Hace 520 años, el día 2 de febrero de 1502, Lucrecia Borgia entró solemnemente en Ferrara como esposa del heredero de los ducados de Ferrara, Módena y Reggio. Eligió la fecha por ser el día de la Purificación de la Virgen, de quien era muy devota, y por el gran valor simbólico de esa fecha: el tránsito a una vida nueva. Y ciertamente, empezó una etapa diferente, apasionante y llena de grandes retos.
Si os apetece conocer la aventura vital de esta gran princesa del Renacimiento, la encontraréis en mi libro "Lucrecia Borgia (1480-1519) Bajo una nueva luz".
Os dejo aquí la reseña de este libro en Periodista digital
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