualizaciones que le hagas. Felicidades por tan buen trabajo.

Manuel Márquez dijo...

Pues no sé si tiene mucho sentido hacer comentarios en reseñas de hace tanto tiempo, pero, como lo prometido es deuda, y ya te dije que emprendería la lectura por su recto lugar (es decir, por el principio...), héme aquí, dispuesto a tal empresa. Y ya te iré contando (aquí, o dónde tú consideres mejor).

Un abrazo.

JUANAN URKIJO dijo...

Me he deslizado hasta aquí, hoy 19 de marzo de 2008, para ver cómo iniciaste tu andadura. Es sorprendente, Isabel; y digno de admiración tu esfuerzo. Acabo de leer alguna de tus entradas sueltas, la última la de Minucia, y tiene auténtico mérito el trabajo que vas haciendo.
Enhorabuena, Barceló. Eres un hacha.

Isabel Martínez Barquero dijo...

Emocionante, Isabel. Entonces no te conocía ni sabía lo que era un blog. Hoy no puedo pasar sin mi Romana.
Mil besos y toda mi admiración.

arte erótico dijo...

10 años !!!, ya,... entonces mi novio tenía pelo