«Mientras
 aguardaba en su dormitorio el regreso de su señor esposo, compuso mil 
veces en su cabeza con qué palabras y en qué tono le hablaría. (...) Sin
 esperar siquiera a que él se sentase, le reveló el secreto que le ardía
 en la boca...». Hablando de Lucrecia. Lo haremos también este próximo 
jueves en Espai Violeta de Mislata. ¡Os esperamos!

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