«Mientras
hablamos huye el envidioso tiempo…» dijo Horacio en una de sus odas. Y recuperarlo
es imposible, porque no se puede vivir lo que ya no es. Salvo que recurramos al
artificio de la literatura. En ella experimentamos la magia de la palabra, capaz
de convocar lo que ya no existe, lo que no ha existido nunca o lo que jamás
existirá. Y, sin embargo, hace tan vivo lo inexistente que lo convierte en una
experiencia personal, íntima, a veces indeleble.
Celebremos,
pues, la fiesta de la literatura que es la Feria del Libro de Madrid. Por mi
parte, el viernes 7 de junio acudiré con mis “Mujeres de Roma” y las compartiré
con los lectores que así lo deseen.
- De 11 a 14 horas, estaré en la caseta 157,
Associaciò d’Editors del Paìs Valencià
- De 18,30 a 20,45 horas, en la caseta 27,
Distriforma.
¡Os
espero!