Nos han colocado frente a frente y cada vez que me ve ofrecer un manjar a mi marido, o ponérselo en la boca, frunce las cejas y lanza rayos por los ojos. Yo le sonrío con beatitud. Justo en el momento en que él arrebata a un esclavo la copa que acabo de entregar para que me la cambien, le digo a su compañera de triclinio: “¿No es ésta la época más hermosa del año? La primavera despierta todos los sentidos y nos incita a amar. ¡Dichosas nosotras, las que tenemos marido…!”
Le cambia el color de la cara. ¡Ah, cómo se altera y se impacienta! ¡Y de qué modo tan insensato y encantador me hace toda clase de señales! Forma letras con el vino derramado sobre la mesa; frunce los labios como para fingir un beso; ríe escandalosamente, o se queda mudo… Hubiera dicho que tenía ante mí a un niño de no haber sido porque he debido visitar las letrinas. Al regresar, él me esperaba bien pertrechado en el espacio oscuro del pasillo. ¿Y quién hubiera podido resistirse a la pasión y el empuje de tal amante? El riesgo de ser descubiertos nos ha enardecido y ha redoblado con furia los latidos de nuestros corazones.
Aplacado el deseo, he vuelto a la sala del banquete y me he tumbado otra vez al lado de mi marido. Al poco, ha retornado Ovidio, sonriente y ufano, como un cazador tras haberse cobrado una pieza. Su compañera de triclinio entonces le ha propuesto un juego de resistencia y contención para practicarlo al final de la cena. “No me pongas a prueba” le ha respondido él, mientras me miraba a mí muy fijamente. “Porque si ningún romano puede contener las aguas tumultuosas del Tíber cuando decide salirse de su cauce, menos aún podría refrenarme a mí”. Ella, confusa, se ha vuelto hacia otros comensales. Y yo he sofocado a duras penas una carcajada. ¡Qué deliciosamente audaz resulta esta noche mi Ovidio!
NOTA: Ésta es la versión de Corina respecto al texto de Ovidio Banquete comprometido Espero que os haya gustado. Es cada vez más atrevida…
*Detalle de pintura mural representando a Venus y Marte. Pompeya.
**Detalle de pintura mural representando a Venus. Pompeya.
***Detalle de retrato del emperador Septimio Severo. Museo Arqueológico Nacional.Madrid.
****Flores de Isabel Romana. Valencia.