Esto dice Corax, contratado como porteador, para defender su
dignidad:
“¡Vamos, hombre! ¿Acaso creéis que soy una bestia de carga o
un barco que transporta piedras? He sido contratado para realizar el trabajo de
un hombre, no el de un caballo. No soy menos libre que vosotros, por muy pobre
que me dejara mi padre”.
PETRONIO.- “Satiricón”
Citado por Robert C.Knapp en “Los olvidados de Roma”.-
Traducción de Jorge Paredes.
22 comentarios:
Querid@s amig@s voy con el agua al cuello de trabajo, espero recuperar pronto la normalidad en el blog. Os pido disculpas por no visitaros con la frecuencia que me gustaría y os agradezco vuestro afecto y paciencia. Besazos.
Estás perdonada.
En cada momento hay que atender lo que urge, Isabel. Y sé que estás en lo que debes.
Un abrazo de una que tampoco es un caballo (me encantó lo que dice Corax).
Sabias y certeras palabras, Isabel.
Vale.
La Historia se repite.
Besos y no se me apure vd. que la fundación de Roma no se hizo en una hora.
Tranquila, mujer! Como dijo Virgi, si la fundación de Roma se tomó su tiempo, el que tú empleas en contárnosla, es bien merecido! Abrazooo
Todos los trabajos son dignos. Eso si somos afortunados y contamos con alguno.
Un saludo.
Desde luego que esas palabras las puede suscribir cualquiera de los trabajadores actuales, de los que han sido contratados con la Nueva Normativa de los Trabajadores. Y es que las Autoridades que nos malgobiernan se creen que ya no somos trabajadores, sino esclavos de los poderosos.
Buenos días, Querida Isabel.
Antonio
Cuánta razón tiene Corax! No te preocupes Isabel, te comprendemos perfectamente,a veces el trabajo nos desborda, no pasa nada, no queremos que te ahogues, qué haríamos sin tí!Besos.
Isabel, te comprendemos, respetamos tus tiempos y admiramos el ingente trabajo de tu literatura.
La entrada, muy adecuada a lo que vivimos. Hoy huelga enseñanza, por ejemplo.
No se preocupe, madame, la esperaremos el tiempo que sea preciso.
Lamentablemente sigue habiendo muchos Corax que deberían alzar también su voz.
Feliz día
Bisous
Los clásicos siempre nos regalan la expresión adecuada para cada tiempo. Me apunto esta.
Amiga Isabel, me ha parecido tan interesante el texto, que me he remitido al original Latino. Nada tengo que objetar a la traducción que das, salvo esto:
¡Vamos, hombres”
"Quid uos, inquit? Iumentum me putatis esse aut lapidariam navem? Hominis operas locaui, non caballi. Nec minus liber sum quam uos, etiam si pauperem pater me reliquit."
C. PETRONII SATIRICON LIBER [CXVII]
Pues esté usted tranquila que entendemos que alguien como usted tenga mucho trabajo y, mientras tanto, podrémos aprovechar para releer sus textos tan profundos y, a la vez, tan amenos.
Gracias mi estimada amiga por sus felicitaciones en mi blog.
Un abrazo.
Tus amenos recursos son impagables. Mira esta ahora que los caballos no son contratados en España.
La dignidad de la persona se tiene o no se tiene y, en este caso la tenía bien alta: aunque no tuviera un denaro.
Aquí sentadita me quedo esperando tú regreso mí querida Isabel.
Besos.
Es que algunos piensan que el ser pobre de bienes significa también haber perdido la dignidad, y eso no!
Muy bueno!
:D
Un beso
P.D. Yo también ando algo estresada, sí. El fin de temporada, que se dice.
Querida amiga, por desgracia, lo diga Corax, Agamenón o su porquero, los trabajos de los pobres son, en ocasiones, pesadísimos, aunque no debieran serlo.
Besos
Salud y República
En ocasiones tratamos a nuestros subordinados o empleados como bestias de carga y ellos pueden callarse y volverse contra nosotros en el momento menos oportuno o saltar y soltarnos su irritación sobre la marcha.
Un abrazo
Me temo que con la excusa de la crisis más de uno se sentirá explotado, tratado como una bestia de carga en el trabajo, siempre más por menos sueldo para mantener la casa... Una vergüenza.
Un besito
Sí, Isabel, a los débiles siempre se les ha creado para ello. Sus protestas no llegan más allá del aliento de una respiración. Sus amos son implacables. En el momento actual están creando tantos esclavos que ni las protestas se escuchan.
Un fuerte abrazo, querida Isabel.
Publicar un comentario