lunes, diciembre 31, 2007
FELIZ AÑO NUEVO
viernes, diciembre 28, 2007
LOS PERSONAJES DE LA HISTORIA DE DIDO TIENEN LA PALABRA (VIII).- PAREPIDEMOS SAMOSATENSE
Otro que no fuera yo, hubiera respondido con cualquier improperio o amenaza ante semejante burla, alzaría el puño cerrado y, mirando a los ojos de quién le hizo esa pregunta, lanzaría una terrible y secreta maldición. Pero mi cuna allá en Samosata fue mecida por reputados sabios, y me limito a detener mi paso, sonreír y extender los brazos contestando:
- Sí, a una a la que por lo visto no has sido invitado tú.
Todo ello les viene a estas gentes de no haber visto nunca a un peregrino que engalana su báculo y cuida su vestido, que su cano cabello lo adorna con cuidados bucles, y que de su barba no cuelgan los restos de la comida del día anterior. ¡Salvajes!
Me cuesta acostumbrarme a las toscas maneras de estos pueblos, tan lejanos de aquella tierra civilizada de la que procedo, pero ¿no la abandoné con el objeto de conocer todos estos lugares, y encontrar en alguno de ellos la respuesta a esa pregunta que me atormenta?
En ocasiones, la fortuna parece querer dar un descanso a este pobre peregrino, colocando en el camino un paisaje hermoso, buenas gentes que con sencillez le hacen a uno sentirse como si estuviera en su propia casa, o todo el lujo y la hermosura que dejé allá en las orillas orientales de este mar que todo lo abarca.
Cuando llegué a Egipto, encontré en Tebas el mejor de los acomodos, confortables palacios y mercados llenos de abundancia, una nutrida biblioteca y gentes de toda procedencia. Fue allá donde conocí a un mercader de Tiro que había hecho fortuna vendiendo los rollos que, según él, rescataba de naves naufragadas. Para mí que era un pirata que saqueaba los barcos que se acercaban por aquellas costas, y vendía después todo el botín en los más ricos mercados.
Peirátes, que era como se llamaba aquel supuesto mercader, me habló una noche de un rollo que vendió en la lejana Cartago, que era muy conocido por ser la única copia existente del “Tratado sobre los efectos curativos de la brisa cruzada por diferentes arbustos” de Dendron, una obra muy valiosa que seguro que proporcionaría generosos beneficios a quién pudiera hacer alguna copia de él.
Fue así como me presenté en Cartago, solicitando a sus gobernantes permiso para examinar unos documentos que se conservan en la biblioteca de Xilón, cronista de la reina Dido. Aunque mi objetivo era el otro -¡y vaya si lo logré!-, no pude evitar el detener mi atención en los textos escritos por tal singular autor, más aún cuando tuve la fortuna de conocer a algunos de los personajes que acompañaron a aquella desdichada reina y ser tratado por ellos con las más sincera y atenta hospitalidad.
Durante varias semanas me fue imposible abandonar aquél lugar, y eso es ya raro en Parepidemos, pero eran tantas las cosas que un extranjero podía escuchar de la voz de los propios protagonistas de aquella historia, que apenas quería dedicarme a otro menester que al de dejarme llevar por el placer de su compañía y el goce de su conversación.
Es por ello que antes de marcharme quise escribir y leer en la plaza pública un poema dedicado a aquella querida reina, lo hice con todo el amor que sentí en el corazón de mis anfitriones y espero que aunque fuera sólo eso, se notara. Era lo menos que podía hacer antes de abandonar Cartago seguramente para siempre. Eso sí, también encontrarán en el templo de Juno, en el lugar donde se recogen los donativos para erigir una estatua a la reina, una importante cantidad de monedas de oro; la misma que un mercader sirio había pagado por una copia del Dendron…
Me dicen que, como peregrino, debo de ir a algún sitio y que cuál es ese. Yo, según el humor que tenga, callo, respondo alguna vaguedad que me evite el dar más explicaciones, o señalando a Occidente afirmo que marcho hacia sus confines, al lugar donde todo, incluso el sol, encuentra su fin.
- ¿Y por qué lo haces?
- Para que cada vez que vuelva la vista hacia atrás, vea que soy capaz de seguir dejando huellas en el camino de mi memoria.
Escrito por PAREPIDEMOS SAMOSATENSE, peregrino (Charles de Batz). Enlace en la columna de la derecha.
NOTA.- He realizado una propuesta a nuestros amigos que han participado como personajes en la historia de Dido. Consiste en que cada uno de ellos escriba un breve texto para darnos a conocer algo más de su personaje de ficción. Por ejemplo, cual fue su futuro, o su pasado, o qué opinó o sintió respecto a los acontecimientos narrados. Puede hacerlo del modo que mejor le parezca. Por mi parte, iré colgando esos textos en esta página hasta final de diciembre y es compatible con que cada cual ponga su texto en su propia página. Con el interés de que esta experiencia pueda resultarnos interesante y atractiva, sólo os pido dos cosas: una) que el texto sea breve, porque es posible que necesite poner dos o más textos en alguna entrada; dos) que os ciñáis al objetivo principal, que es hablar de vuestro propio personaje. En cualquier caso, gracias a todos.
* Figura masculina togada. Museo Termas de Diocleciano. Roma.
**Fuente en el foro romano. Roma.
***Detalle de relieve en un sarcófago. Museo Termas de Diocleciano. Roma.
****Vista del lago de Villa Borghese. Roma.
*****Marcas de un juego en los escalones de la basílica julia. Foro romano. Roma.
lunes, diciembre 24, 2007
BUENOS DESEOS
jueves, diciembre 20, 2007
LOS PERSONAJES DE LA HISTORIA DE DIDO TIENEN LA PALABRAS (VII).- SIRIO y NEOPTOLEMO
El tiempo es engañoso. Es como intentar atrapar arena entre las patas, al menos para los humanos, esos seres gigantes que se creen dueños de todo y hasta del destino. Los ojos felinos de Sirio siguen los movimientos de su ama. Le parece ayer cuando un mercader que traía raras telas de Oriente, especias y mercancías a cual mas fina, depositó en las manos de la princesita Anna su cuerpo peludo y pequeño. Un gatito singular, digno de la realeza, con ese color de ojos y ese colorido. Se amoldo fácilmente a los pliegues de la túnica y al hueco que le hacia la niña pegado a su cuerpo.
Capta la soledad y tristeza de Anna y cuando el hachón se acerca a la pira, cuando las llamas envuelven lo que fue una vida, encomienda a la Gran Diosa Gata para que reciba a quien le permitió venir, ver maravillas, cruzar medio mundo; y tiene la absoluta certeza del antes y del después, cuando el tiempo se parte en dos como se rasga una tela.
NEOPTOLEMO
Me llevaron una fría mañana a las playas de Ilión. Mi padre, cuya sombra alargada se esparcía por doquier, había muerto a los pies de sus muros.
NOTA.- He realizado una propuesta a nuestros amigos que han participado como personajes en la historia de Dido. Consiste en que cada uno de ellos escriba un breve texto para darnos a conocer algo más de su personaje de ficción. Por ejemplo, cual fue su futuro, o su pasado, o qué opinó o sintió respecto a los acontecimientos narrados. Puede hacerlo del modo que mejor le parezca. Por mi parte, iré colgando esos textos en esta página hasta final de diciembre y es compatible con que cada cual ponga su texto en su propia página. Con el interés de que esta experiencia pueda resultarnos interesante y atractiva, sólo os pido dos cosas: una) que el texto sea breve, porque es posible que necesite poner dos o más textos en alguna entrada; dos) que os ciñáis al objetivo principal, que es hablar de vuestro propio personaje. En cualquier caso, gracias a todos.
lunes, diciembre 17, 2007
LOS PERSONAJES DE LA HISTORIA DE DIDO TIENEN LA PALABRA (VI).- CRISEA Y NEPTUNO
"¡Oh, diosa Juno, esposa, madre, reina!
Arde este incienso en tu honor.
Escucha nuestras palabras:
Recabamos tu protección de nuevo, ahora que la reina Dido nos ha dejado.
La más sombría época del año nos acecha.
Estas sagradas llamas deben purgarnos de todos los oscuros hechos y pensamientos.
Pero debemos recordar que la primavera siempre se encuentra en el vientre del invierno.
Así que preparémonos para el nuevo comienzo.
Oh, madre Juno, bendice nuestro incipiente destino y acompaña a Dido en su postrero viaje."
Escrito por CRISEA, vestal del templo de Juno en Cartago. (Krisish) Enlace en la columna de la derecha.
NEPTUNO
Nunca quise ser Dios y ahora vago por estos mares olvidado de todo y de todos. Nací de Saturno y Ops hace miles de años y mi destino era ser como ellos. Mi hermano fue el gran Júpiter y nuestras relaciones siempre adolecieron de una cierta rivalidad. ¡Qué lejos aquellos tiempos en que los hombres me respetaban y temían! ¡Qué lejos la buena Dido, a la que tanto admiré! Mi primera elección como dios fueron las nubes y la lluvia y a ellas dediqué gran parte de mi existencia.
Todo lo estropeó mi homónimo griego Posidón, la fama que le precedía hizo que en el año 399 a.C. me convirtieran por decreto en el dios romano de los mares. Es cierto que tengo mal genio, pero no es menos verdad que los hombres se han esforzado mucho en provocarme. No, no son gratuitos mis arranques, cuando mi tridente golpea con furia las aguas que conforman mi hogar no se trata de un gesto espontáneo y sin causa. Son ellos, esos pequeños e insignificantes seres que se arrastran sobre las aguas en sus absurdas y ridículas naves. Como ese traidor de Eneas.
Ya no está ella para calmarme. Mi amada Falacia. La primera vez que la vi su cuerpo se movía seductor entre un coro de nereidas sin que ella ni tan siquiera se percatase de mi presencia, tan poco importante era yo ante sus ojos. Quizá fue ese el motivo que provocó mi deseo de poseerla y aunque huyó a los más lejanos confines del mundo no pudo esconderse de mí. Sólo ella era capaz de aplacar mi ira con su dulce voz, y su bondad convertía un mar embravecido en una laguna serena.
Dido era como ella y he de confesar que el mar se hizo un poco más profundo cuando la reina acabó con su vida.
Escrito por NEPTUNO, dios de los mares (Antonia Romero). Enlace en la columna de la derecha.
NOTA.- He realizado una propuesta a nuestros amigos que han participado como personajes en la historia de Dido. Consiste en que cada uno de ellos escriba un breve texto para darnos a conocer algo más de su personaje de ficción. Por ejemplo, cual fue su futuro, o su pasado, o qué opinó o sintió respecto a los acontecimientos narrados. Puede hacerlo del modo que mejor le parezca. Por mi parte, iré colgando esos textos en esta página hasta final de diciembre y es compatible con que cada cual ponga su texto en su propia página. Con el interés de que esta experiencia pueda resultarnos interesante y atractiva, sólo os pido dos cosas: una) que el texto sea breve, porque es posible que necesite poner dos o más textos en alguna entrada; dos) que os ciñáis al objetivo principal, que es hablar de vuestro propio personaje. En cualquier caso, gracias a todos.
* Detalle de rostro femenino. Gentileza de Krisish.
miércoles, diciembre 12, 2007
LOS PERSONAJES DE LA HISTORIA DE DIDO TIENEN LA PALABRA (V).- FILÓN
ÚLTIMAS PALABRAS
Te he abandonado esta mañana temprano dejándote, Dincer, profundamente dormida. He necesitado reunir todas mis convicciones en un impulso para arrancarme de su calor y salir a la calle. La luna iluminaba el paisaje nevado y el reflejo de sus rayos sobre la nieve ha iluminado también mi desnudez. He venido hasta aquí, hasta el tronco de esta higuera, compañera de buena parte de mi vida, y me he sentado en el suelo. El frío es intenso. Pero he tenido vigor para cantar el himno que compuse a la frugalidad y que resume todo mi pensamiento:
“¡Salud a ti, Frugalidad, placer de los hombres sabios,
Diosa reina que nació de la noble Templanza.
Salud a vosotras, Musas del corazón puro,
La ofrenda sin lujo de mi vida le ofrezco a la muerte.”
Ya no puedo mover mis miembros. Apenas puedo mover la lengua en la boca. Pero ya no siento frío. Es la muerte, que llega.
Mi queridísima Dincer, mis últimos pensamientos son para ti. Aún te queda mucha juventud por delante y no la debes malgastar junto a un viejo. Con mi muerte te abro la jaula de amor que te retenía a mi lado. No es hora de llorar, sino de reír, recuerda todo lo que te he enseñado. No hay mayor ridículo que la seriedad. Amada Dincer, tú sabes bien que el cinismo no es una filosofía sino el género de vida que acepta la risa en los momentos supremos. He vivido conforme a la naturaleza y a ella me entrego ahora. Las plantas y los animales sólo prosperan cuando siguen con normalidad, sin estridencias ni aspavientos, el fin que les ha asignado la naturaleza.
“¿Un filósofo y una bailarina?” ¡Cómo se admiraban todos de la extraña pareja que formábamos! Me había pasado la vida intentando librarme de lazos culturales y relaciones sociales, creyendo que finalmente conseguiría la libertad del viento, y acabé sin poder respirar si tú no estabas cerca. No llamaba la atención que un hombre viejo y no demasiado bien formado se enamorase de una jovencita, sino que fuese correspondido por ella con tanto entusiasmo. Y, honestamente, a mi también. Muero sabiéndome querido por quien, de ser omnipotente, yo elegiría ser querido. Adiós, Dincer, amor mío. Adiós.
NOTA.- He realizado una propuesta a nuestros amigos que han participado como personajes en la historia de Dido. Consiste en que cada uno de ellos escriba un breve texto para darnos a conocer algo más de su personaje de ficción. Por ejemplo, cual fue su futuro, o su pasado, o qué opinó o sintió respecto a los acontecimientos narrados. Puede hacerlo del modo que mejor le parezca. Por mi parte, iré colgando esos textos en esta página hasta final de diciembre y es compatible con que cada cual ponga su texto en su propia página. Con el interés de que esta experiencia pueda resultarnos interesante y atractiva, sólo os pido dos cosas: una) que el texto sea breve, porque es posible que necesite poner dos o más textos en alguna entrada; dos) que os ciñáis al objetivo principal, que es hablar de vuestro propio personaje. En cualquier caso, gracias a todos.
domingo, diciembre 09, 2007
LOS PERSONAJES DE LA HISTORIA DE DIDO TIENEN LA PALABRA. (IV).- BARCE Y EOLO
De todas las personas que te rodearon y que figuran en la historia de tu vida yo fui la menos destacada y, sin embargo, fui la más cercana a ti. Fui tu amiga, tu confidente, reí contigo y también lloré. Por mi edad avanzada me permití darte unos cuantos consejos que no siempre seguiste, sobre todo cuando te enamoraste ciegamente de Eneas al que desde aquí maldigo, pues él fue el causante de tu muerte. Te lo dije niña, te lo avisé. Él no era la persona adecuada, sólo te utilizó y te enamoró con bellas palabras, pero tú no me quisiste escuchar cuando te decía que estaban huecas y en ellas anidaba la serpiente de la traición. Tú te enfadaste tanto conmigo, que incluso pensaste en retirarme de mi puesto por demasiado vieja. No te lo tomé en cuenta, sabía que tu mente no razonaría mientras tuvieras a Eneas en tu corazón.
Fueron momentos muy duros los de la huida de Tiro en busca de otro lugar donde fundar una nueva ciudad, pero tú eras inteligente y supiste dirigir, gobernar y negociar. Todos te creían fuerte y decidida, pero sólo yo, que estaba siempre a tu lado como una sombra, supe de tus dudas y de tus miedos, esos que nunca dejabas que afloraran a tu rostro ante los demás. Parece que hayan pasado ya un montón de años y, sin embargo, fue ayer cuando decidiste abandonarnos dejándonos sumidos en la tristeza y el dolor.
Estoy cansada, muchos años son y muchas preocupaciones las que llevo a mis espaldas. Sin embargo, no quisiera que mis últimos recuerdos fueran tristes. Prefiero que en mi mente queden esos momentos en los que yo peinaba tus cabellos en numerosas trenzas enlazadas alrededor de tu cabeza dejando que algún mechón se deslizara por tu frente mientras charlábamos como amigas intercambiando confidencias. Y quiero que tu risa, que aun resuena en mis oídos, sea el rumor que me acompañe cuando deba partir.
Pediré a los dioses me dejen acompañarte de nuevo pues llenaste toda mi vida y sin ti, todo sería vacío y oscuridad.
Escrito por BARCE, nodriza de Siqueo, doncella y confidente de Dido (Leodegundia). Enlace en la columna de la derecha.
EOLO
Soy caprichoso y desobediente.
Alejo y acerco, acierto y yerro.
Sirvo a Juno y custodio los vientos.
Participé en esta historia.
Y en tantas otras historias del mundo.
Debo irme: hay naves que me esperan en medio del océano.
Para bien y para mal.
Adiós, reina de Cartago; adiós, Dido inmortal.
Escrito por EOLO, dios de los vientos (Gloria, de un cajón revuelto). Enlace en la columna de la derecha
* Detalle de figura femenina. Museo Termas de Diocleciano. Roma.
**Detalle de la escultura Cupido y Psique. Museos Capitolinos. Roma.
***Detalle de cabeza femenina. Museos Capitolinos. Roma.
****Flores en la terraza de isabel romana. Valencia.
*****Detalle de cuadro representando a Eolo. Gentileza de Gloria.
******Detalle de relieve representando a un viento. Gentileza de Gloria.
miércoles, diciembre 05, 2007
LOS PERSONAJES DE LA HISTORIA DE DIDO TIENEN LA PALABRA. (III).- CLOANTO
"Esta será vuestra tierra", dijiste.
Dejadme deciros esto ahora, reina de tirios y troyanos, mientras el sol entrega sus primeros haces de plata al día, y nuestras naves se alejan de la costa. Quisiera deciros, con el corazón en un puño, lo que no pudo expresaros este viejo timonel, cuando cayó arrojado a vuestros pies, embargado por la emoción de veros y de poder al fin abrazar a los míos, y al príncipe Eneas, después de que mi pueblo hubiera estado sometido a la ira de Juno, desde que Troya fue incendiada y arrasada por los griegos, y nos obligara a vagar sin rumbo por el imprevisible océano, cuyas aguas a menudo se levantaban encrespadas y nos exponían a toda clase de peligros.
Dejadme que os diga estas ultimas palabras, y que de estas sea testigo el vasto mar, donde no hay mas verdad que la que procuran sus aguas. Creo que éste es uno de los pocos rincones del orbe desde el cual se me hace posible rendiros tributo, porque en el mar nací; a el, por tanto, debo mi verdad.
Debo deciros que, como navegante, soy hombre de pocas palabras, y no soy dado a demasiadas demostraciones de afecto; pero en mi descargo diré que debo mi carácter hosco al hecho de haber perdido a los míos hace ya años, aunque intento compensar esta amargura con la franqueza de mis ojos. Y estos fueron los que os contemplaron emocionados, reina de tirios y troyanos, después de haber sufrido tantas penalidades impuestas por los dioses. Comprended pues, que éstos llorasen ante vuestra presencia, ante vuestras palabras, porque no hay cosa mas cierta que hasta el tronco del árbol mas fuerte se dobla, y de nada sirve la armadura mas recia si al final las emociones se abren como un huracán y traspasan toda la coraza. Y esas fueron las que dejaron mi alma al descubierto, abierta de par en par como la ciudad de Cartago, en la que nos acogisteis. Es por eso que quisiera agaredeceros ahora vuestras palabras, en medio de este mar por el que navego. Porque aparte de ofrecernos una tierra – "esta será vuestra tierra", dijisteis –, nuestra llegada fue objeto de un emotivo banquete de celebración propio de los dioses, el cual fue preparado por vuestra experta cocinera Sofonisba. ¡Qué decir de la velada, cuando al poco de comenzar, los criados nos llenaron los cálices con el vino de dátiles, y después hicieron aparición aquellas bellas muchachas por el centro, llevando esas grandes bandejas con pescados en salmuera, cuencos rebosantes de lentejas con castañas, amén de otras exquisiteces! Aunque os diré que lo que mas pude saborear fue la "puls púnica", dado que, desde nuestro destierro, apenas tuve ocasión de probar el queso fresco.
Seguro que el actor Anarkasis os lo comentaría, que apenas hablé, a pesar de las insistentes señas que me hacia Iskias para que el comerciante Palemón la dejara en paz, pero sÍ que pude comprobar, asombrado, que vuestra presencia irradiaba luz en la magna estancia. Y os diré que nunca vi rostro tan colmado de felicidad, tan henchido con la cornucopia de la placidez, sobre todo cuando os levantasteis para invocar al padre Júpiter, y pronunciar aquellas palabras, las que rememoro ahora con emoción, mientras navegamos hacia el Lacio, en medio de este infinito mar:
"Esta será vuestra tierra", dijisteis.
Escrito por CLOANTO, un timonel troyano (Rafael p.q.) Enlace en la columna de la derecha.
NOTA.- He realizado una propuesta a nuestros amigos que han participado como personajes en la historia de Dido. Consiste en que cada uno de ellos escriba un breve texto para darnos a conocer algo más de su personaje de ficción. Por ejemplo, cual fue su futuro, o su pasado, o qué opinó o sintió respecto a los acontecimientos narrados. Puede hacerlo del modo que mejor le parezca. Por mi parte, iré colgando esos textos en esta página hasta final de diciembre y es compatible con que cada cual ponga su texto en su propia página. Con el interés de que esta experiencia pueda resultarnos interesante y atractiva, sólo os pido dos cosas: una) que el texto sea breve, porque es posible que necesite poner dos o más textos en alguna entrada; dos) que os ciñáis al objetivo principal, que es hablar de vuestro propio personaje. En cualquier caso, gracias a todos.
*Ribera sacra del Sil. Lugo. España.
**Detalle de un cuadro de Julien de Parma. Imaginemos, aquí, que representa la destrucción de Troya.
***Ruinas de Cartago. Túnez. Fotografía de MORGANA.
****Hojas de acanto. Foro romano. Roma.
domingo, diciembre 02, 2007
LOS PERSONAJES DE LA HISTORIA DE DIDO TIENEN LA PALABRA. (II).- MOOK Y CUPIDO
Te extraño mamita. Así me atreví decirte siempre y te gustaba aunque nadie lo escuchara. Me siento solo. Desprotegido. No debería porque tengo a mi lado a Anna, pero nada me consuela. Ni siquiera las hojitas otoñales que tanto te gustaban. ¿Cómo serán mis siguientes días sin mi amada reina? ¿Alguien piensa en mí? El dolor de tu ausencia es tan fuerte que he decidido guardar silencio por un largo tiempo. No tengo apetito. Camino lentamente. Respiro tu jardín. Recorro con detalles cada uno de los sitios que acostumbrábamos pasear. Recuerdo tu rostro, tu mirada. Nuestros ojos eran cómplices. Tantos secretos que compartimos y guardamos. Extraño tus manos suaves sobre mi pecho. Tu perfume tan peculiar aún lo traigo impregnado. Tu voz retumba como un eco. La dulce voz que mencionaba mi nombre con tanto cariño. No más. ¿Qué voy a hacer sin ti? Nada que decir. Sólo contemplar. Dormir.
Escrito por MOOK, perro de la reina. (Movie, perro de Clarice Baricco). Enlace en la columna de la derecha.
CUPIDO SE LLEVA SU MERECIDO
Juno estaba seriamente enojada y su esposo, el poderoso Júpiter, sabía cuál era la razón: había muerto su protegida, la reina que había erigido la ciudad de Cartago sometiéndola a su protección. Esa había sido la única forma que había hallado Dido de burlar a ese hombre que pretendía tomarla como esposa por la fuerza, como si se tratara de una esclava.
La reina de las diosas estaba también enfadada con Venus. ¿Acaso creía que todo el mundo debía arrodillarse a los pies de su hijo Eneas? ¿Que en cualquier parte del mundo lo iban a recibir como al hijo de una diosa? ¿Y era justo que hubiera herido de amor tan gravemente a Dido? Juno estaba decidida a imponerse sobre Venus, una diosa que, cuando ama, se convierte en piedra.
Y así, con la aprobación de Júpiter y en presencia de Venus, Juno hizo comparecer al dios Cupido y le mostró un mechón de cabello rubio.
- ¡Ah sí! – dijo Cupido reconociéndolo –. Ese cabello es de la fenicia. Pero yo la herí de amor por orden de mi madre Venus, no por mi propia voluntad…
- Pues se acabó el jugar con el amor y con los seres humanos – respondió enojada Juno – pues de seguir así, los hombres nos perderán el respeto, nos destronarán y no recordarán de nosotros más que nuestros vicios.
Y al mismo tiempo que decía esas palabras, le quitó el arco y el carcaj lleno de flechas y, sin mostrar la menor emoción ni piedad, apuntó al corazón del propio Cupido y disparó.
Venus, herida en su pasión de madre, quedó petrificada. Y Cupido, traspasado de amor y de dolor, estalló en lágrimas y apretó contra su corazón el mechón rubio. En ese mismo instante, supo lo que era enamorarse y perder a su amor.
Escrito por CUPIDO, hijo de Venus y hermano de Eneas. (Lady Ice). Enlace en la columna de la derecha.
NOTA.- He realizado una propuesta a nuestros amigos que han participado como personajes en la historia de Dido. Consiste en que cada uno de ellos escriba un breve texto para darnos a conocer algo más de su personaje de ficción. Por ejemplo, cual fue su futuro, o su pasado, o qué opinó o sintió respecto a los acontecimientos narrados. Puede hacerlo del modo que mejor le parezca. Por mi parte, iré colgando esos textos en esta página hasta final de diciembre y es compatible con que cada cual ponga su texto en su propia página. Con el interés de que esta experiencia pueda resultarnos interesante y atractiva, sólo os pido dos cosas: una) que el texto sea breve, porque es posible que necesite poner dos o más textos en alguna entrada; dos) que os ciñáis al objetivo principal, que es hablar de vuestro propio personaje. En cualquier caso, gracias a todos.