Toranio, puedes venir a ayunar conmigo.
Si prefieres primero un elegante aperitivo
tendremos lechugas baratas de Capacocia;
puerros picantes, huevos rellenos con atún,
repollitos tiernos de mi hortaliza
humeando en la negra olla de barro,
salchichas en nívea sopa de pasta,
y fríjoles bayos con tocino dorado.
Y después, como postre, si te apetece,
tendremos uvas pasas, peras sirias,
castañas universitarias a la napolitana.
El vino, se vuelve bueno bebiéndolo.
Y si tras este menú, Baco, como suele,
nos despierta otra vez el apetito,
hay aceitunas aristocráticas de reserva
y altramuces y petit-pois calientes.
Humilde es la cena (¿quién puede negarlo?)
pero tendrás una cena sin etiqueta
y te podrás recostar a tus anchas
y no leerá tu anfitrión ningún libro
ni bailaoras gitanas agitarán sus caderas
con un temblor estudiado. Sólo la flauta
de mi pequeño Cóndilo tocará un son
ni demasiado serio ni vulgar tampoco.
Esta es la cena. Tú te sentarás con Claudia.
¿Qué muchacha te parece para compañera mía?
MARCIAL.- “Epigramas”.
Traducción de Ernesto Cardenal
NOTA: Queridos amigos, sigo de vacaciones, pero no quería dejar de asomarme aquí en estas fechas festivas. Aunque el festín al que os he invitado es muy modesto, a ninguno os habrá disgustado sentaros a la mesa de Marcial y menos aún le hubiera disgustado a él. Levantemos, pues, nuestras copas y deseémonos buen humor y buena compañía a lo largo del año que comienza. Y ¡qué caramba! aunque venga ceñudo y malhumorado cuenta con 365 días, ni uno más. Besos a todos y feliz año.
*Pintura mural en los restos del Teatro de Pompeyo. Roma. Foto:Paco Hernández.
**Detalle de relieve en la tapa de un sarcófago. Museos Capitolinos. Roma.
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