martes, diciembre 31, 2013

BIENVENIDO EL NUEVO AÑO 2014




Estas son las órdenes que acaba de dar el padre Jano:

“Año Nuevo, preséntate ante mí ahora mismo, pues empieza tu tiempo. Te ha llegado la hora de nacer y, como ocurre con los seres humanos, tus primeros vagidos predecirán cual será el curso de tu vida, qué han dispuesto los hados para ti.”

Por mi parte y sabiendo que no tengo poder para hacer que me obedezcas, humildemente te pido que me dejes ver tu rostro sonriente, las manos gordezuelas agitándose en el aire como para atrapar el cielo, tus labios dispuestos para besar. Déjame festejarte y abrazarte, Año Nuevo, como las madres abrazan a sus recién nacidos. Colgaré una corona de hiedra ante mi puerta para hacer saber al mundo que has nacido, agitaré el sonajero para alejar de ti a los malos espíritus, te prodigaré cuidados y amor, mucho amor. Y tú solo podrás devolverme lo mismo.

¡FELIZ AÑO NUEVO, QUERIDOS AMIGOS! El 2014 será tan bueno o malo como nosotros queramos.

miércoles, diciembre 18, 2013

LOS EXCESOS SE PAGAN…





Esto cuenta Aulo Gelio en su obra Noches áticas, en el apartado titulado “De la costumbre de los censores de condenar a la pérdida del caballo a los caballeros que se ponían muy gordos”:
 
“Acostumbraban los censores condenar a la pérdida del caballo a los caballeros que se ponían muy gruesos y gordos, considerando que el peso de su corpulencia les hacía poco aptos para desempeñar su servicio. Creen algunos que no se hacía esto para castigarles, sino que por este medio se les despedía sin degradarles.(…)”

Esto hace referencia a que ciertos caballeros tenían derecho al llamado caballo público, es decir, un animal que se criaba a expensas del estado y con fines bélicos. Parece que había un total de 1.800 caballos públicos. Este derecho era periódicamente revisado por los Censores. 

Sirva esto, queridos amigos, para felicitaros las próximas fiestas y animaros a disfrutar de los placeres de la mesa pero sin olvidar sus consecuencias…

IO SATURNALIA! 
¡ Y sedme felices!

domingo, diciembre 08, 2013

NACE UN HOMBRE LIBRE






Un día como este me parió mi madre. Estábamos ya casi a las puertas del invierno, el frío penetraba por todas partes, mi padre atizaba el pobre fuego que ardía en el hogar. Lloré, como todas las criaturas, al ser expulsado al mundo y me dormí enseguida al calor de los brazos maternos. Las manos rudas de mi padre acariciaron mi frente.

- Naces ya como hombre libre, hijo – susurraba – y yo haré también que seas sabio.



No sé si habrá en ello alguna sabiduría, pero mi corazón no ama las armas, sino la belleza. No esperéis pues de mí que cante a Marte ni las grandes hazañas de aquellos que lo sirven. Mi lira es mucho más modesta:



“Yo canto los banquetes, yo los combates que las mozas aguerridas, con sus uñas aguzadas, entablan con los mozos; y eso, tanto si de amores estoy libre, como si ardo por alguno, liviano como soy y sin llevar la contraria a mi costumbre.”



Así vivo. Y quieran los dioses destruir antes las espadas que los amores.

 
HORACIO.- Odas. A una oda pertenece el texto entrecomillado. Traducción de José Luis Moralejo. El resto es mío.


NOTA: El 8 de diciembre del años 65 a.C. nació Quinto Horacio Flaco de un padre que había sido esclavo y ya era liberto. ¿Cuántos Horacios quedarán aún por nacer?

lunes, diciembre 02, 2013

SÓCRATES Y LOS IGNORANTES.




 Conversación escuchada en el foro boario.


- Hace unos días Egnatius dijo en medio del foro que no sirve para nada enseñar filosofía a la juventud. Para él resulta inútil y perniciosa. Y para sostener esa afirmación, levantó su mano derecha con el pulgar extendido, repitió varias veces el gesto de empinar el codo y puso como ejemplo a Sócrates: “Ya ves cómo terminó: bebiendo”.



NOTA 1: Respecto a la reducción de horas de enseñanza de filosofía en la nueva reforma educativa, os dejo el enlace a este artículo de Antoni Gutiérrez-Rubí.
 
NOTA 2: El próximo miércoles,  de la mano de Dolors Jimeno y la autora,  se presentará “La muchacha de Catulo”, a las 19 horas, en los locales de Intersindical Valenciana, c/  Juan de Mena, 18 de Valencia. ¡Os esperamos!