domingo, febrero 28, 2010

LA FAMA NO VALE TANTO


¿Cómo explico “que los vivos no tengan fama
y pocos lectores amen su propio tiempo”?
Es ya costumbre tradicional de la envidia, Régulo:
preferir siempre los antiguos a los actuales.
Preguntamos por la sombría columnata de Pompeyo.
Los viejos suspiran por sus templos ruinosos.
Lees a Ennio, ¡Oh Roma! Y ahí anda vivo el Virgilio;
sus contemporáneos se rieron de Homero;
pocas veces los teatros aplaudieron a Menandro;
a Ovidio solamente lo conoció su Corina.
Sin embargo, no tengáis prisa, mis libritos:
si la fama viene con la muerte, no me apresuro.

MARCIAL.- “Epigramas”
Traducción: Ernesto Cardenal.


NOTA: Marco Valerio Marcial nació el 1 de marzo del año 38 ó el 41 d.C. en la ciudad de Bílbilis Augusta, a unos 12 km. de la actual Calatayud (España). Ha hecho felices a muchas generaciones con sus descarados y a veces procaces “Epigramas”.
* y ** detalles de relieve en la Plaza del Popolo. Roma.

47 comentarios:

La Dame Masquée dijo...

Pues que razon tenia Marcial, madame. Uno no se convierte en un clasico venerado hasta que se muere, y en vida debe competir con todos los siglos pasados. Pero me encanta ese ultimo verso.

Buenas noches

Bisous

Elena Casero dijo...

Muy apropiado el comentario.
Parece, muchas veces, que el tiempo no pasa.

Un abrazo

Xibeliuss dijo...

¡He aquí la razón por la que Marcial es uno de mis favoritos!
Un abrazo, Isabel.

V dijo...

Me has recordado algo que leí por ahí hace tiempo, no sé si es de un autor famoso o no, pero bueno. Decía el asunto: el día que estés muerto, sabrás cuánto te quieren.

Yo creo que le va al pelo, no? :)

Muchos besos, Isabel.

Dilaida dijo...

Es propio del ser humano valorar más lo que ya no está.
Bicos

Olga Bernad dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ybris dijo...

Cualquier tiempo pasado fue mejor, decía el poeta.
Hasta nos lo creemos con el mito del pecado original.
Quizás sea el momento de buscar el ideal en el futuro.

Besos.

 Mayte dijo...

La fama es efímera...y me pregunto de qué sirve. Lo escrito, se quedará siempre conocido o no, como testigo de nuestra alma y el tiempo transcurrido en ésta vida.

Bikiños Isabel y bonito lunes! ;)

Anónimo dijo...

Gloria mundi

Besitos

I. Robledo dijo...

Me encantó eso de que en su tiempo, las gentes se reian de Homero... Gran verdad...

Je,je,je

Un abrazo, amiga

Natàlia Tàrraco dijo...

"Prefiero que la gente pregunte por qué no hay una estatua mía, y no que pregunte por qué la hay"
agudo también Catón.

El de Calatayud prefiere vivir anónimmo que alcanzar la fama muerto, entonces ni se enterará.
Otro de tus lúcidas y hermosas entradas, Isabel Romana, para ir meditando que nunca sobra, a partir de este lunes calendas de Marzo, ayyy, se acercan las idus, César, cuando tu fama se convertirá en elogio fúnebre, ayy.
Besito

Isabel Martínez Barquero dijo...

Feas costumbres de la envidia. No reconocer el genio porque es cercano y contemporáneo a uno, sólo expresa cortedad de mente.
Fantástico el epigrama de Marcial. Para degustarlo de vez en cuando y sonreírse.
Como siempre, ha disfrutado en esta casa. Gracias, tocaya.

María Antonia Moreno dijo...

En estos tiempos que corren en el que la prisa por llegar (no se sabe bien adonde) cómo calma la serenidad de Marcial ante la fama

Un beso, Isabel

Gonzalo Villar Bordones dijo...

abrazos sin fama, desde una tierra que aún tiembla.

José Luis López Recio dijo...

Muy bueno y muy cierto lo que dice el autor. Queda reflejado ese sentimiento de perdurar en la historia que tenía el individuo de Roma.
Un abrazo.

Ccasconm dijo...

Obsesión del mundo clásico y que heredamos en el actual: la fama, una fama que , como bien decía Marcial, lllegaba entonces con la muerte y que portanto no podíamos disfrutar. Ahora las cosas son diferentes. Cualquier mamarracho adquiere más fama que los verdaderos intelectuales. Malas cosas las que ocurren en estos tiempos (frase que siempre se ha utilizado también, auqnue parece que solamente es actual)

Un besito

Cayetano dijo...

Tú los has dicho por boca de Marcial, la envidia. Mientras estamos vivos podemos hacer sombra a los demás, cuando morimos ya somos historia. Y viene el reconocimiento a título póstumo. Ya no somos competencia viva para nadie.
Qué poco hemos cambiado. Somos todavía romanos.
Un saludo

Fuensanta Niñirola dijo...

Exacto; no tengamos prisa, que la fama llegará cuando tenga que llegar. Y si hemos de morir, mejor en el anonimato, jajaja! pero a nuestra hora, ni un minuto antes.
Qué preciosidad de imagen alada.

fgiucich dijo...

El genio de Marcial para deleite nuestro. Abrazos.

Sara Royo dijo...

Tengo q estar de acuerdo con Marcial. La fama no vale tanto. De hecho, penso q no vale nada.
Un beso.

almena dijo...

Es genial el ingenio y la agudeza de Marcial.
Sí, que la fama llegue a tiempo y si ha de llegar después... que espere, que no se tome prisa...

Un abrazo, Isabel

GABU dijo...

Siempre me resultò màs que paradòjico que la fama casi siempre fuera de la mano de la muerte...

P.D.:Serà parte del morbo humano??

MILES DE BESOTAZOS AMIGA ♣

La candorosa dijo...

La muerte suele teñir de "respetuosas" las obras de aquellos que en vida fueron denostados!!!

Abrazos!!

Lala dijo...

Es cierto!
Parece que todo se revaloriza después de los años, o los siglos!
Qué conservadores somos.
O qué atraso llevan nuestros ojos!
:D


Un beso


Lala

Alyxandria Faderland dijo...

Bueno, a algunos nos gustaria al menos no se si la fama, pero gozar de algun beneficio de nuestros escritos.
Al menos por aqui, yo voy preguntando en todas las librerias por tu libro, y rompiendo la paciencia, a ver si asi se apiolan. La verdad es que hace meses no editan nada nuevo y son un aburrimiento no hay libro que valga la pena.....

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

Tendríamos que descubrir si es que los tiempos se nos hacen circulares o que desde Roma no hemos avanzado un ápice en ciertos asuntos. ¿Verdad?

Me encuentro bien, Isabel. Mejorando y un poco asustado por recaer. En los próximos días me darán los resultados de los análisis. Gracias.

Un abrazo.

Eastriver dijo...

Tus entradas son una caricia de los años y de los siglos. Bello poema para un bello blog.

Susana Peiró dijo...

Es ley y tal parece que una ley bien antigua a juzgar por las palabras de Marcial.

Jajajajajajajá! Es encantador, y por supuesto ¿Cómo no estar de acuerdo con él? La fama no vale tanto y menos, la efímera de nuestros tiempos!

Abrazote Querida Isa!

El Drac dijo...

Es lo que le decía a mi amiga que escribe también, pero que está buscando notoriedad a toda costa. "No te apresures los grandes generalmente siempre han sido póstumos". UN gran abrazo

mariajesusparadela dijo...

Sí, yo también creo que si para ser famoso hay que morir, prefiero que la fama espere .

Charles de Batz dijo...

Del epigrama deduzco que hablar del hambre de fama en estos tiempos es lo mismo que hacerlo en otros cualquiera. Y eso que abruma el ansia que emana de ella cada vez que encendemos la televisión, escuchamos la radio o, en general, nos abrimos al mundo exterior.

"a Ovidio solamente lo conoció su Corina"

Me quedo con esta frase, que al fin y al cabo es lo que nos importa.

Salud

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amiga Isabel,

Buen epigrama de Marcial, que nos recuerda que la vida es superior a todo.

Aquí dejo el texto Latino, por si a alguien le interesa. Se puede consultar aquí, con algunas modificaciones de grafía, la substitución de v por u.

'Esse quid hoc dicam, uiuis quod fama negatur
et sua quod rarus tempora lector amat?'
Hi sunt inuidiae nimirum, Regule, mores,
praeferat antiquos semper ut illa nouis.
Sic ueterem ingrati Pompei quaerimus umbram,
sic laudant Catuli uilia templa senes;
Ennius est lectus saluo tibi, Roma, Marone,
et sua riserunt saecula Maeoniden.
Rara coronato plausere theatra Menandro,
norat Nasonem sola Corinna suum.
Vos tamen o nostri ne festinate libelli:
Si post fata uenit gloria, non propero.

(Martialis, Epigrammaton liber V, X)

Discrepo de la traducción de Ernesto Cardenal:

Donde dice (verso 6):
Los viejos suspiran por sus templos ruinosos.

Debería decir:
Los viejos alaban el templo ruinoso de Cátulo.

(Se refiere a Q. Lutacio Cátulo, cónsul del 78 aC. que reconstruyó de forma mediocre el templo de Júpiter Capitolino, que había sido destruido por el fuego el 84 aC.).

Por otra parte, Marcial utiliza el plural templa, pero es un plural poético: no se refiere a los templos, sino al templo.


Te dejo un beso cariñoso, amiga Isabel,
Antonio

elena clásica dijo...

Querida escritora y amiga:

Un texto tan irónico, y tan lleno de descarnada verdad que conmueve por su autenticidad, no se apresuró Marcial en querer conseguir la Fama, e intuyó la realidad del reconocimiento tras la muerte, bien valía no tomarse demasiada prisa, pues.

Sus libritos tan procaces y atrevidos nos han fascinado durante siglos por su inteligencia y claridad de pensamiento aunados al sentido del humor.

Muy bonito recordatorio de un nacimiento.
Besazos, querida.

francesc dijo...

Miles de años de historia para llegar a las mismas conclusiones, en el fondo creo que no hemos cambiado tanto.
El otro dia, por casualidad me fije en las sandalias de una estatua de Esculapio que se encuentra Empurias, y la verdad me parecio igual e incluso mejor que muchas de las actuales.
Un abrazo,Isabel

Marci dijo...

Envidia y fama... vaya dos palabras!que de complicaciones llevan implícitas!

Isabel, te agradezco de corazón que hayas pasado a visitarme. está todo bien, sólo estoy liada con unos exámenes que, de momento, ya han acabado.
Un abrazo:
Martina

Leodegundia dijo...

Muchos buscan la fama y son capaces de hacer cualquier cosa por conseguirla, pero son pocos los que obtienen esa fama merecidamente por haber hecho cosas interesantes que perdurarán después de su muerte.
Un abrazo

Mamen Alegre dijo...

Competir con alguien que ha muerto suele estar mal visto...

Genial Isabel.

Besos

Crucify it dijo...

Ya que tenemos que morir, hagamos lo posible para no morir demasiado pronto, ni tampoco para hacerlo demasiado. En ese consiste, en buena medida, la brega literaria, ese afán asesino por salir en los papeles cuantas más veces mejor, y a costa de quién sea, y de lo que sea. Lo peor es que ni siquiera eso garantiza la eternidad, que sólo alcanzan quienes son lo suficientemente sabios para hablar no para los hombres del pasado, del presente o del futuro, sino sólo para aquellos que saben escuchar. Por lo demás, he llegado a la conclusión de que la estimación pública, aún con ser importante, no es tan fundamental en la vida como pueda serlo la capacidad para mirarse a los ojos y decirse en voz alta: "he hecho lo que debía".
Hay que saber esperar. Y hacerlo siempre con templanza. Y sobre todo, ser conscientes de nuestro propio valor.

Deybi dijo...

Esto me causa mucha gracia. En mi país siempre se tiende a recordar el que ha muerto como la mejor persona, aún fuese un maldito miserable digno de muerte.

Anónimo dijo...

La fama sigue siendo la sombra del árbol que perece y las que muchos se quieren cobijar.

Olga Bernad dijo...

Marcial, ese bilbilitano de pro, tenía más razón que un santo;-) Me ha encantado leerlo, Isabel, a veces olvidamos que las mejores reflexiones ya están hechas. Viene bien que alguien, como haces tú, sepa señalárnoslas. Gracias también por tu aviso de la reseña en el cultural del mundo, te aseguro que de no ser por ti ni me entero, tan enfrascada estoy en mis asuntos.
Un beso, Romana. Ave;-)

pepa mas gisbert dijo...

Parafraseando a obelix diré: CUANTA RAZÓN TIENEN ESOS ROMANOS.

Un abrazo

Clarice Baricco dijo...

Siempre he pensado que los honores deberían ser en vida, obvio, para quien lo merezca. Pero tanta gente valiosa que pasa sin honor y gloria.

Besos amiga.

Librería de Mujeres Canarias dijo...

Excelente epigrama. ¿Por qué será que los clásicos siempre están vigentes?
Un beso,

HLO dijo...

La fama sigue siendo necrófila. Y la envidia (pasaron los ludi circenses, pasarán los toros y el fútbol), el entretenimiento preferido.

mia dijo...

He debido perder por completo el sentido del tiempo, pero siempre, siempre estoy aquí :)

Melba Reyes A. dijo...


Pareciera escrito en estos días.

Salud♥s, y gracias por la belleza de tu blog.