martes, diciembre 12, 2006

AUFILENA Y EL EMPERADOR


Aufilena apoya las manos en las paredes que encajonan la escalera y comienza a bajar. Debe tener mucho cuidado, porque sus piernas están ya muy torpes y no la sostienen bien. Tantea con cada pie el escalón siguiente y sólo desplaza sobre él todo su peso cuando lo nota firme. Son muchos escalones y está oscuro. Cuando se despierten sus vecinos ella ya estará abajo, así que no correrá el peligro de que algún muchacho la empuje al bajar dando saltos o las matronas la apremien. Hoy no.

Se ha ataviado con su mejor túnica y cuida de no mancharla con el roce. Hace una semana le pidió a la lavandera que la tiñera de negro y, aunque la mujer ha hecho todo lo posible, el tinte no logra disimular sus defectos. Plauta ha insistido en prestarle un manto para que vaya mejor vestida. No se merece menos el emperador.

La noche está oscura cuando Aufilena llega a la puerta. Habrá de aguardar a que amanezca para internarse en las calles. Apoya la espalda en los tablones que cierran el taller de Aulo, que no tardará en llegar. Es un buen hombre. Al enviudar ella, Aulo se ofreció a enseñarle a su hijo el oficio de fabricante de yugos y lo tomó de aprendiz. Aquí lo trajeron, pobrecito, con las piernas destrozadas y una herida en el vientre. A ella la llamaron a gritos y bajó la escalera a trompicones, con el corazón saliéndosele por la garganta. Su hijo, su alegría, su razón de vivir, el que concibió cuando ya no tenía esperanzas. Allí estaba, tendido en el suelo de paja con los ojos cerrados y la boca contraída por el dolor.

- Volvíamos de entregar dos yugos a un campesino, cuando lo ha arrollado una cuadriga – le explicaron otros aprendices – La conducía el hijo del emperador.

Aufilena atendía a su hijo, que se le moría. Le apartaba el cabello de la frente, le daba besos, lloraba sobre sus mejillas, pero ninguno de esos gestos que rompían el corazón a quienes la acompañaban tenía el poder de desarmar a la muerte. Desde ese día Aufilena no vive, ni duerme, ni descansa. Su dolor es tan grande que la ocupa toda. No estará tranquila hasta que se haga justicia.

- La justicia es para los ricos – le recordaba una y otra vez su hermano – no existe para nosotros. ¿Cómo podrías pedir cuentas al hijo del emperador?

La luz del alba tiñe el cielo de color rosa cuando Aufilena desciende la cuesta que comunica el barrio de los yugarios con el Campo de Marte. Se mueve con dificultad entre la multitud. La aglomeración es superior a la de otros días, porque el emperador Trajano se marcha a la guerra y desfilará con su ejército por la vía Flaminia. Toda Roma ama al emperador y sale a despedirlo. Tras arduos esfuerzos, Aufilena logra colocarse en la primera fila.

La música y los vítores anuncian la proximidad de la comitiva imperial y los romanos enloquecen aclamando a Trajano. La multitud presiona por todas partes, muchos adelantan las cabezas para verlo llegar. Aufilena contiene su inquietud respirando despacio. Ya llega.

Con tres o cuatro pasos, Aufilena se coloca delante del emperador. Trajano frena el caballo, que se levanta de manos, y lo obliga a recular para no arrollar a esa figura vestida de negro. Un grito ha brotado unánime de todas las gargantas. Ella se yergue en medio del camino, firme pese al pavor que le ha provocado ver ante sí el vientre del caballo y sus patas agitándose al aire. No se mueve. Su mirada está fija en el rostro del emperador.

- Señor – dice elevado la voz – se presenta ante ti la viuda Aufilena y pide justicia.

- ¿No ves que voy a la guerra? – responde el emperador, haciendo con la mano un gesto para detener a los soldados que pretenden apartarla a la fuerza - Te escucharé a mi regreso.

- No perderás la guerra por retrasar tu salida unos momentos. En cambio, si no me oyes ahora yo perderé mi única oportunidad. ¿Quién me asegura que no morirás en el combate?

- Si muero, otro atenderá tu petición.

- Tampoco nadie garantiza mi vida. La muerte, sea tuya o mía, hará imposible la justicia. Si decides aplazarla, ¿quedará también aplazada mi pérdida? ¿Volverá a la vida mi único hijo a la espera de que regreses? ¿Crecerá dichoso quien lo ha matado? No es justa una justicia que debe esperar.
- Tus palabras son ciertas – responde el emperador – ¿Quién mató a tu hijo?

- Un hijo tuyo, señor: el más pequeño.

El silencio que guardaba la multitud desde que Aufilena comenzó a hablar, se vuelve aterrador. Hay sorpresa y dolor en el rostro de Trajano. Su caballo se inquieta y cabecea.

- Te doy a mi hijo en sustitución del que has perdido – dice el emperador – Desde este momento decreto que eres su madre y él deberá honrarte y obedecerte como tal.

- No hay nadie en el mundo capaz de ocupar el lugar de mi hijo – responde Aufilena –, pero lo acepto. Y en este mismo acto os lo devuelvo a ti y a tu esposa. Ni por justicia quiero privaros de vuestro hijo como yo me he visto privada del mío. Vete tranquilo, señor. He obtenido lo que quería.

Las lágrimas corren por las mejillas de Aufilena mientras se aparta. La multitud se abre para acogerla con orgullo e integrarla de nuevo en su seno: una humilde matrona romana ha demostrado estar a la altura de un emperador.
*Figura femenina. Museos Capitolinos
** Detalle de relieve. Emperador Marco Aurelio. Museos Capitolinos
***Detalle de un mosaico. Museo Massimo alle Terme

84 comentarios:

Isabel Barceló Chico dijo...

Queridos amigos, como se acercan fechas muy movidas, con las navidades, etc., no me parecía muy adecuado empezar con una nueva serie. Así que dejaré la historia de la reina Dido y Eneas para enero, y hasta entonces iré colgando historias breves. Así nos tomaremos más tranquilos el champán. Besos.

Anónimo dijo...

Gracias por esta historia, hace reflexionar.

Me encanta este sitio amiga.

Un abrazo.

Susy dijo...

Una vez más me asombra tu capacidad de fabular el mundo clásico, aunque, bien mirado, poco ha cambiado en lo sustancial.

Gracias por todo y un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

Interesante relato. Tienes el don de la originalidad. Me gusta mucho tu "tunel del tiempo".
Besos

Anónimo dijo...

Amiga mía... disculpame por favor mi demora en escribir, he estado tan llena de tanto, y tan ausente de mucho que desearía contarte... Sabes sería muy lindo si me permitieras tener tu email para escribirte algo... Si no causo molestia claro esta. Me lo puedes dejar al escribir algun comentario en el blog... Te lo agradeceria mucho.

Por otra parte, nadie garantiza ni un solo segundo de nuestra vida, y por supuesto todos somos irremplazables e insustituibles de diferentes maneras, pero somos seres únicos a la vez, es muy conmovedor este relato. Y lamento haberme perdido todo el hilo de la historia, pero sin internet en casa se me ha hecho casi imposibe leer y escribir...

Un fuerte abrazo amiga -porque así te considero ya- y gracias por tu ánimo de siempre.

Gonzalo Villar Bordones dijo...

uf, fuerte historia de hijos. me emociona.

Anónimo dijo...

Excelente historia Isa como siempre y ciertamente algunos saldremos y es mejor dejarlo para enero aún así te leo y me embobas con tus historias nos haces reflexionar.

¡Eso no tiene precio!...

Karina Falcón dijo...

Mmm delicioso, Dido y Eneas, me había perdido por unos días el leerte, me recupero un poco deleitando mis ojos con tus rubíes de la antiguedad presente. Vaya que me encanta esto, las matronas son un deleite. La entrega, el valor, la humildad, el saber hasta donde ellas y lo demás. Un gusto pasar por acá, siempre. En tus mujeres romanas encuentro a las mujeres de mi vida. Un abrazo!

Anónimo dijo...

Conmovedor!!! Preciosa historia que muestra toda la dignidad de esa matrona romana. ¿Está basada en algún hecho real?
Besos.

Anónimo dijo...

Me produce admiración esta mujer que da la importancia necesaria a la justicia y detiene al emperador, para que se le escuche.
Me gusta lo que escribes, tenia ganas de tener tiempo para leerte y leerte bien, y ya lo conseguí.
saludos
ilne

Anónimo dijo...

La justicia es para los ricos – le recordaba una y otra vez su hermano...Me ha impresionado ése párrafo...
La verdad...da qué pensar..

fgiucich dijo...

Una historia sin desperdicios y de impecable narraciòn. Abrazos.

Manuel dijo...

¿Quien acepta cambiar algo así?

Pues no

Saludos

Isabel Barceló Chico dijo...

Hola tsunami, gracias por tu visita y besos.

Hola susy, es relativamente fácil identificarse con ese mundo ¿no? Besitos.

Saludos, athos,lo bueno del tunel del tiempo es que puedes curiosear sin correr riesgos... Besos.

Hola, con sal en los labios. Esta historia de Aufilena es de un solo post, así que no te has perdido nada anterior. Creo que esta mujer da una lección de dignidad y humanidad. Paso enseguida por tu blog, querida amiga. Besos.

Isabel Barceló Chico dijo...

Hola gonzalo, el tema de los hijos es de los que no tienen fondo. Creo que todos seríamos mejores si consiguiéramos colocarnos en el lugar de madres. Besitos.

Hola ixchel, creo que esta época es buena para andar curioseando por ahí, sin sentirse comprometido ni atado a leer con continuidad. Son días de divertirse y desmelenarse un poquito ¿no? También yo aprovecharé para hacer lo mismo. Besos.

Hola una de las moiras...¿o gorgona? Precisamente porque somos reconocibles en estas mujeres de la antiguedad me siento tan atraída por ellas. Las tenemos aquí al lado y bien se merecen nuestro respeto y admiración. Besos, querida amiga.

Hola elena, la historia es apócrifa. Es de origen cristiano y tiene que ver con el interés y la necesidad de "salvar" el alma de algunos emperadores, cuyo prestigio fue siempre enorme. No hay una sola versión, pero a mí la que más me gustaba era ésta de ofrecerle el hijo a cambio del que había muerto, tiene una dimensión humana extraordinaria.
En el arte hay algunas representaciones de la escena de la viuda delante del emperador. Besos.

Isabel Barceló Chico dijo...

Saludos, ilne. Pienso que esta viuda señala dos aspectos cruciales todavía en nuestros días: el hecho de que la justicia - pese a todas sus protestas y no dudo que esfuerzos - no protege a todos por igual, sino que suele favorecer a los más ricos y prestigiosos por encima de los demás; y su no menos enojosa lentitud: la lentitud nos priva de la justicia. Besitos.

Hola carmen: basta recibir un escrito del juzgado para darse cuenta de que no podemos entender ni una palabra de la jerga que se utiliza. Cuando la justicia es críptica, sólo se manejan en ella, y se aclaran y triunfan, quienes tienen los medios y los recursos para moverse en esa maraña. Y vaya, con echar un vistazo a los periódicos también se ve. Besitos.

Saludos, fgiucich, gracias por tus palabras.

Hola manuel. Tienes toda la razón: es imposible el cambio. Besos.

Anónimo dijo...

dígase en derecho romano de ser juez y parte.

Tautología

En vez de hacer justicia intentará dejarte por injusto al plantearte a ti la resolución, de tal manera que si quieres ser justo tendrás que resolver a su favor.

No estoy de acuerdo con Aufilena, llegado el caso mejor tomar justicia que pedirla a quien no te la va a dar.

ingenioso comementes

Anónimo dijo...

Es una hermosa historia, cuánta sabiduría aún en el dolor. Te confieso que esperaba que se lo llevara y le hiciera pasar las mil y una, jaja, pero la decisión que tomó esta mujer ha sido la correcta.
Saludos!!
Eggy

Javier dijo...

Estupendo relato, diosa.

Todo esto me recuerda a "decisión o solución salomónica", aunque esto es otra historia.

¡Ah!, he visto por ahí que Trajano era sevillano.

Un beso.

Anónimo dijo...

Una gran historia que ha llegado a emocionarme.
Gracias una vez más.
Un saludo cordial.

Trenzas dijo...

Trajano fue un buen emperador. Grande el arrojo de Aufilena; grande la decisión de Trajano, vista la trayectoria de sus antepasados.
Me gusta pensar que tuvo algo que ver el hecho de que fuera español :)
No conocía esta historia, que merecería ser cierta.
Un beso, amiga

Leodegundia dijo...

Preciosa esta historia tan llena de fuerza del dolor de una madre que pide justicia.
Tus relatos porque sean cortos no dejan de tener un nivel muy alto y es un placer leerlos.
Un abrazo

Ángela dijo...

Isabel, me he quedado con la boca abierta, el corazón encogido, la piel erizada... Es hora de cerrar los ojos y reflexionar las sabias palabras de Aufilena porque si añado algo más, temo se rompa este silencio que me ha convocado dentro de mi...

Recursos para tu blog - Ferip - dijo...

Aufilena...qué gran mujer...
La maternidad agranda el corazón de una mujer...la muerte lo destruye...
Besos, Isabel escultora...

Feri

Vicky dijo...

Gran relato! ¿Quién tiene el poder de arrebatarle a un hijo y no pagar? ¿Quién tan justo para saber dar justicia?
Me gusta el final, Aufilena triunfante se vuelve entre la multitud, las mejillas teñidas de lágrimas y un reconfortante calor en el pecho

Anónimo dijo...

Será por la muerte del dictador Pinochet, que eso de "la justicia no puede esperar", se me resignifica.

En un tiempo y otro, las madres no temen castigos cuando de hijos se trata.

Anónimo dijo...

El usuario anónimo dijo...
(No comprendo que me pasa ISABEL, publico como usuario anónimo.
Grrrrr...)



Será por la muerte del dictador Pinochet, que eso de "la justicia no puede esperar", se me resignifica.

En un tiempo y otro, las madres no temen castigos cuando de hijos se trata.

10:40 PM

Umma1 dijo...

(Upsss... No hay caso...)


El usuario anónimo dijo...
El usuario anónimo dijo...
(No comprendo que me pasa ISABEL, publico como usuario anónimo.
Grrrrr...)



Será por la muerte del dictador Pinochet, que eso de "la justicia no puede esperar", se me resignifica.

En un tiempo y otro, las madres no temen castigos cuando de hijos se trata.

10:40 PM

10:43 PM

alida dijo...

Isabel que bello relato de enseñaza sobre lo hijos
Como siempre genial
Un beso grande y brindemos desde hoy por la navidad

Clarice Baricco dijo...

Ahora si me has matado.
Me fascinó. Totalmente.
Esa sabiduría la quiero.

Abrazos enormes.

Mar dijo...

Me ha recordado al juicio de Salomón.

Y los dos han sido dignos: Aufilena por subir y el emperador por bajar. La justicia ha sido por el respeto hacia el dolor de alguien y como consecuencia el perdón. ¿Será que en España hay dolores que no se han respetado nunca?, que cuestan perdonar...

Daniela dijo...

Isabel...excelente, de nuevo una muestra de tu forma hermosa de escribir. Con humanidad, llena de sentimientos. Te felicito.
Besos.

El Navegante dijo...

TE RUEGO ISABEL,QUE NO ME TOMES PRO UN DESFACHATADO.
YO SE QUE ESTOY EN GRAVE FALTA CONTIGO, PERO SI O HE VENIDO A VISITARTE MAS ASIDUAMENTE, NO HA SIDO DESPEECTIVAMENTE
TODO LO COTNRARIO.
NO ME AGRADA DECIR HOLA, CHAU. SALUDOS,BUEN FINDE O COSAS ASI, CUANDO ALGUIEN DE TU NIVEL SE SEMRA CON ESTE ESTILO DESBORDANTE QUE TE CARACTERIZA.
Y DESDE HACE UN TIEMPO NO ESTOY CON TODAS LA LUCES, SABES, INCLUSO TUVE UN DECLIVE HACE UN MES EN EL BLOG, QUE ME COSTO UN TRIUNFO PODER SUPERAR.
PERO FUERA DE MI FALTA DE CAPACIDAD PARA VENIR A COMENTAR, HAY ALGO MAS IMPORRTANTE,
TU FORMAS PARTE DE LA PEQUEÑA Y MODESTA HISTORIA DEL BARCO, QUE ACABA DE CUMPLIR UN AÑO-
HAY UNA FIESTA A BORDO, Y O SABES QUE FELIZ ME HARIAS SI PUDIESES PASAR POR ALLI, DONDE DE ALGUNA FROMA , YA LO VERAS YA ESTAS PRESENTE.
TE DEJO UN BESAZO, CON MI ADMIRACION Y RESPETO DE SIEMPRE

Anónimo dijo...

Nunca una sentencia fué tan bella y ni fué acogida con tanta elegancia.

Espero impaciente las entregas de relatos cortos.

Un beso.

cieloazzul dijo...

que maravilla de historia....
me ha encantado ! me ha dejado profundamente pensativa....
un beso Isabel...
bebamos champán:)
salud!

krisish dijo...

Hola Isabel Romana!!, he sacado un poquillo de tiempo... Ahora tengo un nuevo trabajo en un periódico.
Me ha encantado esta triste historia de Aufilena, no puedo llegar a imaginarme el dolor que puede llegar a sentir una madre al perder un hijo...
Un besote de krisish.

Edem dijo...

Digna sentencia de un Digno Emperador... Trajano fue un gran Emperador, pero, no tanto.
Eso si, se preocupaba por la gente, puesto que se consideraba de los suyos. Creaba ciudades para vivir, y le gustaba administrar justicia. Quizás por eso no le gustaba residir en Roma... a saber.
Si que le creo capaz de hacer algo asi, pero como dices, creo que es una historia posterior, inventada.
Lo cual dice mucho sobre como veian los romanos al hispano de provincias que consiguio ser emperador, verdad?.
Y la imagen de la madre... buf. Perder un hijo, ya es desgarrador, pero tener el valor de pedir justicia al propio Emperador... Si, vale, era un derecho que "en teoria", todos tenian, pero, que rara vez se usaba.
Digno relato, Isabel... gracias por el.
Un saludo de Edem

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

Magnífico. El diálogo sobre justicia entre Trajano y Aufilena es formidable. Un regalo.
Gracias.

GABU dijo...

Sigo con mi visión casi comparativa entre la mitología y la actualidad...
Sólo que esta vez me surge una pregunta:JUSTICIA?
¿QUE ES ESO?
Aquí y allá por lo visto es algo que se nos hace difucultoso impartir:JUSTICIA!
La actitud del emperador me remontó a varios de nuestros líderes políticos que se comportan como nefastos emperadores...

MIL BESOS

Fortunata dijo...

Me tome la libertad de guardarme la historia de "Cupido y Psique" que tanto me ha gustado para saborearla con calma cuando me plazca(¿Me das permiso?)

Esta pequeña narración me parece bella y digna.
La lucha por la justicia nunca deberiamos dejarla para mas tarde.
Un abrazo.

Heriberto dijo...

Se plantó la madre y respondió con dignidad.
Salud con el champán amiga Isabel.

Claullitriche dijo...

hola Isabel.. me gustó mucho la historia... como la muerte no desaparece con otra muerte, ni el dolor se apaga con dolor ajeno...; sólo el reconocer y pedir perdón puede redimirnos...

...me hace mucho sentido por estos días en que la muerte nos da otra oportunidad a los chilenos para ir cerrando heridas... eso espero al menos...

gracias como siempre y un gran abrazo!

Acus dijo...

Más de uno quisiéramos tener el temple, el valor y la fuerza que Aufilena ha demostrado tener.
Me quito el sombrero ante narración tan majestuosa que ha ido creciendo en intensidad.
Para que luego se diga que los ancianos son débiles...
Un besazo Isabel Romana.

Isabel Barceló Chico dijo...

Hola anarkasis, la historia, como ya he comentado, es apócrifa. La administración de justicia ha dejado siempre mucho que desear. Besos.

Hola eggy, supongo que hubiera sido un problema para Aufilena cargar con un "señorito"... Besos.

Hola javier, si no estoy equivocada hubo cuatro emperadores de origen hispano. Trajano era nacido en Itálica, al ladito de Sevilla, y conserva un parque arqueológico fantástico. Fue uno de los emperadores más prestigiosos y el gobierno de su "dinastía", los Antoninos, el más brillante del imperio. Besitos y hasta pronto.

Isabel Barceló Chico dijo...

Hola kurtz, gracias por tu visita y tus palabras.

Saludos, trenzas, la historia es apócrifa, pero siempre pienso que cuando se inventa algo, suele tener algún viso de realidad. Lo de "devolver" al hijo reconozco que es invento mío. Creo que la dignidad de esta mujer nos alcanza a todas/os. Besitos.

Hola leodegundia. Pienso que las madres adquieren un sentido de la realidad de la vida que supera los conocimientos que se consiguen por otras vías. ¡Cuánto mejor nos iría si tuvieramos como asesoras en materia de paz a un "consejo de madres"! Besitos.

Saludos, angelusa. Mirando a nuestro alrededor encontramos a muchas personas cuya sabiduría, si nos detuviésemos un minuto a valorarla, nos dejarían también en silencio. Besos.

Anónimo dijo...

Precioso el relato, precisamente por ser apócrifo, tiene mucho más valor.
Me he conmovido pensando por una parte, en la diferencia entre ricos y pobres y la lentitud de la justicia actual, por otra, la rapidez con la que entrega Trajano a su hijo, pero de verdad la decisión de la madre es la que me ha emocionado.
Besitos muy cariñosos.

Isabel Barceló Chico dijo...

Hola ferípula, a veces ocurre que no damos suficiente valor a los sentimientos y la capacidad de amar. Tienen mala fama, se suele decir de ellos que no son buenos consejeros... una patraña más. Besos.

Hola vicky, también yo creo que Aufilena cifraba la justicia en que fuera reconocido el daño que se le había hecho. Y la experiencia nos demuestra que ni siquiera en nuestros días es fácil conseguir esto. Besos.

Hola umma1, estos días blogger también me está jugando a mí malas pasadas. El tema de la justicia tiene permanente actualidad, pero tienes razón, en este caso se ha visto cómo el dictador ha muerto sin pagar por sus crímenes, precisamente porque pretendió (y consiguió) aplazar la justicia. Besos.

Saludos, alida, la navidad es un tiempo de paz, suele decirse. Ojalá sea así para todas las personas del mundo. Besos.

Hola, clarice baricco, de esa sabiduría querríamos beber todos. Y, sobre todo, ser capaces de llevarla a la práctica. Besazos, amiga.

Hola marcalíope, también yo creo que el reconocimiento del daño producido es una condición necesaria para que haya justicia y se otorgue el perdón. Lo peor es que a las víctimas, encima, se les tache de "resentidas". En fin. Besos.

Isabel Barceló Chico dijo...

Hola daniellha, estoy segura que tu habrías sido la amiga que le prestó el manto a Aufilena. Y que le acompañaría todo el tiempo para darle sostén y ánimo. Besos.

Hola querido navegante. También yo he ido en los últimos tiempos un poco perdida, pues cambié de pc y con él se me han despistado cantidad de "favoritos", así que tenía pendiente localizarte de nuevo. Me alegro que hayas venido. Y pasaré enseguida por tu barco. Sé que allí siempre hay amistad y buen vino. Besos.

Hola sirenita, confío en que las siguientes entregas mantengan tu interés. Las sirenas suelen ser muy buenas cuentistas... Besos.

Hola cieloazzul, esperemos que el champan no se nos suba demasiado a la cabeza estas fiestas. Aunque, mira, tengo ganas de "desmelenarme" un poco... Besazos.

Hola krisish, felicidades por tu nuevo trabajo. Seguimos en contacto. Besos.

Saludos, edem. Creo que Trajano fue un buen emperador. En esa etapa, se buscaba al mejor de todos los hombres, así que había al menos una gran dignidad en la elección como sucesor. El sentido del deber que tenían él y sus sucesores era muy fuerte. Y Roma desde luego le debe sus magníficos Mercados, la vía Bibeticaria (que haría las delicias de cualquier juerguista de ahora) y su basílica Ulpia con su columna. Hubiera dado cualquier cosa por ver en su esplendor el Foro de Trajano... Besos, querido amigo.

Hola goathemala, una justicia lenta no es justicia. Así de claro. Besitos.

Isabel Barceló Chico dijo...

Hola gabu, los romanos eran muy desconfiados respecto a los gobiernos unipersonales. Ellos hicieron de la ley la argamasa para unir y articular la sociedad, era una palabra sagrada. Pero todo es manipulable y ellos también aprendieron a manipular la ley. Creo que esta es una lucha histórica y sin fin... Besos.

Hola fortunata, claro que puedes guardarte lo que quieras y leerlo como más cómodo te resulte. También yo pienso que la justicia es una cuestión crucial y que no nos damos cuenta de hasta qué punto... Besitos.

Hola heriberto, las madres romanas fueron siempre un ejemplo de lucha y de solidaridad. Y mira las Madres de la plaza de Mayo... no hay palabras suficientes para encomiar su coraje y su lucha. Chin chin y besos.

Saludos, claullitriche, suscribo por completo tus palabras. Ojalá sea posible para Chile. Besos.

Isabel Barceló Chico dijo...

Hola acus, creo que los ancianos adquieren la fuerza que les va dando la vida, la experiencia y el comprender cuáles son las cosas realmente importantes. Espero que todos podamos disfrutar de todo eso en el futuro y, sobre todo, saber emplearlo. Besos.

Saludos, unjubilado, Aufilena ha demostrado una gran altura de espíritu. Y cuanto más se piensa en su actitud y su decisión, más valor alcanza. Besitos.

The_Saint_Mty dijo...

Hols Isabel...Buen relato, a la espera de la próxima historia. Pero, y se hizo justicia?...por sobre todo, imperó el perdón.

Anónimo dijo...

Una mujer valiente desde luego. El emperador podría indemnizarla. Nada puede compensar la vida de un hijo, por supuesto, pero sus circunstancias y su valentía se merecen reconocimiento.

El Navegante dijo...

HACE RATO QUE TENIA UNA DEUDA DE HONOR CONTIGO, Y LA NOBLEZA QUE HA TENIDO DE VENIR A VISITARME CON EL AFECTO QUE ME HAS DEJADO A TU PASO, ME IMPULSARON A CUMPLR DE UNA VEZ CON LA MISMA.
ESPERO QUE TE AGRADE EL APELATIVO CON EL QUE TE HE LINKEADO, COSA QUE HACE MUCHO QUERIA TENER EL PLACER DE HACER.
UN BESAZO, Y GRACIAS POR RATIFICAR QUE SE PUEDE SER UNA GRANDE COMO TU, CONSERVANDO LA HUMILDAD Y EL DON DE GENTE, QUE ENTRE OTRAS COSAS, ES LO QUE TE DESTACA.

Laura Martillo dijo...

Hola Isabel,

leí con detenimiento toda la historia y comos iempre me ha sorprendido su final. Incluso esperaba un final mas emotivo y doloroso, pero como acotas bien la matrona romana ha estado a la altura de un Emperador, ahora entiendo el sentido de la historia.


Un placer el leerte,

Saludos en este Diciembre de fiesta y alegrías,
que tus mas caros deseos se cumplan
y que solo te rodees de gente buena.


L.H

Ángela dijo...

Una preegunta, Isabel... (si me la contestas me ahorro mirarla en páginas. Y mira que llevo años con la duda...)¿porqué hay en algunas ciudades una calle llamada Campo de Marte? O sea... ¿qué era exactamente el Campo de Marte?
Gracias, Isabel. Un besito.

MARIA DEL NORTE dijo...

Breve e impresionante historia.
Como siempre, nos deslumbras.

Lis dijo...

que linda historia...hay sentimientos que afortunadamente, no cambian con el correr del tiempo...
esperaremos a enero para seguir con la otra entonces...

un abrazo!!

Edem dijo...

El Campo de Marte era una explanada de Roma, donde los ciudadanos se entrenaban en las armas. No para el ejercito, sino antes, para saber cabalgar, luchar con espada, pilun... etc. Era una explanada realmente, e iban tanto los ciudadanos pobres, como los ricos. Realmente, era un punto de reunion "neutral" para los ciudadanos, ya que todos sudaban, todos se entrenaban igual.
Por lo visto, originalmente la usaba el cuerpo de Roma, la Legion, y con el tiempo, se usó para eso. Una parte de ese campo, se llamaba "el campo enemigo", a saber porqué, y en el comienzo de las guerras la tradicion decia que un sacerdote de Marte, debia lanzar un pilum a ese campo. Quizás para declarar simbolicamente la guerra... a saber.
Un saludo de Edem

Alyxandria Faderland dijo...

Esto es vida, entrar a un sitio a ver, sentir y palpar arte.

Anónimo dijo...

¡Felicitaciones, Isabel! A simple vista tienes un blog muy bonito. Llegué aquí para leerte y conocerte mejor así que prometo volver a pasar mañana y leer tus posts con detenimiento. Da toda la sensación de ser muy interesantes. Regresaré.
Saludos y hasta ahora.

✈єℓιzα™ τσdσs lσs Dεяεcнσs яεsεяvαdσs cσρчяιgнτ dijo...

La justicia que aparece en nuestra vida, gracias por tu visita, te seguiré leyendo hasta que regresé de mi cita con el destino, un abrazo, me encanta venir a leer cosas interesantes en blogs como el tuyo, besitos :)

foton dijo...

LA justicia...la justicia...lo justo...la verdad...la verdad...la esencia...la esencia.

El poder te da la posibilidad a decidir a tu antojo y discrecion. Por eso muchos jefes son odiados. Porque comienzan a imponer normas que van en contra de tus propias convicciones.

La justicia o la injusticia siempre sera como la espada de Democles para la humanidad. La llevaremos siempre consigo.

Me parece super loable la actitud de Trajano. Ojala fueran todos como el hoy en dia.

Un abrazo.

Elisa de Cremona dijo...

querida, esperaré con ansias la historia de Dido y Eneas, pero con verdaderas ansias.
un besazo

Harry Reddish dijo...

Casi publicas otro sin comentarte este antes.... Muy grande la historia de esta Aufilena y sobre todo muy bien introducida. Es un gusto leerte. Muchas gracias

Salve!!

Harry Reddish dijo...

Casi publicas otro sin comentarte este antes.... Muy grande la historia de esta Aufilena y sobre todo muy bien introducida. Es un gusto leerte. Muchas gracias

Salve!!

Harry Reddish dijo...

Casi publicas otro sin comentarte este antes.... Muy grande la historia de esta Aufilena y sobre todo muy bien introducida. Es un gusto leerte. Muchas gracias

Salve!!

Harry Reddish dijo...

Casi publicas otro sin comentarte este antes.... Muy grande la historia de esta Aufilena y sobre todo muy bien introducida. Es un gusto leerte. Muchas gracias

Salve, Isabel!!

Isabel Barceló Chico dijo...

Hola de_saint_mty, Aufilena sí se consideró resarcida. Pero vaya, desde un punto de vista más objetivo, no hubo justicia, al menos que hayamos podido ver. Besos.

Hola niha, nada dice la historia aprócrifa acerca de recompensas. En realidad, es una historia muy vaga. Pero me pareció mejor dejarla así, con la dignidad de Aufilena, más que hacer cálculos acerca de si el emperador la compensó de otra forma. Besos.

Hola de nuevo, amigo el navegante. Ha sido un placer navegar un rato con tu barco. A mí me gusta el ambiente que tienes allí, abierto a todo el mundo, afectuoso con todo el mundo y dispuesto a tomar el rumbo que queramos. Gracias por todo a tí. Feliz cumpleaños y hasta pronto.

Hola laura hammer, me alegra que hayas podido pasarte. También yo te deseo para estas fiestas la mayor felicidad y un año nuevo realmente bueno. Besos y hasta pronto.

Isabel Barceló Chico dijo...

Hola angelusa: aunque edem ha contestado más abajo tu pregunta, también me apetece hacerlo a mí contándote la historia de ese lugar en Roma. Deduzco que de ahí, surgieron esos otros topónimos en otras ciudades. Pero vaya, mi historia se refiere exclusivamente a Roma.

Roma fue gobernada en sus primeros años después de la fundación por reyes. Pero llegó un momento en que estaban muy descontentos con la monarquía y el rey Tarquino el Soberbio cometió tantas tropelías y crímenes, que los romanos decidieron expulsarlo de la ciudad y fundar una república.

Este rey tenía sus propiedades agrarias delante de la colina del Capitolio, en una gran extensión que había allí y quedaba fuera de las murallas. El Senado decidió confiscar esas tierras y, para que los ciudadanos no pudieran luego arrepentirse de la expulsión del rey y devolvérselas, las consagraron al dios Marte. Así que no se podían cultivar ni vender, y se destinaron al entrenamiento de los soldados, dado que el dios Marte es, como sabes, dios de la guerra. De todo eso deriva el que se le llamara Campo de Marte.

Como no se podía entrar armado en la ciudad, los ejércitos que volvían victoriosos y habían solicitado celebrar un "triunfo" - es decir, la entrada triiunfal en la ciudad exhibiendo el armamento, botín, prisioneros, etc - debían esperar en el Campo de Marte a obtener el permiso del Senado. Y lo mismo ocurría a sus generales, pues si entraban en la ciudad perdían su "imperio", la máxima capacidad de decisión. Esto se hacía para evitar que la ciudad pudiese ser atacada desde dentro, en el curso de las rivalidades políticas.

También los embajadores extranjeros debían permanecer fuera del "pomerio" de la ciudad (sus límites sagrados), así que esperaban también aquí. Más adelante se fueron creando grandes infraestructuras: el Circo Flaminio (del que no quedan restos visibles), el Teatro de Pompeyo (del que sí quedan), la Saepta Julia (donde se realizaban las votaciones), varios Templos, ubicados en Largo Torre Argentina, el Panteón de Agripa, el Mausoleo de Augusto, el Teatro Marcelo, etc, etc.. Para situarnos, te diré que comprendía el área entre la actual Via del Corso, El pie del Capitolio (la Plaza de Venecia, Plaza Aracoeli y vía del Teatro de Marcelo) y la orilla del río: como un gran triángulo.

Respecto a lo que señalaba Edem del "campo enemigo" ubicado en el Campo de Marte, te explico. Había un rito sagrado para declarar la guerra que comprendia, entre otras cosas, el arrojar una lanza en el territorio declarado enemigo. Con el paso de los siglos, ese "territorio enemigo" al que se declaraba la guerra estaba muy lejos, no se podía ir hasta allá a hacer la declaración. Así que se creó el Templo de Belona (cuyas ruinas están justo enfrente del Teatro de Marcelo) y en él un patio que representaba el "territorio enemigo". Era pues, en este lugar, donde se realizaba el rito de la declaración de guerra que incluía el arrojar la lanza sobre la tierra del patio.

El Campo de Marte se fue convirtiendo con los siglos en un espacio de gran prestigio, de ahí la abundancia de edificios públicos de relevancia como los que he citado. Durante la edad media, como los foros y la parte más antigua de Roma se fueron viniendo abajo y no había recursos para recuperarlos, la población se trasladó hacia esta parte del Campo de Marte: ahí está ahora la plaza Campo di Fiori, centro neurálgico en la edad media; la plaza Navona, sobre los restos del estadio de Domiciano, y tantas callejuelitas de trazado medieval que se reconocen enseguida. En fin, espero haber satisfecho tu curiosidad. Besos.

Isabel Barceló Chico dijo...

Hola maría del norte, celebro que te haya gustado la historia. Besos.

Saludos, lis. Creo que es preferible esperar a enero para las historias que requieren más de un post. Así no nos perdemos... Besos.

Hola edem, he puesto en la respuesta a angelusa una pequeña historia sobre el Campo de Marte. Y también lo del "territorio enemigo", una idea muy interesante, a mi parecer. Para los antiguos, la guerra era sagrada y debía desencadenarse por una causa justa. Igualito que ahora.... Besos.

Hola pasquín del reino del revés, estás en tu casa. Besos.

Bienvenida, la rosa roja. Es un placer que te pasees por aquí, seguro que nos dejas felices con tu belleza y tu aroma. Besos.

Saludos, marelyt, espero que esa cita con el destino sea favorable. Aquí te esperamos. Besos y hasta pronto.

Hola foton, coincido contigo en que el poder suele ejercerse de manera total, con todo su peso, y esto se hace sentir en los ciudadanos de a pie. La justicia es un concepto histórico y no acabaremos nunca de luchar reclamándola. Besos.

Hola elisa de cremona, cuando una/o está feliz por el amor, lo que más le apetece es oír hablar de amores... Creo que Dido y Eneas nos fascinarán. Besos y buenas fiestas.

Saludos, harry reddish, ocurre que, sin proponérnoslo, no damos abasto a leer tanto y tan interesantes cosas que hay en internet. Así que no me extraña que vayamos de cabeza. Besos, querido amigo.

Maribel Molina Rey dijo...

Isabel, Trajano no tuvo hijos, o por lo menos eso tenía yo entendido... sinó dime tú a mí el interés que tenía Plotina ( en que le heredase Adriano, que sólo era un sobrino del Emperador. Ella como buena madre hubiese abogado por su hijo, no crees???

Siempre pensé que Trajano se casó con Plotina por asunto de estado y que lo que realmente le gustaba al emperador era la presencia de rubios efebos, y que ella desahogaba en los brazos de Adriano el cual no debía hacerle ascos ni a almeja ni a sardina... ;), por eso urdió en su favor cuando Trajano estaba en la decisión de nombrar heredero.

De todas formas y aparte de este pequeño detalle histórico, que nada tiene que ver con el fondo de la historia, me parece de un conmovedor que estremece.

No hay nada más duro en esta vida que un padre sobreviva a su hijo.

Anónimo dijo...

Hola, Que tal?
Tienes un blog super bonito!

Hasta pronto

Anónimo dijo...

Como siempre me sorprendes...la reina del folletín clásico...me amparo en tus manos sabias y en el silencio reflexivo para comprender este milagro...un beso

Isabel Barceló Chico dijo...

Hola medraina. En aquella época, se había tácitamente establecido que los emperadores eligieran como sucesor al mejor hombre, de ahí que adoptaran legalmente a quien habría de ser su sucesor e, incluso, en el caso de Trajano, obligó a Adriano a que a su vez adoptase a Antonino Pio. Desconozco si tuvieron descendientes biológicos, pero ello no hubiera cambiado las cosas, puesto que todo el mundo entendía que la relación filial biológica no era garantía de buen gobernante. En cualquier caso, la historia esta es apócrifa, seguramente de la alta edad media, y con ella se buscaba dar una imagen de estos grandes emperadores próxima a los ideales cristianos. También se hizo respecto de Adriano, cuyo mausoleo como sabes se convirtió en bastión defensivo del Vaticano, Castel Sant'Angelo. Besos, querida amiga.

Hola nerina, gracias por tu visita. Te la devolveré. Saludos cordiales.

Saludos, fernando y gracias por tus palabras. No sé qué decir...mejor me callo también. Besos.

Ángela dijo...

Muchas gracias por la explicación, Isabel. De alguna manera el Campo de Marte es un símbolo republicano. Me gusta la idea.
Gracias a ti también, Edem:-))

Angeles dijo...

Excelente historia!

Unknown dijo...

ME GUSTO LA HISTORIA .
AL MENOS ALGUIÉN SE HIZO CARGO , ALGO TAN INFRECUENTE EN LOS DÍAS QUE VIVIMOS .
ME PARECE QUE HUBO GRANDEZA DE PARTE DE LOS DOS .-

AMIGA
QUE TENGAS UN BUEN FIN DE SEMANA

ADAL

Anónimo dijo...

Pero que mujer, dios mio, que mujer.
Gracias por contarnos estas cosas.
Abrazos.

Grimalkin el Bardo dijo...

Tremendo, querida Isabel:

...una humilde matrona romana ha demostrado estar a la altura de un emperador...

Qué delicia de relato. Gracias mil, por compartirlo.

Abrazos

anilibis dijo...

Isabel:

¿De dónde sacas tus maravillosos personajes? ¿Te empapas de libros de historia? Este cuento me ha tocado mucho, hasta me he emocionado.

Un beso.

Isabel Barceló Chico dijo...

Saludos
angelusa (de nuevo)
perséfone
el hippie viejo
rafael pq
grimalkin el bardo
anilibis
Besos a todas/os y disculpad mi parquedad, aún me estoy recuperando. Abrazotes.

La gata que no esta triste y azul dijo...

Wowwwwwwwwwwwwww, tengo ganas de llegar a Dido y Eneas.

Andrés Glez. Déniz dijo...

Impresionante, perfeccionista e intachable me ha parecido este texto.

L. de Guereñu Polán dijo...

Hay una Aufilena de Catulo que tú dignificas aquí.