¡Qué equivocado estás, amado Ovidio, al acusarme de soberbia porque estimo mi belleza y le doy valor! ¿Acaso me habrías amado si tuviera los dientes podridos como Aufilena o, al igual que tu vecina Plaucia, una cabellera más áspera que la estopa? Soberbio eres tú, que te quejas de mi tiranía, o de mi indiferencia, o de mi liviandad, según convenga más a tus poemas.
Yo, en cambio, soy más sincera. Me considero hermosa, sí, y no lo oculto. Antes bien me valgo de ello para suscitar amor. ¿Quién no lo haría? Tú y yo, cada uno a su manera, buscamos lo mejor para nosotros mismos. Y en eso, pese a tus quejas, tienes la mayor ventaja, pues mi belleza durará unos años, mientras que tus poemas pueden durar siglos.
20 comentarios:
Me encanta la respuesta.
Y la inteligencia de ella al reconocer de lo efímero de la belleza física.
Pero mientras existe, por qué renegar de la belleza?
:D
Un besito
Isabel:
Guapa e inteligente, vaya que sí.
Vale.
El gran Ovido, nadie como él sabía poner en boca de la amada las justas palabras dictadas por su corazón enamorado.
Bicos
Muy buena contestación al presumido Ovidio.
Por cierto, mi señora de Roma, ¿dónde estuvo usted entre las doce y las dos del día que se supone iba a firmar en la Feria del Libro valenciana? Me traje de todo: cuentos (El pastor de nubes, que me encanta)poesía, y montones de folletos, pero de la profesora, Isabel Barceló, ni rastro. No pudieron decirme dónde estabas.
Ya me contarás cómo te fue.
Un abrazo, Carmen Sabater.
No hay nada nuevo bajo el sol, seguramente los sabios antiguos se estarán asombrando de la ignorancia que aún cargamos.
Un abrazo, querida Isabel.
La réplica de la bella Corina resulta muy acertada en el último párrafo, pero no del todo, gracias a Ovidio sabemos de la hermosura de Corina, eternamente.
Besitos y reposa, veo que ya te funciona la puesta a punto !salve!
No entiendas
bella Corina
el reproche y humillación de Ovidio como un rechazo a la belleza.
Antes al contrario
lee sus poemas
como si estuvieras abrazada a él.
Tan brazada, que pudieras extraer su esencia
y comprobar que es sólo el néctar del dolor.
Todo su reproche es dolor
que respira por sus poros. Compréndelo y entrégate.
Por sus palabras además de bella, sabia. ¡No se puede pedir más! Bsss.
¡Te veo en marcha!
Corina es más sincera y además no le gusta cazar elefantes.
Un saludo.
Una respuesta genial.Bravo por Corina.
Un abrazo muy fuerte.
Corina se escuda en su belleza, la saca a pasear, floreciéndola ante sus semejantes, aunque ella misma reconozca que ésta es efímera. No duda en ponerle delante de los ojos a Ovidio que es un hechizo que utilizamos las mujeres con los hombres en nuestro propio beneificio, aunque también ha de reconocer que el amor es un beneficios mutuo, ¿no?
Besitos
Cuanta verdad hay en el remate final mi querida ISA!!!!!
P.D.:Despuès de todo,el tiempo hace estragos con lo bello,en cambio en las letras perdura el magnetismo atemporal...
BESITOS POR DOQUIER!! :))
Me encanta la personalidad que le atribuyes a Corina: es bella, pero sensata, con un gran sentido de la realidad, es amable con los suyos (ver post anteriores)y si algo no le gusta, lo dice claramente y sin rodeos. Sabia sin duda la muchacha version Barcelo.
un beso,Alyx
¡Qué buena contestación la de Corina!
Ahora sólo falta que lo inferior se ajuste con lo grande.
Abrazos y buena inspiración.
Sin duda más sincera y humilde,demoledora, cuando dice;tus poemas pueden durar siglos.
Besos dama.
Gracias por vuestros comentarios, queridos amigos. Espero normalizar la situación pronto.
Perlita, mi firma fue el domingo por la tarde... ¡qué rabia no poder encontrarnos!
Besazos.
Muy buen razonamiento el de Corina a Ovidio. Me gustó.
Par de abrazos.
Calculó bien Corina: los poemas de Ovidio han durado siglos, o bien podría decir milenios. Creo que él sale ganando con sus dones, aunque no hay que olvidar que difícilmente existirían sus poemas sin una Corina que los inspirase.
Buenas noches, madame, ya por fin más libre :)
Bisous
!Qué bonito!
Las inteligentes palabras de Corina ponen las declaraciones de culpabilidad en su justo término.
Cuánto admiro tu mesura, Corina. Poco puedes a tu vez ocultar la admiración que Ovidio te suscita en sus poemas y cómo te gusta contemplar tu belleza en sus versos.
Qué amores, que inflamación del ánimo. Ay, qué hermoso.
Besazos, querida Isabelita.
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