lunes, septiembre 07, 2009

LECCIÓN PRÁCTICA



Conversación escuchada en el foro, junto a la escuela del maestro Filón.

- ¡Si ayer mismo juraste que me amabas! ¿Y hoy dices que amas a Hortensia? ¿Tan poca consistencia tiene tu corazón, que el amor permanece en él sólo unas horas? No te comprendo – decía una muchacha con los ojos arrasados en lágrimas a un joven con toga que permanecía impasible a su lado.

El joven vio a un esclavo de ocho o nueve años y le hizo un gesto para que se aproximara.

- Niño, acércate a aquella fuente y tráeme agua haciendo un cuenco con tus manos. Necesito beber. A cambio de ese favor te daré unas monedas.

- ¿Quieres burlarte de mí, señor? Cuando regrese aquí ya no me quedará agua.

- ¿Lo ves, Claudia? – dijo el joven volviéndose hacia la muchacha – Hasta un mocoso como éste entiende que hay cosas imposibles de retener.



NOTA: Queridos amigos, aunque he regresado de las vacaciones, con el blog voy aún a medio gas. Más adelante os contaré los motivos. Os visitaré en vuestras casas. Besos a todos.

*Escultura de una pareja. Jardines de Monforte. Valencia.
**Chorro de agua de la fuente de la Plaza del Quirinale. Roma.Foto: Rafa Lillo

54 comentarios:

La Dame Masquée dijo...

Que bueno el relato, madame. Mira el inconstante con su amor de agua! Espero que la joven encontrase otro amor mas consistente.

Nos tiene usted en ascuas con su nota, madame.

Feliz noche

Bisous

GABU dijo...

Ayyyyyy!!!!

La conversaciòn que aquì plasmaste amiga mìa me viene tristemente,como anillo al dedo!!

P.D.:Asì como un niño no puede ser engañado ante lo evidente,por què acaso el corazòn nos demuestra lo tonto que puede ser a veces??

Discùlpame,pero en estos dìas el escepticismo esta ganando terreno en mì... :(

TE DEJO MI CARIÑO INMENSO ISA ♣

Scarlett Butler dijo...

si es que esto de los amores, ya se sabe........... un beso poetisa!!

GUILLE dijo...

El amor es como el cristal de mura no, precioso y caro, pero muy fragil.
"En el amor hay más acíbar que miel" Lo dice Juvenal, yo no estoy muy de acuerdo, pero cuando el lo dice... Un beso muy fuerte. Proserpina

elena clásica dijo...

Pobre Claudia bañada en lágrimas, cuyo corazón no es como el agua derramada, sino el agua poderosa de los mares que se agita en olas desbordantes y vuelven a adquirir otra forma cada vez más dolorida.
Este joven debe aprender alguna lección en vez de sustentarse en unas palabras burlonas seguramente inspiradas por algún dios travieso.
Precioso relato, que gusto volver a leerte.
Besazos.

mariajesusparadela dijo...

Mi abuela decía siempre "cariño de niño, agua en un cestillo". Esta claro que el desenamorado era un infantilón y un inmaduro (de esos hay muchos).
Precioso relato, como siempre.

Martine dijo...

Inconstante y cínico.. Que poco me gusta este chico...
Pero que bien lo has narrado, Isabel, has logrado que nos pongamos en la piel de Claudia...de todas, todas..

¡Besos, muchos y muy feliz (egoistamente) por tu regreso!

Negrevernis dijo...

Precioso y cruel relato. Pero real. Aunque quizá sea inevitable nuestras ansias por retener ese agua y la propia naturaleza inconstante del amor.
Saludos.

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Tranquila,...tomate tu tiempo.

Besos...!

Lala dijo...

Jaja, me temo que es su cerebro el que tiene poca consistencia. Pero mucho morro para decirle las cositas claras a ella...ainss...

Bienvenida al hogar virtual.


Un beso


Lala

Fujur dijo...

un poco "cabroncete" sí que es el romanito... besos! me ha encantado el texto!

Isabel dijo...

Ciertamente... hay cosas imposibles de retener, y sentimientos también. Besos.

Ana Trigo dijo...

Anda, qué buena metáfora se buscó. Pobre muchacha, cuántas como ella han sufrido el mismo problema a lo largo de los milenios. Besitos, Isabel.

Marcela dijo...

Quizá sea cierto lo que el joven dice... ¿pero quién desea realmente entenderlo?
Besos.

cieloazzul dijo...

Ouchs.... morí....
que necedad la de querer conservar lo que fluye por naturaleza propia...
besos querida amiga!

Umma1 dijo...

Qué bien lo dice él.
Desearía decir que es idéntico a todos los varones, pero su razón lleva.

Un abrazo

Andrés Glez. Déniz dijo...

No conocía esta historia, pero me ha parecido antológica. ¡Si usted supiera lo que adoro Roma y su historia! No sabe lo que está haciendo con su blog: me está matando de amor. Por favor, no abandone.

Lunska Nicori:BegoñaGTreviño dijo...

Muy bueno, Isabel, muy bueno!
Sobre todo los amantes de la belleza entienden este concepto sutil sobre el amor.
Me ha encantaoooo! Y aunque la pobre Claudia se ha quedado hecha polvo, no puedo parar de reirme.
Besos

Santi dijo...

Qué engreidilla esa toga...

Hummm, a mí lo que me gusta de roma son todas esas historias, hasta su mitología... no sé, independientemente de lo que cuenten, siempre me hace pensar que hubo un tiempo en que los dioses fueron colegas, pero con el pasar de los siglos...

Imagino que con la mortalidad todo se arregló.

abrazos de deja que se vaya

Diana L. Caffaratti dijo...

Pobre las mujeres que se enamoran de aquellos amores acuáticos, pluviales,fluviales o marítimos!

Anónimo dijo...

Lo que se puede aprender de un niño, siempre tienen las cosas más claras que los adultos.

Buen regreso, besos.

La candorosa dijo...

Que relato tan bello y con enseñanza, ¡¡que maravilla!!

Hay cosas que debemos aprender desde muy pequeños para sufrir menos!!!

Besotes!

Sergio Astorga dijo...

Isabel, con el cuenco del cerebro vacio, te digo que hay veces en que hacerte un comentario inteligente a la altura de esta lección práctica resulta difícil de redactar.
Abrazos detentados.
Sergio Astorga

Daalla dijo...

Es la eterna lucha entre la razón y el corazón. Ninguno de los dos comprenderá nunca al otro.
Un beso, Isabel

Unknown dijo...

Verdaderamente encantador tu regreso, Isabel.
Yo estoy, precisamente, descubriendo lo cierto del ejemplo.
Un abrazo.

Marci dijo...

Y toda una leccion, querida Isabel,breve , escueta , pero profunda...
se te echaba de menos, binevenida.

Rodolfo N dijo...

Tremenda la realidad del diálogo, pero para evitar este desenlace el amor se debe guardar y llevar en el corazón y no en las manos...

Besos!

Fortunata dijo...

Así es el amor a veces imposible de retener.

Espero que estés bien después de las vacaciones.

Un abrazo.

Golem dijo...

Hola Isabel:

Después de ver tus dos primeros posts después del verano, no sé si has llegado más escéptica que de costumbre. Comparto el primero, no el segundo.

Lo que se escurre entre los dedos no es amor, es otra cosa.

Besos.

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amiga Isabel,

Has hecho una estupenda recreación de lo que Ovidio entendía por “amor”, cuando les hablaba a los hombres y las formas de seducción.

Dice en “Ars Amandi” (I, 631-2)

“Nec timide promitte: trahunt promissa puellas;
pollicito testes quoslibet adde deos”

(No seas tímido a la hora de hacer promesas: las promesas arrastran a las muchachas. Pon por testigos de lo prometido a cualesquiera dioses)

Se ve que ese joven con toga era un buen conocedor de Ovidio.
Me ha encantado la imagen del esclavo y el cuenco de agua. Parece un texto auténticamente clásico.

Felicidades, querida Isabel.

Un beso,

Antonio

Andrés dijo...

Comparto la impresión del amigo Fab-Golem, que me precede dos puestos en los comentarios, al apreciar un tono diferente en el blog, él lo llama más "escéptico". ¿Quizás nos debieras explicar esas razones a que aludes al final de la entrada que te hacen tenerlo a medio gas? En cualquier caso, un abrazo post-vacacional, y ánimo con ellas, sean lo que sean. A.

Irene Adler dijo...

Ay, la inconstancia del amor......

Besos

Anónimo dijo...

Hola, Isabel!
Cuánto tiempo sin visitarte, y en general sin dar una vuelta por la Blogosfera. Me alegro de regresar y encontrarme con tan hermosos y sugerentes textos. Como siempre, adoro tus narraciones hiperbreves. Pequeñas joyas.
Un abrazo!

isis de la noche dijo...

Vaya lección que nos has dado mi querida Isabel...

Así es el amor... al momento de querer retenerlo, se lo pierde por completo ;)

besos miles!!!

qué bueno tenerte de vuelta ;)

mentecato dijo...

Un hermosísimo texto...

Un abrazo cordialísimo.

 Mayte dijo...

Es que los romanos tienen lo suyo eh...espero que los motivos no sean nada que te preocupe Isabel y que vaya bonito mientras vuelves al 100%

Bikiños mil. :)

Armida Leticia dijo...

Antaño y hogaño, las cosas no cambian, ¡todos son iguales!

Desde México.

ybris dijo...

Sabiduría de saber los límites.
Es mucho.
Bello comentario para una hermosa reflexión.

Besos.

Ccasconm dijo...

Un relato sutílisimo y bello sobre la inconstancia y la levedad del sentimiento amoroso.

Una delicia!!!!

Un abrazo

pepa mas gisbert dijo...

Aunque sea a medio gas (que no lo parece) un placer leerte.

Saludos

Marisa Peña dijo...

Parece que el comentario que te deje en el anterior post no subió así que te reitero mi alegría por tu vuelta y por tanto como aprendemos y disfrutamos contigo.Ay la inconsistencia del amor, la fugacidad de las cosas que amamos...un beso guapa

Calthar dijo...

"Lo único que veo-dijo Claudia- es a un niño apoyándose en otro niño y mostrándome su sabiduría: la naturaleza del juego.

Veo que sabes bien, oh Claudio, de charcos que caben en una mano y se deslizan entre los dedos en un momento,evaporándose tras la noche, cuando el sol del alba apenas los calienta; pero poco o nada pareces saber del inmenso océano en el que uno solo puede sumergirse por completo, incontenible y eterno,y en el que el reflejo del sol sólo consigue aumentar una belleza inimaginable para tu triste charco.

Pero ya te he comprendido. No tiene sentido torturarse intentando beber de la corriente pasada que ya esta lejos, cuando hay tantos charcos,rios y afluentes en Roma con los que calmar la sed.Juega, oh niño, con tu importante filósofo; entre los dos sabréis comprenderos bien.

Y diciendo esto,se alejó serena en dirección al puerto."

Que fantástico blog. Eres una escritora increible.¡Gracias por todo ese tiempo dedicado a construir este pequeño templo!Sin duda, una de las Siete Maravillas de la red.^_^

Natàlia Tàrraco dijo...

Bello y triste, cierto y amargo.
Lástima, Isabel, que el agua no fuera arena, algo quedaría en las manos del niño, algo para Claudia, un recuerdo.
Espero más delicias de tu imaginación y de tu amor por la antigüedad.
Cuando puedas, por favor, mírate mi relato sobre aprender de este jueves, tu opinión me importa mucho.
Hasta siempre, feliz regreso, !salve! natalí

I. Pichel dijo...

Bellísimo relato. Aunque Claudia me inspira lástima, insultada de esa forma y escuchando argumentos falaces...
Un saludo y un canto de ballena. =)

Ticio dijo...

menudo morro!

estos romanos se las sabían todas...

espero poder leerte pronto más a menudo.

un saludo

Susana Peiró dijo...

¿Pariente de nuestro estimado Publio Ovidio Nasón? Já, excelente Isa!

"Vete lejos con tus flechas, Cupido; ninguna mujer vale tanto que me haga desear la muerte a todas horas" Ahhh, Ovidio!

Bienvenida Querida Amiga!

Junto con mi abrazo, el deseo de que todo esté bien.

María Antonia Moreno dijo...

Es un texto buenísimo. Qué delicadeza para contarlo.

Un abrazo y aguardamos, aguardamos..

Myriam dijo...

Feliz regreso y tómatelo con calma... Justo ahora soy yo la que se va, pero estaré igualmente conectada.

Besos

Clarice Baricco dijo...

Ay duele la lección pero es cierta. Y pensar que a veces no entendemos.


Besos.

Tawaki dijo...

Saia lección, pero aún así, difícil de entender para una corazón enamorado.

Espero que lo que te retenga a medio gas no sea nada malo.

Un abrazo.

Mayte Llera (Dalianegra) dijo...

Ay, Isabel, así de voluble es el amor, a mí me ha ocurrido en una ocasión lo mismo que a tu joven protagonista femenina, y tampoco lo comprendía, porque había conocido amores más duraderos, pero...el amor sólo es eterno mientras dura. Un beso fuerte, querida amiga y gracias por tus sabias lecciones históricas y filosóficas.

francesc dijo...

Es un buen relato y una lección de la que todos podemos aprender.
Ne alegra ver que poco a poco todos vais regresando.
Saludos

Anónimo dijo...

Buena lección a tener en cuenta no solo en temas de amor.

Un saludo

mia dijo...

Pero siempre queda la Humedad... en esas manos,recuerdo de lo que hubo, que lo sé... :)