domingo, marzo 22, 2009

SHAKESPEARE, JULIO CÉSAR Y MARCO ANTONIO

El 20 de marzo del año 44 a.C., a los cinco días de su asesinato, se celebraron los funerales de César. Los asesinos habían permitido la celebración pública de éstos al cónsul Marco Antonio. En el foro se montó un catafalco con un fondo de telas púrpura, bajo el cual estaba el lecho fúnebre de César con el cadáver a la vista. Junto a él, se había colocado la ropa ensangrentada que vestía el día del asesinato, así como muchos trofeos conquistados en sus campañas militares.

Marco Antonio pronunció un discurso al parecer bastante breve y leyó el testamento de César, algo que hizo enfurecer a la multitud, porque no sólo dejaba un legado importante a los ciudadanos romanos, sino que dejaba legados a algunos de quienes habían sido sus asesinos. Incluso a uno de ellos lo nombraba tutor de su hijo, el joven Octavio (más tarde convertido en el emperador Augusto). Eso ponía de manifiesto la magnitud de la traición. El público, enfurecido, decidió incinerar allí mismo el cadáver de César e incendiar las casas de sus asesinos.

William Shakespeare, en su drama “Julio César” construye para Marco Antonio un magnífico discurso, que se ha considerado como uno de los mejores de la historia. Es una pieza maestra de cómo, con un discurso aparentemente favorable a los asesinos, logra volver al público contra ellos. Aquí os lo dejo, porque creo que los funerales de César bien se lo merecen. Para no transcribir toda la escena, he puesto entre paréntesis las reacciones del público, algo que en la obra está, lógicamente, desarrollado. Todo lo demás, corresponde al discurso de M. Antonio.

Pido disculpas por una introducción tan larga, pero me parecía necesaria para que todos los lectores pudieran disfrutar y comprender mejor el texto de Shakespeare.






ANTONIO: "¡Amigos, romanos, compatriotas, prestadme atención! ¡Vengo a inhumar a César, no a ensalzarle! El mal que hacen los hombres perdura sobre su memoria. Frecuentemente el bien queda sepultado con sus huesos. ¡Sea así con César! El noble Bruto os ha dicho que César era ambicioso. Si lo fue, era la suya una falta grave, y gravemente la ha pagado. Con la venia de Bruto y los demás, pues Bruto es un hombre honrado, como son todos ellos, hombres todos honrados, vengo a hablar en el funeral de César. Era mi amigo, para mí leal y sincero; pero Bruto dice que era ambicioso. Y Bruto es un hombre honrado. Infinitos cautivos trajo a Roma, cuyos rescates llenaron el tesoro público. ¿Parecía eso ambición en César? Siempre que los pobres dejaban oír su voz lastimera, César lloraba. ¡La ambición debería ser de una sustancia más dura! No obstante, Bruto dice que era ambicioso, y Bruto es un hombre honrado. Todos visteis que en las Lupercales le presenté tres veces una corona real, y la rechazó tres veces. ¿Era esto ambición? No obstante, Bruto dice que era ambicioso, y, ciertamente, es un hombre honrado. No hablo para desaprobar lo que Bruto habló. Pero estoy aquí para decir lo que sé. Todos le amasteis alguna vez, y no sin causa. ¿Qué razón, entonces, os detiene ahora para no llevarle luto? ¡Oh raciocinio! Has ido a buscar asilo en los irracionales, pues los hombres han perdido la razón… ¡Perdonadme un momento! Mi corazón está ahí, en ese féretro, con César, y he de detenerme hasta que torne a mí." 
(Los ciudadanos hablan entre sí dando la razón a Antonio)

"Ayer todavía, la palabra de César hubiera podido prevalecer contra el universo. Ahora yace ahí, y nadie hay tan humilde que le reverencie. ¡Oh señores! Si estuviera dispuesto a excitar al motín y a la cólera a vuestras mentes y corazones, sería injusto con Bruto y con Casio, quienes, como todos sabéis, son hombres honrados. ¡No quiero ser injusto con ellos! Prefiero serlo con el muerto, conmigo y con vosotros, antes que con esos hombres tan honrados. Pero he aquí un pergamino con el sello de César. Lo hallé en su gabinete, y en su testamento ¡Oiga el pueblo ésta su [última] voluntad (aunque con vuestro permiso, no me propongo leerlo), e irá a besar las heridas de César muerto y a empapar sus pañuelos en su sagrada sangre! ¡Sí! ¡Reclamará un cabello suyo como reliquia y, al morir, lo transmitirá por testamento como un rico legado a su posteridad! "
(Los ciudadanos exigen conocer el testamento de César) 
"¡Sed pacientes, amables amigos! ¡No debo leerlo! No es conveniente que sepáis hasta qué extremo os amó César. Pues siendo hombres, al oír el testamento de César os enfureceríais llenos de desesperación. Así, no es bueno haceros saber que os instituye sus herederos, pues, si lo supierais, ¡Oh! ¿Qué no habría de acontecer?" 
(Más voces exigiendo la lectura del testamento) 

"¿Tendréis paciencia? ¿Permaneceréis un momento en calma? He ido demasiado lejos en deciros esto. Temo agraviar a los honrados hombres cuyos puñales traspasaron a César. ¡Lo temo!"
(Siguen las exigencias de los ciudadanos)
"¿Queréis obligarme, entonces, a leer el testamento? Pues bien, formar círculo en torno al cadáver de César y dejadme mostraros al que hizo el testamento. ¿Descenderé? ¿Me dais vuestro permiso?" 
(Baja de la tribuna y se sitúa junto al catafalco con los despojos de César) 
"Si tenéis lágrimas, disponeos ahora a verterlas. ¡Todos conocéis este manto! Recuerdo cuando César lo estrenó. Era una tarde de estío, en su tienda, el día que venció a los nervios. ¡Mirad: por aquí penetró el puñal de Casio! ¡Ved qué brecha abrió el envidioso Casca! ¡Por esta otra le hirió su muy amado Bruto! ¡Y al retirar su maldecido acero, observad cómo la sangre de César parece haberse lanzado en pos de él, como para asegurarse de si era o no Bruto el que tan inhumanamente abría la puerta! Porque Bruto, como sabéis, era el ángel de César. ¡Juzgad, oh dioses, con qué ternura le amaba César! Ese fue el golpe más cruel de todos, pues cuando el noble César vio que él también le hería, la ingratitud, más potente que los brazos de los traidores, lo anonadó completamente. Entonces estalló su poderoso corazón y, cubriéndose el rostro con el manto, el gran César cayó a los pies de la estatua de Pompeyo que se inundó chorreando sangre… ¡Oh, qué caída, compatriotas! En aquel momento, yo y vosotros y todos, caímos, y la traición sangrienta triunfó sobre nosotros. Oh, ahora lloráis, y percibo sentir en vosotros la impresión de la piedad. Esas lágrimas son generosas ¡Almas compasivas! ¿Por qué lloráis, cuando aún no sabéis visto más que la desgarrada vestidura de César? ¡Mirad aquí! ¡Aquí está él mismo, desfigurado, como veis, por los traidores! "

(Los ciudadanos claman venganza) 
"Buenos amigos, apreciables amigos, no os excite yo con esa repentina explosión de tumulto. Los que han consumado esta acción son hombres dignos. ¿Qué secretos agravios tenían para hacerlo? ¡Ay, lo ignoro! Ellos son sensatos y honorables, y no dudo que os darán razones. ¡Yo no vengo, amigos, a concitar vuestras pasiones! Yo no soy orador como Bruto, sino como todos sabéis, un hombre franco y sencillo, que amaba a su amigo, y esto lo saben bien los que públicamente me dieron licencia para hablar de él. Porque no tengo ni talento, ni elocuencia, ni mérito, ni estilo, ni ademanes, ni el poder de la oratoria, que enardece la sangre de los hombres. Hablo llanamente y no os digo sino lo que todos conocéis. Os muestro las heridas del bondadoso César, pobres, pobres bocas mudas, y les pido que ellas hablen por mí. Pues si yo fuera Bruto y Bruto Antonio, ese Antonio exasperaría vuestras almas y pondría una lengua en cada herida de César capaz de conmover y levantar en motín las piedras de Roma. "
(El público quiere oír el testamento)

"Aquí está, y con el sello de César. A cada ciudadano de Roma, a cada hombre, individualmente, lega setenta y cinco dracmas."

(Voces de satisfacción) 

"Os lega, además, todos sus paseos, sus quintas particulares y sus jardines recién plantados a este lado del Tíber. Los deja a perpetuidad a vosotros y a vuestros herederos como parques públicos para que os paseéis y recreéis ¡Este era un César! ¿Cuándo tendréis otro semejante?"
(Los ciudadanos deciden incinerar allí mismo el cadáver de César y, con esas llamas, prender antorchas para incendiar las casas de los traidores)
"¡Ahora prosiga la obra! ¡Maldad, ya estás en pie! ¡Toma el curso que quieras!"
TRADUCCIÓN: Luis Astrana Marín.

NOTA: En el lugar donde fue incinerado César se levantó, en un primer momento, una columna conmemorativa. Luego, se levantó sobre ella un templo dedicado a Cesar. Dada la cantidad de gente que acudía a la columna, Augusto ordenó tapiar ese espacio. Del templo quedan únicamente ruinas: el podium, la columna tras el muro que levantó Augusto y poco más. Con todo, sigue siendo un lugar muy apreciado. Ni que decir tiene que no estoy de acuerdo con la última frase que atribuye Shakespeare a Marco Antonio, y que implica que el dramaturgo consideraba que la actuación contra los asesinos era una maldad. A mí la maldad me la pareció el asesinato.
* Estatua de César, en el Salón Giulio Cesare del Palacio Senatorio, sede del Ayuntamiento de Roma. Emociona ver a sus pies la bandera de la unión europea. Roma.
**Vista del Foro romano desde los Museos Capitolinos (justo bajo el Palacio Senatorio). Si dividis por la mitad longitudinal la foto, veréis una construcción a la izquierda, plana y baja, con un pequeño tejadillo en ángulo en el centro, ese es el templo de César. Coloco la foto para que os situeis en el foro, pues allí es donde estuvo expuesto su cadáver y fue luego incinerado. Foro romano. Roma.
***Las ruinas en primer plano son del templo de César. Desde ahí podeis ver también su ubicación en el foro, justo en la dirección contraria de la antrerior. Foro romano. Roma.
**** Restos del muro que ordenó construir Augusto para aislar la columna que marcaba el lugar de la incineración de César. Está, como es lógico, en el templo de César. Foro romano. Roma.
***** Retrato de un varón romano.Podría tratarse de Marco Antonio. Museo Centrale Montemartino. Roma.
******Restos de la columna que marcaba el lugar exacto de la incineración de César. Siempre hay pequeñas ofrendas florales. Foro romano. Roma.
*******Inscripción de mármol situada en las ruinas del templo de César, que recoge un texto de Apiano sobre el funeral. Traduzco: "Depusieron [los despojos de César] en el foro, allí donde estaba la antigua Regia de los romanos y acomodaron encima mesas,asientos y cuantas cosas de madera había allí, encendieron el fuego y todo el pueblo estuvo ante la pira funeraria durante la noche. En aquel lugar se erigió primero una columna y una ara; ahora allí está el templo del mismo César, en el cual es honrado como un dios."

54 comentarios:

Prometeo dijo...

Excelente discurso que merece la pena leerse de la manera en que usted lo trae aquí. Muchas gracias Isabel.

Besos.

Unknown dijo...

¡Ah! Querida Isabel. Para mí esas palabras siempre habrán sido pronunciadas por Marlon Brando. Tanto en la versión original inglesa como en la traducción o el doblaje al español, es uno de los mejores pasajes de la literatura universal.

Besitos.

Charles de Batz dijo...

El fragmento que has recogido de Julio Cesar ha sido siempre para mí uno de los grandes momentos de Shakespeare. Sigue siendo muy actual, y dice -por desgracia- mucho de lo que somos los individuos cuando dejamos de serlo para convertirnos en grupo o masa.
Un placer, como siempre, querida amiga.
Salud

Umma1 dijo...

Shakespeare y la traición...

Fue simplemente un asesino, Bruto? Hubo justificación para el magnicidio?

SIn duda la traición llega de la mano del más cercano. Shakespeare, lo muestra como nadie.

El dolor de Cesar, al ver los rostros de quienes lo abatían, debió ser terrible. Pero el de Bruto, que debió arrastrar el fantasma de su participación, cómo se puede medir?

Él creyó que le hací un bien a Roma. Aún, anteponiendo lo prioritario del deber con la patria, se traiciona a un amigo, no digamos matarlo... se complota contra él?

No quisiera estar en la piel de Bruto.

Para mí, luego de los idus, Bruto comenzó a vivir en la muerte.

Anónimo dijo...

Es curioso cómo ciertos personajes históricos se ven superados por la literatura creada a su alrededor.

Y como nos recuerda Hispa, en este caso también el cine, con Marlon Brando, también hizo su aportación a la figura de Marco Antonio y a su célebre discurso.

Un abrazo

Susana Peiró dijo...

Un Artículo para Colección!
Y se pone interesante volver sobre ese "error" de Shakespeare, quien inmortaliza a Bruto, Casio y Casca, líderes de la conjura como héroes o algo bastante similar.

Muchas Gracias por otro excelente trabajo publicado!

Un Gran Abrazo Amiga!

fgiucich dijo...

Brillante trabajo, amiga. Nos has dejado un regalo para disfrutarlo intensamente. Abrazos.

Andaya dijo...

Inmenso Shakespeare, se le perdonan las licencias, pues aun con ellas, nadie como él para llevarnos a la misma Roma.

Scarlett Butler dijo...

precioso, recuerdo leer ese libro de shakespeare en el instituto y me gustó mucho. Gracias por mezclarnos la realidad con tus historias. Un beso!!

Meri Pas Blanquer (Carmen Pascual) dijo...

Me encanta aprender así...da gusto!!
Un trabajo con mucho esmero, y te doy las gracias por compartir!!

Nos vemos

Marcela dijo...

Un discurso que exaltaría pasiones, sin dudas. Shakespeare sabía sobre eso.
Por otra parte, que personaje Julio César. Que complicado analizar su vida y su muerte. Debe ser una de las personas más contradictorias de la historia (y es uno de mis favoritos).

Cada vez es más apasionante leerte.

ANTONIO SERRANO CUETO dijo...

Qué magnífica recreación del discurso hizo Shakespeare. Como siempre, venir a visitarte es aprender/recordar la grandeza de Roma. Un abrazo.

El Bosque Olvidado dijo...

Hoy Shakespeare ademas de Roma, para qué quiero mas.
Estoy de acuerdo en eso de que la maldad es el asesinato. Asi es siempre.
Y tambien con eso que dice Hispa sobre lo asociadas que tiene esas palabras a Marlon Brando. Yo tambien, pues otra de mis aficiones es el cine clasico.

Saludos, madame!

Diana de Méridor

isis de la noche dijo...

Estoy de acuerdo contigo en lo de la maldad..

Y esta es la parte del discurso que más me impactó: "En aquel momento, yo y vosotros y todos, caímos, y la traición sangrienta triunfó sobre nosotros". De verdad hay hombres que encarnan ideales.. Y cuando estos mueren, la luz del ideal amenaza con extinguirse. Dicen que son las ideas las inmortales, no así los hombres... Pero cuando un hombre así muere a manos de traidores, muere un poco la esperanza en los corazones..

Los traidores, así, no traicionan a un hombre... Traicionan un sueño, una visión, un proyecto, una lucha... Los traidores traicionan el ideal... Y el corazón que deja de latir se lleva el eco con el que hacía latir otros corazones...

Así ha sido siempre... Los grandes proyectos históricos fallidos por causa de las bajas pasiones humanas...

excelente entrada, amiga... Maravillosa ;)

un abrazo inmenso!!!

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Ave, mi querida patricia romana.

Huelga decirte, porque ya lo intuirás, que he disfrutado de lo lindo leyendote.

Magnifico post. Repito: magnifico.

Un entrañable abrazo, querida amiga.

Moony-A media luz dijo...

Supongo que Marco Antonio no tendría el discurso ni las maneras de Shakespeare, que no sabría conducir a la masa con sus palabras como lo sabía hacer él, pero si el resultado fue denunciar a los asesinos de César, era un buen discurso, aunque no pasara a la historia de la literatura como éste.

No sé.. el post es increíble. Deja sabor... lo que no es fácil.
Me ha encantado leerlo. Y la introducción es la justa y necesaria.

Un placer de lectura.

Besos.

mia dijo...

A veces, con el paso del tiempo, los hombres tienen la oportunidad de "traducir" lo que otro hombre dijo en silencio....

Y no hay duda de que esta "traducción" de Shakespeare es una obra maestra...

Seguro que Marco Antonio aún le está dando las gracias :)

Daalla dijo...

Maravilloso ejemplo de oratoria. Tuvo que ser una tremenda conmoción el asesinato de César, incluso para los que no lo querían.
Excelente entrada, Isabel.

Clarice Baricco dijo...

Y sigo aprendiendo.
Me llamó la atención ese signo que habla de la amistad.


Seguimos.

Cariños.

GABU dijo...

Es posible quizàs que SIR WILLIAM se haya permitido el deliz de modificar sutilmente la historia en su obra??

P.D.:"Al CÈSAR lo que es del CÈSAR"!!
Y a la pluma,la palabra hecha poesìa...

BESITOS GRANDES AMIGA ♣

I. Robledo dijo...

Amiga, ese yacimiento es ATEGUA, de origenes ibericos y luego ciudad romana y medieval, que se convirtio en un despoblado en la Edad Media.

No esta abierto al publico, si bien existe una asociacion:

http://www.ategua.es/

que organiza actos periodicos, que incluyen la visita al yacimiento.

En esa ciudad se hicieron fuertes los pompeyanos en los tiempos de las guerras civiles.

Esta en Santa Cruz, a unos 20 kms de Cordoba.

De alli procede la denominada ESTELA DE ATEGUA (de los tiempos del Bronce), de la que quizas hayas oido hablar. Se conserva en el Museo Arqueologico de Cordoba. Es una pieza que por su simbolismo me encanta (pienso que enlaza con las creencias funerarias de los griegos mas antiguos...

En fin, ATEGUA viene a estar a medio camino entre CORDOBA y MONTILLA, y piensa que una hipotesis identifica Montilla con Munda.

Desde luego la campiña de Cordoba esta llena de vestigios de esos tiempos de las guerras civiles (por ejemplo ULIA FIDENTIA (actual Montemayor), fiel a Cesar.

Un abrazo, amiga, y espero no aburrirte.

Susy dijo...

Discursos como ese, a favor, suelen poner en contra, quizás por que sirven de espejo.
Es cosa de grandes conseguir lo contrario en reacción, incluso contra sí mismos...

Muy bueno, mucho.

MUCHAS GRACIAS, QUERIDA ISA!!

Anónimo dijo...

Un discurso que hay que leer, sin dudas!!!

Excelente material querida Isabel!!!

Gracias!!

Saludos!!

Recursos para tu blog - Ferip - dijo...

Discursos eran los de antes...

Fijate qué compromiso, qué claridad y rectitud.

Cuando en la palabra había suficiente valor.

Un abrazo, querida Isabel!
Siempre con dignidad, hasta el fin.
Besos!

Anónimo dijo...

Impresionante discurso, donde se observa el poder de la palabra. Menos mal que no era elocuente... besos.

Soledad Sánchez Mulas dijo...

Isabel, magnífico. Sin duda Julio César es una de las mejores tragedias de W.S., y el discurso, impresionante ejemplo de manipulación. Bruto y Casio ya trajinaban con ese sentimiento de culpa -en la obra, digo- y el discurso fue un remate certero.

Muy buenas las imágenes.

Complementa estupendamente el post de Antonio... y es un verdadero placer leeros a ambos.

Un beso.

Soledad.

mizo dijo...

Da gusto pasar por aquí a diario, siempre se aprende algo y de la mejor manera. Lo de hoy ha sido genial, literatura (con uno de los mejores)y arte en la ciudad enterna.
Besotes.

Anónimo dijo...

Se dice que es muy fácil convencer a las masas....pero también se necesita ser especial para eso. No cualquiera puede hacerlo...
Leer esta entrada es aprender mucho. Y a mi me encanta aprender, así que estoy encantada de haberla leído :D


Un besito


P

El Toro de Barro editorial dijo...

Nunca es fácil volver de donde nunca me fui, que fueron las palabras que otros encontraron en tu voz. Me quito el sombrero, Señora, y leo, leo, vivo...

Joseín Moros dijo...

Gracias Isabel.
Te sigo en silencio.

Santos G. Monroy dijo...

Magnífico discurso shakespiriano, y magnífica entrada. A muchos que yo me sé se les debería de ensalzar así. ¡Cuantos "Brutos", y cuantos hombres "honrados" disfrutan hoy de herencias inmerecidas!!
Besos Isabel.

Felipe Sérvulo dijo...

Isabel:
Eres un ejemplo en la blogosfera: rigurosa y amena.
Un fuerte abrazo.

Irene Adler dijo...

Los pelos de punta...una de las cumbres del genio de Shakespeare.
Besos guapa.

El llano Galvín dijo...

Hola Isabel!!
Magnífica entrada y selección de texto. No parece que el texto de Shakespeare tenga mucho que envidiar a los oradores romanos.
Un beso!!!

María Antonia Moreno dijo...

Gracias por traer este texto aquí, en tu casa, que redondea todo lo que has escrito sobre el asesinato. Y muy buen trabajo (introductorio... abreviando las reacciones y apetencias del público, fotográfico)

Un abrazo, querida

La Gata Coqueta dijo...

Hola amiga Isabel!!!

Una semana más me dejas alucinada ante tanto trabajo desarrollado y también expuesto eres digna de un sobresaliente, de mi mano pero con un doce esos son mis sobres.

Y que aun en el día de hoy le lleven flores, donde lo incenerarón lo hace ser como un ser mucho más especial de lo que ya era de mano, por su intigencia.

Un beso y feliz semana de lo que queda de ella.

Anónimo dijo...

Excelso escrito. Quedé maravillado y boquiabierto. Te felicito en verdad.

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Querida Isabel,

Excelente tu ENTRADA sobre Julio César y Marco Antonio. Me lo leeré con más calma y ya te comentaré con detalle. He visto que nuestra querida Soledad Sánchez M., como es su costumbre, ha hecho un comentario certero. Lo revisaré todo con calma y comentaré.
Me estoy preparando lo de Plutarco y los prodigios y ya saldrá, cuando tenga tiempo, porque, con esta amistad que tenemos entre los tres, me paso el tiempo escribiendo, lo cual es muy placentero. Aquí somos tres y cada uno pone su grano de arena (en mi caso), su amplia cultura (en el tuyo(, y la voz poética y la palabra exacta (en el caso de Soledad). Un trío perfecto.

Me gustó mucho el comentario que has hecho en mi espacio sobre la vida de los agricultores romanos. Sólo tengo que decirte que es exacto y adecuado. Muchas gracias. Seguiremos en contacto.

Un beso de verdad y un abrazo cariñoso,

Antonio

Irene Adler dijo...

Tienes un premio en mi blog.

Un abrazo, Isabel.

Unknown dijo...

Sencillamente extraordnario el post que has hecho querida Isabel!

Coincido con un lector(Hispa)
respecto al discurso dicho por Marlon Brando
Soberbio!!!

Recibe mis saludos Amiga!

besos

Adal

Armida Leticia dijo...

No se que comentario hacer, una cosa si se, siempre que llego aquí, aprendo, me informo...

Saludos desde México.

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amiga Isabel,

Te has superado a ti misma al redactar esta ENTRADA en tu espacio. Haces un relato tan minucioso que parece que uno está presenciando a Marco Antonio, hablando delante de la multitud exaltada de Romanos que estaban encolerizados por lo sucedido. A fin y al cabo, César era muy popular entre todos. Sigo yo sin entender por qué lo asesinaron. ¡Hasta tal punto corrompen las aspiraciones al poder! Los formantes del Primer triumvirato, César, Pompeyo y Craso, amigos inicialmente, acabaron siendo enemigos y destruyéndose hasta que sólo quedó uno: César. Igual pasó con los firmantes del Segundo triumvirato: Marco Antonio, Lépido y Octavio (el futuro Augusto). Quedó sólo Octavio Augusto, un nuevo César. A veces pienso que entre los políticos no puede existir la amistad, sólo la oportunidad. Es como si los políticos sólo actuasen “por conveniencia”.

Impresionante el discurso de Marco Antonio, con la capacidad de contentar a todos, por lo menos en apariencia. No olvidemos que, como todo Romano de alcurnia, debió recibir una buena formación retórica. Y es que el político en esencia, por lo que vemos también ahora, es el que tiene la capacidad de decir precisamente lo que todos quieren oír. Luego ya actuará con independencia de lo que haya prometido.

Excelente trabajo el tuyo, amiga Isabel. Mi felicitación más sincera.

Un beso y un abrazo,

Antonio

PS.: Soledad, gracias y muchas gracias por el guiño de ojo que me haces también aquí. Y,de camino, que sepas que me gustó mucho tu comentario. Como siempre, das de forma certera en el clavo.

Raúl dijo...

Excelente entrada, y me refiero tanto al discurso, como a tu entradilla y a la reflexión final. No conocía el discurso. Genial.

Isabel Barceló Chico dijo...

Hola prometeo, me alegra que le gustara. Saludos cordiales.

Muchísimas gracias, Hispa, por traer aquí ese enlace tan magnífico. Es una maravilla oirlo recitar así... ¿Te has dado cuenta de que he utilizado la misma traducción que usaron en el doblaje? Un abrazo.

Hola umma1, muy interesantes tus reflexiones. Al respecto tengo mi propia teoría: se ha ensalzado mucho a Bruto, se le han atribuído muchas cualidades que, me parece, no tenía. Quizá Bruto tenía de sí mismo una opinión muy elevada, que tampoco se correspondía con la realidad. Si amaba a César,si sentía por él amistad ¿por qué no tratar de convencerlo de sus ideas? ¿Por qué no alejarse de él, para evitar traicionarlo? César lo definició creo que con mucha agudeza: "Bruto no sabe lo que quiere, pero lo quiere apasionadamente" (cito de memoria). En mi opinión, Bruto quiso, como los demás conjurados, defender sus propios intereses y los de los potentados de siempre, algo que veían peligrar con César. Es posible que sintiera algún remordimiento, como tú sugieres, pero no estoy demasiado segura. No era capaz de reconocer su error. Besitos, guapa.

Hola brujodoncarlos, desde luego César, sea por la razón que sea, sigue suscitando pasiones. Besitos.

Isabel Barceló Chico dijo...

Ay charles de batz, que te he saltado sin darme cuenta. Sí, se ve un poco lo que la gente hace cuando se vuelve masa, y también lo que los privilegiados suelen hacer con esa masa (abusar de ella, claro). Soy bastante beligerante en este asunto: aquí no estaba en juego la república - por lo demás con un nivel de corruptela inmenso - sino, como siempre, el mantenimiento de los privilegios de unso pocos. Besitos.

Hola susana, creo que muchos autores vieron a auténticos héroes en ese magnicidio. Es posible que se dejaran llevar por una corriente de opinión, y también es posible - y por este aspecto me inclino más - que cada cual estuviera "leyendo" ese hecho desde el momento político actual de su propio país. Una de las claves está, en mi opinión, en la palabra "dictador", que hoy tiene para nosotros una connotación odiosa pero que, en la antiguedad, no significaba más que la entrega temporal de un poder, en situaciones de riesgo, para que toda la acción política y militar estuviera dirigida por una sola mano. Aquí se quiso ver en ese título otorgado a César una toma de poder absoluto. Imagínate: hacía como 4 meses que había terminado la guerra civil, y se disponía a marcharse a luchar contra los Partos... Besitos, guapa.

Hola fgiucih, me alegro de que te gustara. Besos.

Desde luego, andaya, Shakespeare es inigualable. Besitos.

Hola daisy, me gusta hacerte recordar todo aquello que disfrutaste antes. Besos.

Hola carmensabes, el gusto de que vengais y disfrutéis aquí es mío. Besotes.

Isabel Barceló Chico dijo...

Hola marcela, también para mí César es un favorito, creo que fue una personalidad irrepetible. Sí, sin duda es difícil interpretar su vida, pero desde luego hay que hacerlo siempre en su contexto, que era bastante complejo. Besitos.

Hola antonio serrano cueto, este discurso shakespeariano es realmente magnífico, supo darle una dimensión a Marco Antonio que quizá el personaje real no tuvo. Creo que lo retrata bien cuando habla de sí mismo diciendo que no tiene dotes de oratoria... y pone de manifiesto su gran astucia. Saludos cordiales.

Hola isis de la noche, creo que has hecho una interpretación preciosa de esas palabras que puso Shakespeare en boca de Marco Antonio. Los ideales parece que no sean para este mundo, porque siempre hay una realidad brutal que los trunca. Pese a todo, son imprescindibles para el ser humano. Besos, querida amiga.

Hola cornelivs, ya me imaginaba que te gustaría. ¡Menuda pieza oratoria! Besos.

Hola moony-a media luz, desde luego no hay noticia de que Marco Antonio hiciera un discurso memorable. Más bien parece que habló poco. Era una situación bastante difícil. Pero lo cierto es que hubo una reacción muy fuerte, hasta el punto de incinerar el cadáver de César allí mismo y no en el Campo de Marte, donde estaba preparada la pira funeraria. Besos.

Isabel Barceló Chico dijo...

Hola mía, tienes razón: a veces la literatura hace a los personajes históricos mucho más potentes e incluso consistentes de lo que pudieron ser en la realidad. Besitos.

Hola daalla, quienes no querían a César apoyaban el asesinato. En cualquier caso, sí conmocionó mucho y atemorizó también, porque se había terminado una guerra civil y la gente temía que se iniciara de nuevo. Besos.

Hola clarice barricco, me alegra que te hayas sentido confortada por la amistad. Besitos.

Hola gabu, yo creo que sir William escribió según su propio punto de vista. Es una suerte, ¿no? poner en picota la aspiración (supuesta) de César de convertirse en rey, cuando se vive bajo una monarquía... Besotes, guapa.

Hola antiqva, ¿cómo vas a aburrirme? Me encanta saber que aún quedan muchos restos de esos escenarios bélicos. Y no porque ame la guerra, sino porque me emociona estar en los lugares donde estuvieron los protagonistas de la historia. A ver si hago algún viajecillo a Córdoba... Besos.

Isabel Barceló Chico dijo...

Hola susy, Sh, supo manejar muy bien esa situación, igual que Marco Antonio. Besotes.

Ya ves, cando, que incluso un contertulio (segundo comentario) nos ha facilitado el escucharlo en boca de Marlon Brandon... fantástico. Saludos cordiales.

Hola feri, también en la sociedad romana había de todo, no creas. Hubo mucha dignidad por parte de algunos, mucha traición e hipocresía por parte de otros. En Roma nunca faltaron los abusos ni las tensiones. Besitos.

Hola isabel, muy cierto lo que dices. Yo creo que el considerarse a sí mismo inferior a otros en elocuencia, es una forma de reforzarse... Besotes.

Hola soledad sánchez m, desde luego el discurso es certero, va directamente a desmontar el discurso de los traidores y, al mismo tiempo, a hacer aflorar los sentimientos de los oyentes apelando a su propia experiencia. Magistral. Besitos, guapa.

Isabel Barceló Chico dijo...

Hola mizo, a mí sí que me gusta que paséis por aquí y descubráis o volvaís a recordar todas estas historias tan hermosas, que nos hablan de nosotros mismos. Un abrazo.

Hola penélope, tienes toda la razón. En este caso, es que la masa estaba ya bastante convencida... Besitos.

Hola el toro de barro, de verdad me complace mucho que regreses, te echaba de menos. Besos.

Saludos, joseín moros, me alegra que de vez en cuando dejes rastros de tu paso. Besos.

Hola santos g. monroy, desde luego que hay mucha gente que disfruta hoy de herencias inmerecidas. Y temo que toda la plebe del mundo no sea suficiente para acabar con ellos. Besitos.

Isabel Barceló Chico dijo...

Hola felipe sérvulo, gracias por tu elogio. No sé si es merecido. Besitos.

Hola irene adler, me alegra haber acertado al poner el discurso. Besos.

Hola el llano galvín, Sh, no tiene que envidiar nada a nadie. Y, además, era mucho más moderno... Besotes.

Hola mª antonia moreno, celebro que haya sido de tu gusto. Claro, con Sh, el éxito está asegurado. Besitos.

Hola la gata coqueta, creo que César sigue despertando pasiones, a favor y en contra, pero desde luego a nadie deja indiferente. Besos y feliz fin de semana.

Isabel Barceló Chico dijo...

Hola salvadorpliego, gracias por tu visita. Me alegra que lo hayas pasado bien. Saludos cordiales.

Saludos, antonio martín ortiz, hay que ver cuánto trabajas. Me alegra saber que todo esto es un estímulo para tí, creo que está muy bien que hagas estos enlaces tan sugerentes, que tengas esa capacidad para ver los aportes de cada cual y construir con ellos un todo. Te dejo que reflexiones... Besitos.

Hola irene adler, muchas gracias por ese premio. Paso enseguida a recogerlo. Besotes.

Saludos el hippie viejo, ¿verdad que es genial escuchárselo a Marlon Brandon? Le da una dimensión especial. Besos, querido amigo.

Hola armidia leticia, me alegra mucho saber de tí. Besotes.

Hola de nuevo, antonio martín ortíz, veo que te has leído con mucha atención el discurso que Shakespeare pone en boca de Antonio. Desde luego, él recibió una educación acorde con el papel que, por la alcurnia de su familia, se esperaba que llegase a desempeñar. En cuanto a lo que dices del asesinato de César, yo creo que tuvo una razón importante: la clase dominante temía especialmente que llevara adelante la reforma agraria. Eso, si recuerdas, se remonta al tiempo de los Gracos (130 a.C.). Las tierras conquistadas eran tierras públicas, pero el gobierno de Roma no podía explotarlas por sí mismo, así que las arrendaba. ¿Quién podía arrendar unas tierras en el norte de África? Desde luego, no el labrador romano que tenía su parcelita en Campania. Las arrendaban los grandes terratenientes, es decir, los Senadores (fueran patricios o plebeyos). Y ellos ya se habían ocupado de que los lindes entre sus tierras propias y las que tenían en arriendo se fueran borrando... La reforma agraria pretendía recuperar esas tierras públicas para poder otorgárselas a los ciudadanos romanos empobrecidos. Y eso era algo que la clase privilegiada no iba a tolerar: asesinaron a los dos hermanos Graco, uno detrás de otro, y asesinaron también a César. Es posible que hubieran más intereses en juego, pero éste me parece a mí fundamental. Me he extendido mucho sin querer. Muchas gracias por todo el interés que pones en leer estas entradas, en enlazarlas con las de soledad sánchez, y por tantas otras cosas. Es un placer contar contigo. Ahora voy a poner una entrada más liviana, para desintoxicar... Besos.

Hola raúl, es estupendo haberte dado a conocer un texto tan extraordinario. Besitos.

TICTAC dijo...

Que interesante es observar todos estos diferentes personajes a traves de la mirada de Shakespeare.. Marco Antonio pragmatico 'espectador' deseoso de poder, pero definitivamente mejor amigo de Cesar de lo que fuera Bruto.
Y a la vez me pregunto en el asesinato de Cesar por parte de Bruto, cuanto fue debido a idealismo y cuanto debido a celos?
Seguramente Bruto no tenia la capacidad de sostener algun movimiento politico despues de la muerte de Cesar.

Lo que mas me llamo' la atencion es la conducta del pueblo romano...primero sosteniendo los conspiradores convencidos por las palabras de Bruto luego al escuchar Marco Antonio cambiaron de nuevo de idea...definitivamente en Roma la oratoria era toda un arte!

Te felicito por esta entrega Isabel. Excelente.

Besos

Gabriela dijo...

Espléndido el discurso de Marco Antonio en la obra de Shakespeare, y muy interesantes las imágenes que lo acompañan.
Un beso fuerte.

Gatopardo dijo...

Aquí le dejo la traducción de Gerald Widemann:
http://gatopardo.blogia.com/2006/042001-discurso-de-marco-antonio.php
Saludos cordiales