miércoles, septiembre 17, 2008

EL DIABLO Y EL VIENTO



“(…) Cuando se llega al final de la calle, entre los dos palacios Bonaparte se gira a la derecha y se llega a la magnifica iglesia del Gesù.

Es la casa central de los jesuitas, donde vive su general. Por la altura del monte Capitolino y la disposición de las calles, de ordinario hay viento cerca de la iglesia de los jesuitas. Dice el pueblo que un día el diablo se paseaba por Roma con el viento; llegado cerca de la iglesia del Gesù, el diablo dijo al viento: “Tengo que hacer algo allí adentro, espérame aquí”. El diablo no salió nunca más, y el viento aún lo espera en la puerta.”

STENDHAL .- “Paseos por Roma”

* Fachada de la Iglesia del Gesù. Roma.

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40 comentarios:

JUANAN URKIJO dijo...

O sea que el texto es de Stendhal... ¡Vaya! Supongo que habrás oído hablar del cuadro clínico que lleva su nombre. Creo que es bastante confuso y ha sido muy poco diagnosticado... Pero viene acuñado como Síndrome de Stendhal porque, según dicen, en uno de sus viajes por Italia (creo que concretamente fue en Florencia), impresionado por tanta belleza como le rodeaba, sintió un súbito mareo y se desvaneció... de placer. Hay un poco de leyenda en esto, estoy seguro. Para mí que le marearon llevándole de un lado a otro, mira lo de aquí, mira lo de más allá, hasta que le dio un "panfús" y se quedó viendo pajaritos. En fin, como sea, está reconocido el cuadro clínico. Deben de ser cosas que tiene la vida... cuando nos muestra de golpe y porrazo su lado más bello.

Besos, Isabel.

Kurtz dijo...

Un poco inquietante la leyenda.
Besos.

GABU dijo...

Esta fàbula sì amiga mìa que me fascinò!!!!!

Y cuanto me gustarìa conocer ese sitio que contiene tanta espiritualidad... :)

P.D.:A veces creo que con estas leyendas que forman parte de la historia tambièn aprendemos muchìsimo!!

TE MANDO UN ESTRUENDOSO BESOTÒN PLENO DE CARIÑO ♥

Felipe Sérvulo dijo...

Disculpa mi tardanza en venir a verte.
Siempre es un placer leer lo que ofreces.
Abrazos.

Anónimo dijo...

Maravilloso texto ¡¡y que maravillosa forma de darle una explicación a los vientos que allí han de reinar!!!

Saludos!!

Golem dijo...

Hola Isabel:

No conocía la leyenda y me ha gustado. Esas pequeñas historias, como otras que tú vas contando, son las que acaban haciendo entrañable una ciudad. Buscando en alguno de mis libros romanos, he encontrado otra leyenda del diablo. ¿Conoces la historia del foso del Panteón?.

Saludos

Raúl dijo...

La leyenda es de una poética, fantástica.

Rosa Silverio dijo...

Ahhhhh, amiga mía, maravilloso. Qué pasaje que me ha gustado y qué forma tan creativa de explicar las cosas.

La cita es de Sthendal, ¿no? Lo único que leí de él es su Rojo y Negro, hace ya muchos años. En aquel tiempo no sintonicé mucho con la historia, la verdad es que no me caló, pero era adolescente y bueno, algunos libros y autores a veces hay que volver a leerlos en la adultez para (re)descubrilos.

Abrazos, amiga.

Juan Duque Oliva dijo...

Entonces ese es el infierno, no?

María Antonia Moreno dijo...

Qué bueno...
hola, querida Isabel.

Abrazos

Gemma dijo...

Buen microrrelato, éste que refiere Stendhal. Conciso e incisivo.

Un saludo

Anónimo dijo...

Precioso relato.

Martine dijo...

No quisiera ser irreverente, pero igual allí encontró a más diablo que él... ;-)

El síndrome de Stendhal, efectivamente se puede llegar a tener algo que se le asemeja cuando lo que contemplas te envuelve con su mágica belleza...

Una vez más Gracias Isabel, por regalarnos el placer de tus Entradas...

Un beso.

Cecilia dijo...

Oh, Stendhal... me encanta. Gracias, Isabel. Un beso.

Susana Peiró dijo...

Qué fascinante fragmento!

"Paseos por Roma" es un libro pendiente para mí (incluso y a raíz de tu artículo he consultado a mi librero por él)

Estos paseos habrían sido escritos entre 1828 y 1829 y redactados como un diario ficticio. Me emociona leer sobre esa mirada que le da Stendhal a la "ciudad eterna"!

Muchas Gracias Isabel por esta entrada magnífica!

Mi enorme Abrazo Querida Amiga!

Unknown dijo...

Preciosa anécdota y preciosa iglesia la de Gesú.

Pilar M Clares dijo...

Quéée´bonito textoo
qué bonito Isabel, qué regalo las palabras de Stendhal, suena puro folclore.
Besos, qué bien que hayas vuelto

Isabel Barceló Chico dijo...

Hola dédalus, desde luego el síndrome Stendhal se llama así por este autor francés y está vinculado a la turbación que produce tanta belleza. No conozco a nadie que lo haya sufrido, pero desde luego se por experiencia, que nuestra capacidad para captar las cosas es limitada, nuestro propio organismo pone barreras. ¿A quién no le ha ocurrido entrar en un palacio o en una iglesia ya conocidas y "ver" algo que nunca antes había visto? Pues eso, que no llegamos a todo... Besitos.

Hola kurtz, inquietante sobre todo para los jesuitas ¿no? Una forma de decirles que el diablo habita con ellos. Besitos.

Isabel Barceló Chico dijo...

Hola gabu, seguro que esa iglesia te gustaría, porque es riquísima, las pinturas techales son espectaculares y no digo nada del altar donde está enterrado San Ignacio de Loyola. Los jesuitas sabes que no siempre gozaron de mucha simpatía para la iglesia... Besotes.

Hola felipe sérvulo, gracias por pasarte por aquí, pese a tu mucho trabajo. Un abrazo.

Isabel Barceló Chico dijo...

Hola, la candorosa. Los romanos son muy amantes de esas fábulas y leyendas urbanas y creo que no están exentas de socarronería. Una ciudad como Roma da para mucho... Besitos.

Hola fab, no conozco esa leyenda del foso del Panteón, y me encantaría vertela relatar. ¿ Por qué no la cuelgas en tu blog? Sería fantástico. Besitos.

Isabel Barceló Chico dijo...

Hola raúl, la verdad es que Stendhal no es muy poético, pero sí muy agudo. Miraré si encuentro alguna anécdota más de este estilo en su libro y las iré colgando. Besitos.

Hola rosa silverio, opino como tú que la edad (y el estado anímico) influyen mucho en nuestras lecturas. Stendhal no es mi favorito, pero en este libro de Paseos por Roma da muchísima información que a mí me interesaba, de modo que lo he leído con atención. Ahora, muy ameno no es... Besitos.

Anónimo dijo...

Hola, Isabel. Muy buena selección de texto; debo decirte que me gustan mucho tus escritos, pero cuando incluyes estos deliciosos fragmentos me siento igualmente contenta. El síndrome de Stendhal... siempre se aprende algo nuevo, porque la verdad es que no lo conocía. Un fuerte abrazo.

Isabel Barceló Chico dijo...

Hola luz de gas, te contaré un chiste. Un día se reunieron Dios padre, Jesucristo y el Espíritu Santo para debatir dónde irían de vacaciones ese verano. El Padre propuso Jerusalen, pero el hijo se opuso rotundamente, porque ahí lo había pasado muy mal. Así anduvieron discutiendo y al final, al hijo se le ocurrió decir: "vayamos a Roma". "¡Sí, sí!" - respondió el Espíritu Santo - "que yo nunca he estado allí". Besitos.

Hola mª antonia moreno, me alegra que te asomes por aquí. Un besazo.

Isabel Barceló Chico dijo...

Hola mega, el texto es de Stendhal, pero el "corte" es mío. Para resaltar el tema... Saludos cordiales.

Hola loslibros, gracias por tu comentario.

Hola selma, hay varias historias de diablos en Roma y estoy segura de que hay muchos sueltos por la calle. A mí me ha parecido ver alguno... Besos enormes, querida amiga.

Isabel Barceló Chico dijo...

Hola belinda l. black, sin duda es un autor que goza de mucha consideración. Besitos.

Hola susana, a través de este libro que, como dices, se articula a modo de diario, como si el autor estuviese haciendo un viaje con unas amigas, creo que se puede conseguir una idea bastante aproximada de la vida que llevaban en el s. XIX las personas de cierto nivel social, con las que se relacionaban, como es lógico, los extranjeros que tenían recursos económicos (y coraje) para viajar. Es rico en noticias. Besos, querida amiga.

Isabel Barceló Chico dijo...

Hola isra, creo que el Gesù es una de las iglesias más famosas de Roma, aunque la iglesia madre de los jesuítas es "San Ignacio", que está en una plaza absolutamente barroca. Impresionantes ambas. Besitos.

Hola pilar m. clares, creo que nos hemos cruzado viendo nuestros respectivos blogs. Me encanta leer lo que otros escriben de Roma. Besitos, guapa.

Juan Duque Oliva dijo...

Jajajaja. Muy bueno

Besos

Trenzas dijo...

Recuerdo haber llorado ante una talla en el Museo Nnal de Escultura de Valladolid. Fue un momento extraño; la talla, de Siloé, estaba al final de un tramo de escaleras; encima, un ventanal; la luz entraba a chorros, rebotaba en la pared de enfrente y volvía a la talla iluminando a la Sagrada Familia de una forma tan especial que no sé que me pasó; el caso es que me eché a llorar como una boba
:)
Excelente fragmento éste y precioso el relato anterior, más allá de la anécdota histórica.
Un abrazo enorme, mujer romana y querida amiga

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Llego tarde, y me perdonarás. Mis agobios me persiguen. Hoy, al menos, estoy algo mas tranquilo, tengo menos agobio y los casos mas complicados medio los tengo encauzados.

Gracias por tu comentario, querida patricia de Roma!

UN BESO.

Anónimo dijo...

¿Es posible que provenga de ahí la frase"hace un viento de mil demonios"? Standal no es desde luego de mis autores preferidos.

Me imagino que habrás leido Monsignore de Jack-Alain Leger una obra que puede ser real.

Al comienzo pone una frase de Ch. baudelaire. "Dios es un escándalo...pero un escándalo rentable".

Besos de Carolina

cieloazzul dijo...

Leer tus historias siempre es un agasajo amiga mía...
te admiro!
besos y besos!!!:)

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

¿Conclusión, el diablo se quedó dentro de la iglesia? :-)

Sthendal me encanta. No he leído el que mencionas pero si es de él seguro que merece mucho la pena.


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Saludos, Goathe.

Anónimo dijo...

qué buena entrada, Isabel. Elegante, impecable.

Buen finde, guapa. Nos vemos

Pedro M. Martínez dijo...

Me encanta esta iglesia.
Las pinturas del techo son muy bellas.
Y me gusta su luz.

En la puerta siempre hay dos personas pidiendo limosna.

Leodegundia dijo...

Nunca la había escuchado, :-) ahora me dejas pensando que podrá hacer el diablo allí dentro, ¿o será mejor no preguntar?.
Buen fin de semana.

Anónimo dijo...

Bonito relato. Y me pregunto, ¿qué iría a hacer un diablo en casa de un cura? ;) Besos.

without dijo...

El viento aún ronda sus calles a la espera de una humeda noche donde se produzca el reencuentro.

Besos

Víctor González dijo...

Las órdenes se montan para que aquel que entra, ya no salga nunca más, sea el que fuere.
Beso creativo.

Fernando Valls dijo...

Me sumo a los elogios de Antonio Serrano y comparto la pasión por Roma.
Saludos

I. Robledo dijo...

Amiga, desconocia esta historia vinculada con la iglesia de los jesuitas, que por cierta es atronadoramente bella...

Un abrazo, Isabel