¡Oh diosa Fortuna! Ya que, con un
giro de timón, has cambiado el rumbo de los asuntos públicos, mantén el nuevo
derrotero de la nave con mano firme. Que no se tuerza por la ambición personal
de sus marineros ni a causa de las dificultades del inmediato porvenir. Por procelosa
que esté la mar, por encrespada o turbia, aquieta poco a poco sus ondas, serena
los ánimos de la tripulación y condúcenos a puertos seguros. Que no naufraguemos por el camino, que nadie
caiga por la borda, que ninguno reme en dirección contraria. Prometo regalar a
tu templo un timón de bronce si atiendes mi súplica.
NOTA: El 25 de mayo se celebraba
la fiesta de la diosa Fortuna, quien no sólo se ocupaba de los asuntos
personales, sino también de los asuntos públicos, según sus diferentes
advocaciones. En esa fecha, el año 194 a.C., se le consagró un templo en el
Quirinal, aun cuando había ya algunos otros en Roma – Fortuna Viril, Fortuna
del día presente… –. En Praeneste (la actual ciudad de Palestrina) se le dedicó, a mitad del s. II a.C., un gran santuario a Fortuna Primigenia, lugar concurridísimo del que aún quedan importantes restos, a los cuales pertenecen
las fotografías.
Esperemos que esta diosa guíe con acierto los pasos de quienes han sido elegidos, el 24 de mayo, para regir los asuntos de todos los ciudadanos.
* Detalle del gran mosaico de tema nilótico en el santuario de Fortuna Primigenia. Foto: Isabel Barceló.
** Maqueta del Santuario de Fortuna Primigenia de Palestrina. Foto: Isabel Barceló