miércoles, octubre 20, 2010

EL BAÑO DE VENUS

De Popilia a su nieta Lucila. Salud.

Me dice tu madre que has recuperado el buen humor y, prosiguiendo vuestro viaje por Sicilia, habéis disfrutado mucho de la visita a Erice. Recuerdo muy bien cuánto esfuerzo me costó llegar hasta la cumbre para visitar el santuario de Venus, ¡y eso que han pasado veinte años…! Contemplar el mar desde aquella altura, extendido a nuestros pies hasta alcanzar el horizonte, calmo, brillante bajo la luz del sol, silencioso y rumoroso a la vez, me causó una emoción muy intensa. Supe que estaba en un lugar sagrado. Y sentí que ese mar que llamamos nuestro es también el mar de muchos pueblos y la sacralidad de esa cumbre procedía de muchas diosas.

Hay allí, en el santuario, un estanque donde dicen que tomaba el baño Venus. Cierro los ojos y puedo imaginar la luna reflejándose en el agua y la más hermosa de las diosas emergiendo de sus ondas. No es la Venus Genitrix, madre del pueblo romano: es la Venus Ericina, la que desata la pasión amorosa hasta extremos que nos hacen temblar. Insufla esa pasión que no conoce límites, la que trastoca el orden del mundo, la incontenible, la que ciega y hace sordas a sus víctimas, les arrebata la razón y las lleva a sacrificar ante su altar todo: familia, honor, patria, futuro, e incluso la vida.

Los habitantes del lugar afirman que esa ciudad fue fundada por el padre Eneas después de abandonar a la reina Dido y las playas de Cartago. ¿Y sabes lo que pensé, cuando me lo dijeron? Que nuestra Venus de Erice, o la Astarté de los cartagineses, o la Afrodita de los griegos – pues a todas ellas ha estado consagrado el santuario –, han sabido vengarse de los romanos por la conducta de Eneas. Y así, la misma pasión que sintió Dido por Eneas, la provoca en los romanos la Venus Ericina. No es un castigo pequeño.

Pero tú, querida niña, no tengas miedo. Guarda tu corazón y no permitas nunca que en él penetre la locura de Ericina. Con todo, es una diosa a la que conviene honrar y espero que le hayas ofrecido los sacrificios pertinentes para no desatar sus iras. Cuídate.



NOTA 1: La Venus Ericina [la Venus venerada en el santuario de Erice] era, efectivamente, muy temida en Roma, por representar la pasión amorosa. Era muy famoso su santuario, pues era además protectora de los navegantes.

NOTA 2: Os recuerdo que mañana se presenta en el Museo L'Iber de Valencia la novela "Dido reina de Cartago".Aquí podéis ver los detalles de la presentación

*Erice, vista desde cerca de Trapani. Sicilia.
**Vista del mar desde el lugar que se supone fue el santuario de Venus. Erice. Sicilia.
***Cisterna denominada "Baño de Venus" en la fortaleza normanda, donde se supone que estuvo el santuario de Venus, Astarté y Afrodita. Erice. Sicilia.

28 comentarios:

Martine dijo...

No he dejado de leerte mi Romana.. Aquí o en Google Reader.. y como siempre me maravillas.. me haces viajar... en el espacio.. en el tiempo..
Grazie mille, baci..

mariajesusparadela dijo...

Como siempre, enseñando y divirtiendo.

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amiga Isabel,

Me ha gustado especialmente este texto porque refleja una teoría científica según la cual la Sacralidad no corresponde al dios o la diosa que ocupa el lugar, sino al lugar mismo. Éste es el motivo por el que donde había una diosa Cartaginesa, se instaló una Griega, y luego una Romana, porque lo sagrado no es quien lo habita, sino el lugar mismo. La mayoría de santuarios o ermitas cristianas se instalaron allí donde en la Antigüedad existía un culto a un dios o una diosa. El más palpante ejemplo lo tenemos en el Vaticano, que está instalado en la misma Roma: la sede del Imperio Romano pasa a convertirse en la sede de la nueva religión.

Un abrazo, Querida Isabel,

Antonio
.

Miguel Cobo dijo...

Divina locura, la que enciende tal pasión. Con sólo leer tu texto, ya deliro.

Te comente o no, amiga Isabel, siempre te leo con admiración.

Un beso

Dilaida dijo...

Estupenda entrada Isabel.
Bicos

Mayte Llera (Dalianegra) dijo...

Pues me temo, mi querida Isabel, que la Venus Ericina ha hecho conmigo algún que otro desaguisado, jaja, sí que es de temer esa diosa sí, mejor tenerla contenta, a ver si le dedico un poema y se aplaca, jaja. Estupendo relato, hermoso e instructivo por igual, amiga mía. Un beso enorme y disfruta del finde, que ya está aquí.

Sergio Astorga dijo...

Isabel, me cuidaré.
Suerte en la presentación, no la necesitas pero no esta de más.

Abrazos bañaditos.
Sergio Astorga

Isabel Martínez Barquero dijo...

Hermoso lugar Sicilia. Conforme leía, Isabel, me iba emocionando, pues a punto estuvimos de ir a Trapani este verano y lo tuvimos que postergar por motivos que no vienen al caso. Pero me resarciré y podré ver la maravilla alzada de Erice y su baño de Venus.

Me encantó la alusión a los diferentes nombres de Venus.

Besicos y suerte hoy en Valencia.

La Dame Masquée dijo...

Mire que tenerle miedo! Desdichado de aquel que no se deje arrebatar alguna vez en su vida por la diosa, madame.

Feliz dia

Bisous

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

Había leído algo pero desconocía los dones de la Venus Ericina. Es normal que la temieran en Roma, la pasión puede subvertir el mundo establecido.

Estoy bien, querida amiga, los problemas de salud de todo el año acabaron definiendo una diabetes tipo I, fruto del despiadado ataque de un virus a mi páncreas. Ahora estoy inmerso en este mundo nuevo e intentando ganar peso.

Un abrazo.

Olga Bernad dijo...

¿Y tú, Romana?, ¿has ofrecido los sacrificios pertinentes?
Casi estoy por decirte que espero que no;-)
Besos.

Cayetano dijo...

La pasión nos hace sentirnos vivos por todos los poros del cuerpo, pero guárdente los dioses de ella porque perderás la razón y tu voluntad quedará a merced de los caprichos de Venus.

Natàlia Tàrraco dijo...

Te has recreado Romana mujer en el baño de Venus, lustral agua, agua materna, agua amorosa, mujer en todas las diosas, cada una.
¿Estarás contemplando esas bellezas o lo has hecho hace poco?
Te envidio.
Me bañé, ilusa, en Corfú, justo donde nacio Afrodita, lechosas aguas, lo son de verdad, y una cree flotar y vivificarse entre aquel líquido primigénito.
Te saludo por esta preciosa evocación de Venus en sus múltiples facetas, sin renunciar a ninguna. Besitooos, nos vemos.

Kostas K. dijo...

Menos mal que mis vienes a mi como la espuma de Venus, para recordarme que mis despistes son eso, simplmente despistes, amiga mía.
Besitos, guapa.
Tu amigo el Kostas.

Anónimo dijo...

Hola Isabel, gracias una vez mas por publicar tus palabras. Te cuento que yo estuve es ese lugar, el monte que se ve al lado del mar es el Monte Cofano, un gran referente de Erice, es un lugar de sueños como toda la Sicilia...
Besos!

PABLO
pablolicata@hotmail.com

Raúl dijo...

De "multitudes y éxitos" deseo que sea el baño que te des en tu próxima presentacion, querida Isabel.
Abrazos.

Francisco Ortiz dijo...

Ah, esos antiguos dioses de los que hay que cuidarse, a los que honrar para no despertar su recelo. Qué bien lo cuentas.

fgiucich dijo...

Un texto de colecciòn, querida Isabel. Abrazos.

GABU dijo...

Me quedo pensando en lo bien que nos vendrìa tener por doquier de esos santuarios desparramados por el mundo...

P.D.:Y asì poder sumergirnos hasta agotarnos de pasiòn!!

MIS BESITOS AMOROSOS AMIGA MÌA :)

Alhami dijo...

.



...aaayyy la diosa me ha tocado pocas veces, pero cuando lo ha hecho ha convertido mis entrañas en ríos de magma, del que ha brotado una pasión de absoluta devoción por el eros, un fuergo sagrado llamado amor...

Gracias por tu relato, la carta nos brinda unos detalles deliciosos

Fuerte mi abrazo querida ISA

ARO dijo...

Maravillosa entrada. Como siempre. La belleza chorrea por mi pantalla en forma de texto e imágenes.

emejota dijo...

Cuanta sensibilidad y belleza expresadas con tamaña sencillez. Enhorabuena. Un abrazo.

Clarice Baricco dijo...

Con tanta ternura le dice que debe de hacer caso.


Abrazos hermanita.

ybris dijo...

No es pequeña, en verdad, la venganza de la Venus Ericina.
La pasión de Dido por Eneas más fue castigo que plenitud.

Besos.

María Antonia Moreno dijo...

Qué paisajes tan bellos. Y qué interesante, como siempre, la historia de Venus Ericina, la pasión del amor...

Un abrazo y suerte

Gonzalo Villar Bordones dijo...

gracias por el mar y las historias.

América dijo...

Ericina aun vive en ese lugar,aun existe con otros nombres y otras formas,un lugar consagrado para perpetuar según mandaba la costumbre,precioso texto que captura toda la atención.

Abrazos!