Mi ama me había prevenido, según dice, pero el sol calentaba de manera tan agradable en el jardincillo de casa, que yo no había conseguido mantener los ojos abiertos y menos aún los oídos. Mi lomo, mis patas, mi rabito estaban tan deliciosamente relajados, que era imposible que pudiera prestar atención a sus palabras. De hecho, creo que su voz contribuyó, y mucho, a ese estado de beatífico bienestar. Recuerdo haber suspirado profundamente varias veces y, ¡caramba! ella debió darse cuenta de que una gata en esas condiciones no estaba en situación de atender ni de razonar.
Así que ¡menudo susto me he llevado esta madrugada! Dormía felizmente a los pies del lecho de mi ama, cuando me ha despertado una patada en el espinazo y un grito de la esclava Ruda. Ella ha fingido un traspié por haber tropezado conmigo y ha dicho cosas muy desagradables de mí, pero yo sé que lo ha hecho a propósito. Y que Jano me perdone, pero mi intención de año nuevo de tener buenos sentimientos hacia Ruda hace semanas que se desvaneció.
A toda prisa se ha levantado mi ama y, al verme con el lomo erizado y dispuesta al ataque, ha tratado de calmar mi inquietud.
- No es nada, no te alteres. ¿No recuerdas que te lo expliqué ayer? Debemos levantarnos para la ceremonia de los lemures. Ahora vamos a salir al peristilo –. Me ha levantado del suelo y estrechado contra su pecho, pero sólo un poquito, porque ya ha aprendido a no estrujarme.
Todos los habitantes de la casa estábamos reunidos allí, en silencio, entre los arbustos, cuando he visto llegar al amo. Iba descalzo y vestía una túnica corta. Y lo más llamativo para mí es que hacía un gesto muy grosero con la mano, y nadie se extrañaba. Se ha acercado a la fuentecilla que hay en el centro y se ha lavado las manos. No se oía ni una palabra y, salvo yo, ninguno debía ver mucho, porque era completamente de noche. Un esclavo se ha colocado a su lado llevando en las manos un cuenco lleno de habas negras. Y ambos se han dirigido al interior de la casa.
Yo no entendía tanto misterio y he maullado un poco, levantando la cabeza hacia la de mi ama.
- Chissssss – me ha dicho ella. Y entonces he oído al amo decir en voz bastante alta:
- “Tiro estas habas y por ellas me rescato a mí y a los míos” –. Lo ha repetido varias veces en distintos lugares de la casa, porque nosotros no nos movíamos del sitio, pero su voz venía de diferentes partes.
- Es un rito para alejar de nosotros a los espíritus de nuestros antepasados muertos que pudieran hacernos daño, los lemures. – me ha susurrado mi ama –. Ellos van recogiendo las habas que mi padre arroja hacia atrás, sin volverse, y así se marcharán y no nos causarán ningún trastorno.
En ese momento, el amo se ha dejado ver de nuevo, ha vuelto a lavarse las manos en la fuente y luego ha cogido un mortero de bronce y la maza que le ofrecía un esclavo. Los ha levantado, y ha empezado a golpear el mortero con la maza. Me ha dado un escalofrío, porque el sonido me parecía muy fúnebre.
- “¡Manes de mis antepasados, salid de aquí!” – decía cada vez que golpeaba el mortero. Y cuando ha terminado de hacerlo nueve veces, ha mirado por encima de su hombro y ha verificado que los lemures, que debían haberlo seguido a sus espaldas durante toda la ceremonia, habían desaparecido.
- Podemos ir de nuevo a dormir – me ha dicho entonces mi ama. – Ahora estamos protegidos de los malos espíritus…
Ella se ha dormido en un instante, pero a mí me ha costado mucho conciliar el sueño. Saber que he podido tener cerca espíritus malignos sin enterarme no me hace mucha gracia, aunque en todo este tiempo yo no había intuido ningún peligro. Pero debe ser cierto, porque esta mañana he buscado con mucha atención las habas y no he hallado ni una…
NOTA: La fiesta de las Lemuria se celebraban los días 9, 11 y 13 de mayo. La ceremonia que he descrito era el rito para ahuyentar a esos espíritus de los muertos, los lemures, y la realizaba el cabeza de familia a media noche. Nueve veces arrojaba las habas por encima de su hombro, sin volverse, recorriendo la casa y pronunciando la fórmula descrita. Se suponía que las sombras iban detrás de él recogiendo las habas. Y luego terminaba golpeando otras nueve veces un objeto de bronce y pronunciando la fórmula también recogida en este texto. Conocemos esta ceremonia por Ovidio, pero nada se dice de los habitantes de la casa. Yo he supuesto que se levantarían y quedarían agrupados en un lugar mientras se desarrollaba el rito, de modo que esa parte es invención mía.
Gracias a mis amigos gatitos que han servido de modelo:
*Fotografía de un gato proporcionada por Antiqva
** Miss Lizzie Crabb, la gatita de Alyxandria fotografiada por ella misma
***Karo, el gato de Krisih y Jacarma> fotografiada por ellos.
53 comentarios:
Si es que los gatos son mágicos. A mí me fascinan. Me gustó mucho la descripción del ritual.
Un beso Isabel.
Bueno, vade retro, te me has adelantado. Quería deciros que he adelantado un poco este post, porque tengo unos días un poco complicados y no quería faltar a mi cita con vosotros. Os pido una vez más disculpas por no responderos en mi blog, os visitaré a todos cuanto antes. Un beso enorme a todos.
Los ritos, todos, tienen un sentido muy importante.. hacen que los días no sean iguales... como dice el zorro en 'El Principito' ;)
Me encantan las 'crónicas felinas' que nos regalas... es tan interesante cambiar la perspectiva ;) Renueva nuestra visión de las cosas ;)
un abrazo inmeeeenso!!
Coincido con Isis de la noche en la importancia de los ritos, y desde luego, ver esta tradición desde los ojos felinos, desde tal perspectiva es una belleza.
Me ha encantado la sorpresa del gatito, extrañado ante las actitudes. Si han desparecido las habas y los espíritus malignos se han ido satisfechos, ello es un motivo de alegría y tranquilidad.
Felicidades a los gatitos modelos.
Delicioso el ritual, así como la entrada.
Muchos besos, querida Isabel.
Me encantan estas historias gatunas. Y muy bien resuelto el final, con las habas desaparecidas.
¿Quién sabe?, quizá los lemures existan. Quizá todos debamos hacer algún gesto grosero a los malos espíritus y darles habas negras. Uno costumbres romanas y dichos gallegos y me acuerdo de ese famoso "Non credo en las meigas, pero..."
Llevaba un tiempo sin leerte y me voy a poner al día.
No sufras por no poder contestar, mujer, que esto del blog no nos estrese más de lo que ya estamos, no vaya a ser que los malos espíritus nos pillen débiles :-)
Besos.
Que cosa curiosa, madame. Nunca habia oido hablar de esa ceremonia tan misteriosa celebrada a medianoche, la hora magica.
Fascinante descubrimiento, y que bien posan sus gatitos!
Buenas noches, madame. Mas o menos puede considerarse que en esa hora magica estamos ahora.
Bisous
Acabo de llegar de vacaciones Isabel, yo y los 12 bartulos a cuestas, 13 si contamos marido (¿quien dijo que saben hacer equipaje???) y veo que la niña esta otra vez on line. Esta chica es internacionalmente famosa y participa de rituales magicos.
Los modelos felinos divinos!!!!
y el relato magnifico amiga mia, como siempre!!!
mil besos!!
Precioso y misterioso relato. Da gusto tener como narradora a una gata que lo cuenta tan bien como lo hace.
Besos.
Kato está aprendiendo muchos rituales gracias a ti Isabel y está encantadísimo de servirte de modelo.
Besitos de tu amiga krisish y un mordisquito katuno.
Los romanos eran un pueblo muy religioso.
Los gatos...fascinantes...!
Un abrazo.
Isabel, como siempre, has sabido recrear esta festividad... ¡de maravilla! y además desde los ojos de una gatita muy curiosa.
Un beso.
Soledad.
Y yo que creía que los lemures eran tan sólo unos monos exóticos... ¡Gracias, de nuevo, Isabel, por difundir esos interesantes ritos, ya olvidados! O no tanto... ¿Tendrá algo que ver esa tradición con la del "puñao" (revuelto de habas y frutos secos) con que se ameizan muchas de las fiestas de mayo en La Mancha y en tantas otras zonas de España?
¡Saludos!
Pues no me vendría mal algo así para alejar a los malos espíritus. Qué prácticos eran los romanos!
Muy interesante la ceremonia y el modo que has escogido para presentarla. Parece como si a la gata le incordiaran mucho más ciertos espíritus vivos, jaja.
Un abrazo
He comprobado mi querida amiga,que el poder que ejercen los felinos contra las ondas negativas es màs que efectivo!!!
P.D.:A veces a nosotros,los somples mortales no nos alcanza con la fe y siempre es necesario tener a uno de estos preciosìsimos mininos como los que ilustran tan delicadamente tu post querida ISABEL...
Ya sabes que AMO a los felinos en todas sus formas y versiones,por eso en esta oportunidad tambièn he quedado hipnotizada... =)
BESITOS DE CARIÑO AMIGA ♣
Me pregunto por qué todos esos ritos paganos no han llegado hasta nosotros. La religión católica supongo que acabó con ellos, no?
Es un placer conocer estas cosas :D
Un besito
Lala
Es una maravilla tu descripción de las costumbres y el ceremonial...Un lujo como siempre querida Isabel
Son encantadoras estas tus crónicas felinas. Le dan un toque real y divertido al mismo tiempo.
Saludos
Señora:
Me ha encantado cómo habéis contado esta costumbre. Me harecordado a "Cecil", unanovela en la que MAnuel Mujica Láìnez cuenta lahistoria de su casa y de su familia. Y el que habla es un lebrel que el tenía.
Magnífico
Además, amo a los gatos
Os recomiendo este fotolog de mi hermana, absolutamente dedicado a los gatos ( a los de ella) y a todos. Es http://fotolog.com/mateoni
Os saluda:
Doña Guomar de Ulloa
A estas alturas mi amor por los felinos no es ningún misterio para tí y constato que somos tod@s un@s incondicionales... es más estoy convencida que son los gatos los protectores, los Egipcios sabían de ello...
Este relato en boca de esta hermosa gata es fascinante e instructivo, ignoraba estos ritos...
Por cierto, el día que pille a Ruda... Grrr!
Besitos para tí y caricias, muchas para estos adorables felinos..
Buen post : ) Me han enamorado esos micifús, por cierto ^.^
Besos, amiga
Por cierto, me ha dado un poco de rabias lo del premio porque es para blogs dedicados a la política...y me ha fastidiado no premiar a blogs no dedicados al tema, como el tuyo : (
Gata y gato -madre e hija-, negras como la noche de ojos verdes. Nos enamoramos gata y yo; gato, no me quedó más remedio que quedármela y, la verdad, no la quería... pero, al final, los tres retozábamos en la habitación y se metían por dentro de las sábanas cuando las noches eran fría: miau, miau, marramamiau.
Besos gatunos, Isa.
No conocía la ceremonia y me ha encantado como lo describes. La utilización del gato para introducirnos en el mundo de los espíritus romanos, en la familia, en la cotidianeidad una vez más.
Besos y un miau
Una hermosa forma de contar esta historia. Abrazos.
Hoy me ha gustado especialmente ya que yo vivo con dos gatos .
Gracias por explicarnos asi la "fiesta de las lemurias".
saludos
Ay, amiga, que guapetones quedaron los gatos... Ja,ja,ja...
¡Que historias mas sugerentes nos acercas siempre con tus palabras!
Un abrazo, Isabel
Una genialidad tras otra, al rescate de tradiciones y memorias.
Salud, amiga!
No sé si la ceremonia se realizaría exactamente así, pero desde luego le has dado un gran verismo y es verosímil que todos los habitantes de la casa asistiesen.
Un beso!!
Querida Isabel, ¿ya te he dicho que me encanta esta gatita?
Un beso
Me ha encantado la forma tan original de narrar esta ceremonia religiosa romana: un gatito mono y suave, tierno, que ve todo con ojos de niño. Una delicia!
Es curiosa la ceremonia que cuentas; me hace recordar al día de Todos los Santos. Los romanos sé que apreciaban muy mucho a los antepasados, a los que mantenían vivos a través de su recuerdo. Pero sí temían a los espiritus, como he podido comprobar, al menos los malos espíritus.
Un abrazo
Me gustan mucho estos relatos, con los pensamientos del gato, sus sentimientos reflejando su atenta mirada.
Y la ambientación excelente.
Besos.
Qué bien te explicas, da gusto. Las fotos magníficas
Estos textos, con su cuota de historia y fantasía, que tan bien imagina amiga, ¡¡son fantásticos!!,
Encantador el pensamiento del felino al no haber encontrado las habas a la mañana siguiente!!!
Saludos!!
Accedo a tu blog desde Sublimaciones. En la tercera entrada al mio,
http://callejadelahoguera.blogspot.com podrás encontrar el programa emitido este fin de semana por la emisora de televisión española "Cuatro", el programa de Iker Jiménez, "Cuarto Milenio", relativo al best-seller y a la película Ángeles y Demonios. Podrás comprobar cómo se destapa la realidad de un vaticano ocupado actualmente por ciertas capas ocultas de la masonería y, por otro lado, el enfrentamiento entre Iglesia y Ciencia. Espeluznante.
Un saludo,
Un texto muy gracioso y a la vez instructivo.
Besos
Saludos Isabel.
Sigo visitándote puntualmente aunque no declare mi presencia, debido a que tengo mucho trabajo.
No obstante, procuro no privarme del placer de tus escritos.
Y siguen siendo siempre un placer
Gracias
Amiga Isabel Barceló, Isabel Romana,
Muy tierna y muy real esa explicación de la gatita a propósito de los lemures. También esa rigidez, muy romana, del “pater familias” en función de sacerdote, sin saltarse ningún paso del ritual.
Con esas descripciones, reencarnada en gatita, a veces pareces otro Ovidio dándole vida a todo ser viviente.
Hasta los animalitos, esos mismos que nuestra común amiga, Soledad, ha recolocado ahora en su “locus amoenus”, cobran vida con tus relatos.
En otro orden de cosas, muchas gracias por tu meditado comentario sobre mi MIRRA IV: tú marcas una línea de comportamiento apolíneo, te opones a la locura de lo báquico, al desenfreno. No es que yo apruebe, ni de lejos, los amores de MIRRA, pero continúo pensando que eres excesivamente severa con ella. A lo mejor no era ella la culpable, sino que era la víctima de una insensatez y ceguera que le habían impuesto los dioses. ¡Malditos dioses ésos!
A lo mejor fue alguno de esos lemures que se trasladó a Arabia y le hizo la puñeta a Mirra.
Un beso y un abrazo,
Antonio
Un beso y un abrazo,
Antonio
...interesante relato de ovidio , los lemures han quedado con el un poc al descubierto.seguro que tu gatita estara algo mas tranquila pues las han recogido todas la habas negras...tuyo siempre jose ramon.
Y ¿Quién puede olvidar la fiesta de las Lemuria, después de este precioso relato?
Tus lecciones son maravillosas, y mientras nos ambientás, las caritas de Miss Lizzie Crabb y Karo hacen "vivos" a los personajes!
Bellas letras, bellos modelos gatunos y como siempre, un placer compartir estos momentos con Vos!
Un Abrazo Inmenso Isabel!!!
Amo los gatos, son fascinantes y me podría pasar días observándolos, eres única relatando historias así de bonitas y con unas fotos tan maravillosas. No se puede pedir más!
Ciertamente inquietante para la gata... y para mí ;) Besos.
Tu gata mantiene el nivel al que nos tiene acostumbrados,con ella aprendemos detalles de la vida cotidiana en la Roma clásica que no son fáciles de encontrar en los libros.
Muy bonito.
Besotes.
Uy, llego un pelín tarde (por un día) para la fiesta de la Lemuria pero para compensarlo en su honor procuraré hacer hoy unas fabes. Mmmmm ya me parece estar oliéndolas, me estoy relamiendo como un gato.
Siempre es un placer aprender contigo.
En más de una ocasión nos haría falta un ritual así para alejar los fantamas del pasado.
Muchas gracias por tu apoyo virtual, no sería lo mismo sin ti. Un abrazo.
Me encanta tu gatito 'reportero', Isabel, que desde la antigua Roma nos tiene al tanto de las costumbres de la vida romana...es casi humano!
Tus descripciones tan acertadas y a veces picaras nos atrapan hasta la ultima palabra de tu relato!
Feliz fin de semana querida amiga!
Me encantó esta historia con esos michis adorables como protagonistas!
un beso
¿y cuando habrá perritos eh?
Abrazos...
Querida Isabel,
Si mi madre y mi hermana leen esta entrada de inmediato se buscan sus habitas para hacer el mismo ritual. Esas dos mujeres vivien haciendo de todo para alejar las malas vibras, jejeje.
Ahora con el comentario de Clarice, me llama mucho la atención la presencia de los gatos de manera frecuente en tus entradas. :)
Besos,
Ro
Qué maravilla leer esto. En esta casa amamos a los gatos. Voy a traer a mis hijos a leer a estos dos felinos. Los nuestros -son pareja- se llaman Tazmi y Blumy. Viven el eterno juego de la seducción, ella una arisca total, no me los imagino en una charla profunda. :-)
Me encanta cuando el momento en que te leo es el idóneo.... sabes??, a veces te leo y te dejo por que no me transportas, y se que eso solo significa que no es el momento, y de aparco, y vuelvo cuando creo que TE SABRÉ LEER....
Hoy me has transportado de nuevo a mil situaciones, a mil momentos... a diferentes viajes con instantes similares...
Si, me gusta buscarte y abandonarte hasta que me subo a la estela de tus palabras y las puedo ver... :)
Miro a veces el fondo de los ojos de un gato. El animal domesticado ha adquirido al precio de su ingenuidad elemental la facultad de dirigirnos esa mirada, a nosotros que no somos ya animales. La mirada iluminada de ese gato al contacto con la mía me pregunta: ¿te interesas en mi? ¿es que existo para ti? ¿es que existo?
*Terapia Gestalt, la vía del vacío fértil: Martin Buber: Yo y tú.
Mira esta entrada, es sobre un gato, espero te guste: http://lafulerita.blogspot.com/2009/05/mis-gatitos.html?showComment=1243722541903#c3978518534958313352
Hola Isabel, un gusto saludarte y decir que siempre he tenido gatos, y son algo muy especial.
Me he enterado que cuando tienen tres colores son siempre gatas.
Felicidades por tu espacio me ha encantado.
Un abrazo Isthar
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