Con sus manos gordezuelas acarician la cabeza de la loba. No tienen miedo. Para algunos podrá ser una fiera: para ellos es la madre nutricia. Por muy cerca que miremos o por muy lejos que nos remontemos en el tiempo, en los orígenes siempre encontramos una presencia femenina.
QUERIDOS AMIGOS, gracias a quienes me acompañáteis en la conferencia "Tras las huellas de Remo y Rómulo. La leyenda de Roma y sus vestigios en la ciudad actual" el pasado miércoles, en el Museo L'Iber de Valencia. Os pongo aquí algunas fotografías.
* Fuente en la plaza del Campidoglio, Roma. Foto: Isabel Barceló
** Las fotos de la conferencia son de Pilar Valls y de Rafa Lillo.
14 comentarios:
Enhorabuena. Por las fotos se nota que todo salió bien. Te veo además muy bien acompañada, lo cual es siempre de agradecer.
Un abrazo.
Enhorabuena, Isabel. Por la conferencia y por esa constancia en dar a conocer nuestra raíz más honda.
Un fuerte abrazo.
Mi más afectuosa y entusiasta enhorabuena, Isabel. Ojalá pueda serme posible asistir a una conerencia tuya. ¿Tienes previsto venir por Sevilla? ni loca me lo perdería...
No cabe ni un alfiler, un éxito redondo. Felicidades.
Besos.
Enhorabuena, por las fotos se ve que todo fue viento en popa, como no puede ser de otra manera... Ya se que me repito, pero espero que alguna vez nos toque en suerte que seas llamada a estas tierras del norte...
Lo dicho, felicidades y adelante, siempre adelante, amiga.
Seguro que fue muy interesante, Isabel.
Vale.
Querida Isabel:
Qué alegría verte de nuevo en otra interesantísima conferencia, aunque sea en modo virtual. Qué orgullo tener tan cerca el dato de la difusión de la cultura romana a través de tus conocimientos.
"Tras las huellas de Remo y Rómulo. La leyenda de Roma y sus vestigios en la ciudad actual" ha sido, con toda seguridad una auténtica maravilla, no hay más que leer el breve fragmento que nos regalas. "Por muy lejos que nos remontemos en el tiempo, en los orígenes siempre encontramos una presencia femenina".
Y, por supuesto, que la imagen de Rómulo y Remo amamantados por la loba se ha convertido en un arquetipo, nutricio para algunos , inquietante para otros que quieren destruirlo, como si los grandes símbolos, patrones de conducta del ser humano se dejaran destruir.
Brava una vez más y que privilegio tenerte cerca.
Un gran abrazo, querida Isabel.
Felicidades
Gracias, Cayetano Gea, hubo muy buen ambiente, mucha atención y creo que, en general, todos lo pasamos bien. Besazos.
Gracias, Paz. ¡Cuánto me hubiera gustado tenerte cerca! Creo que habrías disfrutado. Besazos.
Hola, Mari carmen garcía franconetti, yo voy encantada allí donde me invitan. Si alguna vez se diera esa circunstancia en Sevilla, ¡espero contar contigo! Un abrazo muy fuerte.
Gracias, Charles de Batz, no me da miedo el frío del norte ni el calor del sur. Me gustaría mucho llevar estas conferencias a otros lugares de España, donde haya gente con interés por escucharlas, jóvenes que luego irán en sus viajes de estudio a Roma y quizá lo hagan desprovistos de aquello que hace más fascinante el viaje, que es saber de cosas ocurridas allí, episodios que nos conmueven y nos enseñan. Por mi parte, siempre tengo la maleta lista... Besazos, querido amigo.
Hola Dhyego, el público disfrutó mucho, según me dijeron luego efusivamente. Las viejas historias - en las que aún podemos reconocer muchas cosas nuestras - siempre fascinan. Besazos.
Querida Helena Clásica, si una cosa no hemos perdido en esta sociedad global es el gusto por escuchar historias, historias que nos atañen, que tienen que ver con nosotros mismos. Los aedos recitaban sus historias en los grandes palacios y las plazas de las ciudades a un público que estaba deseoso de saber quienes eran ellos mismos, cuáles eran las hazañas y los sufrimientos de sus héroes, porque se sentían y se sabían partícipes de ellas, formaban parte su propia vida, de su propia cultura. En esos heroes se podían mirar, podían enorgullecerse de ellos o comprender las razones por las que habían hundido. Conocer las viejas leyendas es conocer un poco más a esta civilización romana de la cual somos, en gran parte, herederos y, por tanto, comprendernos a nosotros mismos un poco mejor.
Gracias por tus palabras siempre tan generosas. Besazos.
Gracias, amigo El Peletero. Fue una velada muy agradable. Un abrazo.
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